La Justicia santafesina condenó a la pena de prisión perpetua al autor del femicidio de Gisela Bustamante, cometido en febrero de 2016. Carlos Marcelo Salas, de 51 años, fue penado además por intentar quitarle la vida a otra víctima, con el mismo modus operandi, y obligar a su expareja a prostituirse. La sentencia fue resuelta por unanimidad. El tribunal estuvo integrado por Susana Luna (presidenta) y Rosana Carrara y Sebastián Szeifert juzgó los hechos que la fiscal Alejandra del Río Ayala y su par Matías Broggi endilgaron al imputado. 

El femicidio de Bustamante fue cometido en horas de la noche del viernes 5 de febrero de 2016 en inmediaciones de la Estación Mitre. Durante el juicio, los fiscales señalaron que “la víctima acordó un pase sexual con el condenado en Avenida Freyre y 3 de Febrero; y con la intención de matarla, Salas le apretó el cuello y la golpeó en reiteradas oportunidades hasta que logró su objetivo”.

Los funcionarios del MPA también se refirieron a la tentativa de femicidio que cometió el condenado cinco meses después de quitarle la vida a Bustamante. “Intentó matar a una joven, en ese momento menor de edad, en un galpón ubicado en inmediaciones de avenida Freyre y 3 de Febrero”, sostuvieron.

En relación a la modalidad delictiva, los fiscales precisaron que “fue la misma que había desplegado meses antes: consensuó un pase sexual con la víctima, la golpeó en el rostro y comenzó a asfixiarla”. Sin embargo, agregaron que “Salas fue detenido por agentes policiales convocados por vecinos que escucharon los gritos de la joven”.

Además, fue acusado por delitos cometidos contra su expareja. “Obligó a la víctima a intercambiar sexo por dinero en la esquina de avenida Freyre y Amenábar. Además de apropiarse del dinero recaudado, Salas le indicaba a la mujer la ropa que debía usar, le decía cuánto cobrar y la vigilaba mientras estaba en la calle”. Los fiscales explicaron que “la víctima cumplía las órdenes del condenado porque tenía miedo de sufrir represalias” y agregaron que “en el marco de la convivencia, él la agredía física y sexualmente y la amenazaba de muerte”.