Los presidentes de Brasil, Michel Temer, y de Paraguay, Horacio Cartes, celebraron la "modernización" de las economías de ambos países y defendieron la negociación de un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, uno de los máximos objetivos del Mercosur que, desde la asunción de Temer y de Mauricio Macri, en la Argentina, brega por la apertura comercial de la región.
Los actuales aliados de la Argentina en el bloque regional, con quienes comparte el propósito de “eliminar los obstáculos para el comercio”, emitieron un comunicado en el que se comprometieron a trabajar por el avance del acuerdo Mercosur-UE, un convenio “mutuamente benéfico” que permitiría “fortalecer los históricos lazos políticos y de cooperación existentes entre ambos bloques".
Para los dos mandatarios, la sucesión de Brasil y Paraguay en la presidencia temporal del bloque "constituye una oportunidad para avanzar en acciones destinadas a profundizar la integración económica del bloque".
El documento subscripto por ambos presidentes subraya la necesidad de implementar "reformas estructurales y políticas de ajuste fiscal que ayuden a promover el crecimiento inclusivo, generar empleos, modernizar la economía de los dos países y que permitan la atracción de inversiones extranjeras".
En Brasil, la decisión de congelar el gasto público por 20 años, la sanción de la reforma laboral y el proyecto de reforma previsional actualmente en debate le granjearon a Temer el raro privilegio de gozar de la imagen negativa más alta de un presidente en ejercicio, mientras Paraguay recibe las felicitaciones del Banco Mundial y Macri las del vicepresidente estadounidense Mike Pence.
Por último, Temer y Cartes manifestaron su "pleno acuerdo con la decisión de suspensión de Venezuela adoptada en el marco del Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur hasta que se verifique el pleno restablecimiento del orden democrático" en el país caribeño.