Estados Unidos afirmó este miércoles que está determinado a repatriar al soldado que cruzó a Corea del Norte, y pidió "prudencia" sobre los comentarios que le atribuyó Pyongyang.
El martes la agencia estatal norcoreana KCNA confirmó por primera vez que Travis King se encontraba en Corea del Norte y afirmó que el soldado, de raza negra, había huido para escapar de "los malos tratos y la discriminación racial en el ejército estadounidense".
"Pedimos a todos que consideren la fuente aquí. Eso es increíblemente importante", declaró a la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, cuando se le preguntó sobre los supuestos comentarios de King.
"No cambia nada. Queremos asegurarnos de que llegue a casa sano y salvo", dijo.
Estados Unidos "no puede confirmar los comentarios atribuidos al soldado King", declaró asimismo un portavoz del Departamento de Estado.
Este soldado debía regresar a Estados Unidos tras verse envuelto en problemas con la justicia surcoreana, pero cruzó la frontera con el Norte el 18 de julio uniéndose a un grupo de turistas que visitaban la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas.
La prioridad de la diplomacia estadounidense "es traer al soldado King a casa, y estamos trabajando por todos los canales posibles para conseguirlo", añadió el portavoz del Departamento de Estado.
El soldado Travis King fue puesto en libertad en la República de Corea, donde estuvo en la cárcel tras una pelea en un bar y un altercado con la policía.
A su regreso a Estados Unidos debía afrontar un expediente disciplinario.