Hoy, a las 9, con el taller “Moviendo lo que ya sucede”, a cargo de Agustina Sario, se inaugura “un espacio de formación y difusión de la danza toda, con el objetivo de profundizar en el conocimiento y transformación a través del arte entre las expresiones culturales del NOA y visibilizar los nuevos intérpretes de la región”.

El proyecto reunirá a artistas y espectadores durante el fin de semana en espacios diversos, la Usina Cultural, el Centro Cultural América, el Museo de Bellas Artes y la Fundación Numen. Con invitados que arribarán desde otras latitudes, como Eugenia Cadus, de Buenos Aires, o Federico Tello, de La Rioja, diferentes especialistas se congregarán en Salta.

Así, se ofrecerá una programación atractiva y necesaria para repensar las corporalidades, desde lo profesional y lo cotidiano y más allá del yugo capacitista. Más aún, Alma Canobbio, responsable de la organización –junto a Exequiel Ramos- asegura que “todes podemos bailar” y se presta al diálogo.

-¿Cómo surge la iniciativa del Encuentro de Danza Teatro en el NOA?

-El encuentro surge en el año 2015, a partir de la necesidad de trabajar y poner en debate la poética de nuestra región NOA, región Andina. Poniendo énfasis en los espacios de formación con profesionales que investiguen en movimiento y transmitan en los talleres su investigación, entendiendo que de esa manera estamos conversando con lo que se debate en la época.

-La que inicia hoy será la cuarta edición, ¿cuáles son las expectativas, por un lado y cuáles los aprendizajes de los años anteriores?

-Primero, la participación, que la ciudadanía acceda a las actividades programadas, tanto para profesionales, estudiantes como para el público en general. El Encuentro busca cerrar con un espacio de debate sobre lo realizado en los talleres, obras y actividades programadas “Danza en Palabras” para evaluar o vivido por cada participante. El encuentro tiene un formato dinámico, se va transformando según el contexto socio-político. La posibilidad de armar todas las ediciones un cuerpo distinto, me refiero a la organización del 4º Encuentro, es el aprendizaje que tomamos de la ediciones anteriores. Así, de esta manera, incorporamos aquello que consideramos está en debate en la época.

-Este proyecto aporta a la formación de profesionales y grupos independientes, de danza, danza teatro, teatro físico. En este sentido, ¿es específico para profesionales del sector y abierto a la comunidad, a personas que tal vez no tienen contacto con la disciplina?

-Sí, el proyecto fundamentalmente es de formación para profesionales de la escena y grupos independientes, para esto es necesario crear el espacio y es ahí donde interviene el Encuentro, pero no podemos pensar en un profesional sin un público que vaya a verlo. Por lo tanto, creamos espacios de contacto con el público en general, “Danza a cielo abierto” para que viva la danza desde su práctica comunitaria. De esa manera, consideramos que aportamos a la difusión de la danza y creamos un ciudadano con deseos de ver danza.

-Durante mucho tiempo la danza y todo lo vinculado a ella, se asoció con prácticas de elites, de escuelas de danza con grandes exigencias ¿ese imaginario aún persiste o la danza hoy es algo cotidiano, a lo que todes pueden acceder, de modo amateur o profesional?

-Ese imaginario tiene que ver con formas dominantes de trabajo en la danza, como es muy difícil tener un trabajo formal como bailarín, sólo aquellos “elegidos” pueden bailar en los pocos elencos oficiales, al resto de los bailarines nos queda dar clases para ganar nuestro sustento. Esto se asoció con la elite porque para ingresar en las academias hay que pagar y no todos pueden hacerlo. De todas formas, la danza cada día está más difundida. Hoy los jóvenes bailan en la calle, sus técnicas urbanas ganan espacio tanto en las plazas como en las redes. Eso es una forma de democratización.

-En la grilla se ofrecen diversas actividades, entre ellas talleres, clases a cielo abierto, obras ¿cuál fue el criterio que utilizaron para definir la programación?

-El Encuentro se realiza los años impares y el Festival Danza al Margen se realiza los años pares. Estos dos espacios, que trabajan en conjunto, tienen en común una mesa que coordina Laura Navallo en donde se debate todo lo sucedido en los encuentros, con participación de los docentes, de los bailarines, de los artistas y del público en general que asistió tanto en talleres como en funciones, como espectador, pueden llegarse hacia ese lugar y trabajar en ese debate. De ese intercambio surgen, de alguna manera, las necesidades para cubrir el siguiente año. Es decir, nosotros vamos creando la grilla. Este año, a partir de lo que vimos en 2022, nos dimos cuenta de que la dramaturgia en la danza es una problemática de la escena salteña y de la escena de la región, que tenemos que empezar a trabajar escuelas de espectadores, acercar a la gente el común, al ciudadano, a la danza, por eso también proponemos las clases a cielo abierto. Entonces, el espacio de debate para nosotros es fundamental, para después construir la grilla del siguiente año.

-¿Cómo se piensa la danza hoy, a partir de las concepciones más democráticas de las corporalidades que se desprenden de las luchas feministas?

-Como mencionamos anteriormente, el Encuentro de Danza Teatro en el NOA articula con el contexto sociopolítico. Entonces es imposible pensar la escena artística, de la danza hoy sin pensar en cuerpos, cuerpas, cuerpes; en género. Porque es lo que está, en este momento, atravesando a nuestra sociedad. Nos atraviesa desde un debate político, nos atraviesa desde lo cotidiano de cada familia. Entonces no podemos pensar la escena fuera de propuesta. Esa diversidad, al trabajarla desde un espacio profesional -desde las obras y desde los talleres- y al ponerla en espacios comunitarios, como las clases a cielo abierto, donde todo el mundo puede bailar, las estamos democratizando. Además las estamos poniendo en un espacio no de tolerancia sino de incorporación directa a la escena. Entonces no es una propuesta de “hay que ser tolerante con esto” sino que lo estamos incorporando porque para nosotros como comunidad de la danza es una realidad. Más o menos el 80% de nuestra comunidad es femenina y de diversidad de género, por lo cual no podemos pensar nuestra escena sin pensarlo desde las luchas feministas. Hoy nos damos cuenta de que el olvido del estado de darnos derechos tiene mucho que ver con nuestra constitución. Así que la escena de la danza hoy es un espacio donde está el debate por las corporalidades disidentes.

-¿Qué sucede con la danza y las personas mayores o con discapacidad, todes pueden bailar o es una falacia?

-Por suerte en el país este sector ya está integrado a la danza, lo que falta es un estado presente que nos garantice espacios para desarrollar esta danza, de folclore, tango, danza contemporánea que incluyen a este sector. En nuestro espacio del encuentro de danza en los espacios que tenemos comunitarios los proponemos como una forma de inclusión. Felizmente, a nivel nacional, hay muchos grupos de danza con personas con discapacidad, hay muchas obras, mucho documental trabajado sobre estos grupos que incorporan bailarines el con discapacidad. Hay muchísimos grupos de folklore, de danza teatro que trabajan con gente con distintas discapacidades. La pregunta de si podemos bailar con una discapacidad es una falacia, hay que modificar el pensamiento. Todo el mundo puede bailar, la danza es está hecha para todo el mundo. Así que sí podemos bailar. De hecho, se baila con discapacidad, bailan adultos mayores. Yo doy clases de danza clásica para adultos mayores y es muy interesante lo que sucede en esos espacios.

-También, desde la organización proponen un diálogo genuino y sin jerarquías con el contexto artístico, social, político, poniendo atención en la asociación entre pares y las disidencias ¿qué implicancias tiene esta invitación?

-Decimos sin jerarquías porque en la escena contemporánea todes les artistas trabajan con el cuerpo, el arte es un híbrido, un cruce de lenguajes y eso se trabaja en el cuerpo. Entonces en la escena no hay jerarquías, somos todos iguales, hay un dialogo democrático.

-Finalmente y en la coyuntura post-PASO ¿cómo repercute la situación política en una disciplina como la danza?

-El miércoles 16 el gobierno, a través del Ministerio de Cultura de la Nación, realizó una reunión en el CCK, Salón Argentino, para brindar apoyo al proyecto de ley nacional de danza. En la Sala hubo más de 15000 personas, se cantó “Ley sí Milei no”, en relación a su propuesta de hacer desaparecer el Ministerio de Cultura, palabra que nos remite a lo más oscuro de la dictadura cívico-militar-eclesiástica. Y este panorama, en vez de desarmarnos, nos dio más fuerza, Hoy junto a artistas del cine, la música, el teatro y artes visuales, a nivel nacional, nos estamos organizando en defensa de nuestros derechos.