Las autoridades sanitarias de Misiones y Corrientes activaron nuevamente los protocolos de prevención ante la reaparición de casos de fiebre amarilla en varios ejemplares de monos silvestres en el sur de Brasil.
La muerte de uno de esos primates en el estado brasileño de Río Grande do Sul, a unos 500 kilómetros de la frontera con la Argentina, causó preocupación en ambas provincias, ya que hacía cinco años que no se reportaban casos de la enfermedad en animales y catorce en humanos.
Por su parte, y durante su revisión sanitaria animal, las autoridades brasileñas habían reportado hasta junio pasado la muerte de 73 monos en 26 municipios. De ese total se tomaron muestras en 66 animales y solo en dos de ellos se detectó el virus de la fiebre amarilla, y uno de cuales murió.
Los monos carayá o aulladores negros y dorados (Alouatta carayá) y los monos carayá o aulladores rojos (Alouatta guariba) presentan una alta sensibilidad al virus y al ser picados por un mosquito portador mueren rápidamente, por eso se dice que esos animales actúan como "centinelas", ya que la presencia de monos indica que esa zona está libre del virus.
La directora de la Zona Sur de Salud de Misiones, María Silvia Rodríguez, señaló en declaraciones a la prensa local que "Tenemos conocimiento de un solo animal fallecido y por lo tanto se comenzaron a reforzar las medidas preventivas. Más que nada debemos transmitirle tranquilidad a la población ya que la vacuna contra la fiebre amarilla está dentro del calendario. La población debe estar tranquila, ya que en la provincia hay vacunas".
Uno de los principales enfoques de la estrategia implementada fue la intensificación de actividades en terreno: el personal de salud y los agentes sanitarios llevaron a cabo una búsqueda activa, realizando visitas casa por casa para verificar la situación de vacunación de la población.
Durante estas visitas, se verifica si las personas tienen su carnet de vacunación completo con la dosis de fiebre amarilla correspondiente a su edad. En caso de que falte alguna vacuna se procede a su aplicación inmediata.
La fiebre amarilla es una enfermedad potencialmente mortal, transmitida por mosquitos -Haemagogus y Sabethes-, y sus síntomas pueden variar desde fiebre y dolor muscular hasta ictericia y hemorragias graves.