En medio de la conmoción por el crimen de Valentina Cancela, la joven de 17 años asesinada en una playa de Punta del Este, en Uruguay, se viralizaron unas imágenes de un chat de WhatsApp entre el presunto autor del femicidio y una amiga de la víctima, en los que el adolescente finge preocuparse por la ausencia de la chica, cuando ya la había matado.
Según se puede leer en la foto, que es en realidad un collage de capturas de pantalla del la conversación, poco después de que la familia denunciara la desaparición a la policía, una amiga de la adolescente le escribió a Santino G., ex novio de la víctima, para preguntarle si sabía algo de su paradero, a lo que el joven, quien también tiene 17 años, le contestó que desconocía la situación e incluso ofreció su ayuda para encontrarla.
"¿A vos no te contesta tampoco? ¿Ya contestó?", le preguntaba Santino a la chica a la que llama "Isa", horas después de haber cometido el crimen. A su vez, el adolescente disimulaba su responsabilidad al indicar que estaba en la casa con su papá, y a modo de prueba, le envió una foto, sonriendo y levantando el pulgar.
"¿(Tenés) noticias?", insiste después el joven, y minutos más tarde añade: "Vamos a buscarla".
La confesión y el hallazgo del cuerpo
Valentina vivía en Punta del Este y cursaba el quinto año del secundario matutino en un colegio de esa ciudad uruguaya. De acuerdo con declaraciones de sus familiares y amigos cercanos a los medios locales, "iba y venía" de una relación amorosa con Santino G., un joven de la misma edad y de la misma localidad, pero todos describían el vínculo como "tóxico". De hecho, el joven acumulaba denuncias por violencia de género.
El martes 15 de agosto, a la salida de clases, Cancela se dirigió hacia la rambla de Playa Brava de esa localidad, y desde entonces estuvo desaparecida. Su familia inció la denuncia policial y comenzó la búsqueda.
Al día siguiente, a las 11, se halló la mochila de Valentina enterrada en la arena con sus pertenencias y materiales escolares, pero faltaba su celular, que permanecía apagado desde las 15.30 del martes.
En tanto, las cámaras de seguridad del Municipio de Maldonado registraron a la adolescente entrando a la playa con su ex pareja alrededor de las 15 hs del martes, pero dos horas más tarde, el único que se retira de ese lugar es el joven. Es por esto que Santino G. era considerado el principal sospechoso.
Pasado el mediodía del miércoles, el adolescente confesó haber asesinado a la joven y condujo a la policía hacia el lugar donde se encontraba el cuerpo. Sobre las 18:20, la Policía y el fiscal Jorge Vaz halló los restos de Valentina semienterrados en una duna.
El presunto femicida declaró ante la Justicia
Tras comparecer ante el juzgado de San Carlos este jueves al mediodía, el fiscal Jorge Vaz imputó a Santino G. por femicidio y dispuso su internación en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), en Montevideo, hasta que se dicte la sentencia, informó El Observador.
Según describió el medio uruguayo, el adolescente que confesó haber asesinado y ocultado el cuerpo de Valentina Cancela llegó a la sede judicial pasadas las 13.30 encapuchado, con un chaleco antibalas y un cerco policial alrededor de la entrada del edificio.
El fiscal Vaz había señalado en una conferencia de prensa que el joven era "imputable como adolescente infractor", algo que puede acarrear una "sanción privativa de libertad".
Por esto, adelantó que pedirá la "pena máxima" para Santino G., según declaró hoy al programa Arriba gente de Canal 10 el vocero de la Fiscalía, Javier Benech.
La duración máxima de la pena para un menor de 18 en ese país es de cinco años, excepto para los delitos de homicidio especialmente agravado por femicidio, como es en este caso, que podrá ser castigado con un máximo de 10 años, según establece la normativa vigente.
Una vez recibida la sentencia judicial final, deberá cumplir la totalidad de la pena. En tanto, al cumplir la mayoría de edad no será enviado a una cárcel de mayores porque lo prohíbe el Código Penal de Uruguay, por lo que debe finalizar su pena en el Inisa, si es que ingresó como menor.
"El adolescente que al llegar a los 18 años permanece sujeto a medidas, en ningún caso cumplirá lo que le resta en establecimientos de reclusión destinados a los adultos", indica la normativa.