La líder religiosa y presidenta de una organización nacional de afrodescendientes en Brasil Bernadete Pacífico, conocida como Mãe Bernadete, fue asesinada a balazos por sicarios que le dispararon dos tiros en el rostro. El crimen ocurrió en la ciudad de Simoes Filho, en la región metropolitana de Salvador, estado de Bahía.
La líder de la Coordinación Nacional de Articulación de Quilombos estaba amenazada de muerte debido a su trabajo social en los palenques, como se llama en español a los territorios ocupados por esclavos africanos y sus descendientes que escapaban de sus captores.
La mujer fue asesinada en la sede del Quilombo Pitanga dos Palmares por dos hombres que llegaron en una motocicleta con casco y le dispararon en el rostro.
"El Quilombo siempre será resistencia, mi familia está siendo perseguida", dijo uno de los hijos de la víctima a la prensa local. Otro hijo de la líder afrodescendiente fue asesinado seis años atrás por su trabajo político en defensa del territorio y de las religiones de matriz africana que se practican en Brasil.
Pacífico había denunciado en julio ante la Corte Suprema la violencia que sufren los quilombolas, personas afrodescendientes que habitan los quilombos, por parte de terratenientes que intentan ocupar tierras.
Repudios al crimen
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó en sus redes sociales su "pesar y preocupación" por la muerte de Mãe Bernadete.
Por su parte, en una nota, la Coordinación Nacional de Articulación de Quilombos (Conaq) destacó la "dedicación incansable a la preservación de la cultura, de la espiritualidad y de la historia de su pueblo" y para "todo el movimiento de los derechos humanos".
La Conaq recordó que Mãe Bernadete también personificó la lucha de una madre negra para buscar justicia por el asesinato de un hijo, tras la muerte hace seis años de Gabriel Pacífico dos Santos, líder de la comunidad y conocido como "Binho do Quilombo".
"Es crucial que se haga justicia, que la verdad sea conocida y que los autores sean castigados. Queremos justicia para honrar la memoria de nuestra líder, pero también para afirmar que en Brasil los actos de violencia contra quilombos no serán tolerado", añadieron.
En el mismo sentido, el ministro de Derechos Humanos, Silvio Almeida, lamentó en su perfil de la red social X la muerte de la líder y ordenó el desplazamiento inmediato de un equipo de su cartera para acompañar las investigaciones.
En tanto, la ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco, publicó en la misma red que "el racismo religioso es una faceta más de la conformación racista que estructura el país y que necesita ser combatido por medio de políticas públicas".