En la noche del jueves 17 de agosto, un trágico suceso sacudió a Brasil con la noticia del asesinato de Maria Bernadete Pacífico, destacada líder del Quilombo Pitanga dos Palmares en Bahía. Bernadete, también conocida como yalorixá y ex secretaria de Promoción de la Igualdad Racial de Simões Filho, fue brutalmente asesinada en su comunidad. El ataque, perpetrado por presuntos delincuentes, dejó en estado de shock a la región y al país.
El Quilombo Pitanga dos Palmares se erige como un símbolo de resistencia territorial y cultural en Brasil. Bernadete Pacífico, una voz fuerte y apasionada en la defensa de los derechos de la comunidad quilombola, se había destacado por su lucha constante contra las amenazas y desafíos que enfrentaba su comunidad. No obstante, su coraje y determinación fueron truncados por el violento acto que terminó con su vida.
La comunidad quilombola es un concepto arraigado en la historia brasileña, surgido durante la época colonial. Se formó a través de poblaciones que huían de la esclavitud en busca de libertad y creaban sus propias comunidades autónomas, conocidas como quilombos. Estos lugares representan un legado de resistencia, arraigado en la lucha contra la opresión y la desigualdad racial.
Bernadete Pacífico no es la primera víctima en su familia. Su hijo, Flávio Gabriel Pacífico dos Santos (también llamado Binho do Quilombo), fue asesinado hace casi seis años, el 19 de septiembre de 2017. Denildo Rodrigues, miembro de la Coordinación Nacional por la Articulación de las Comunidades Negras Rurales Quilombolas (Conaq), afirma que Bernadete fue asesinada por el mismo grupo que acabó con la vida de su hijo. A pesar de las amenazas y el peligro evidente, Bernadete nunca renunció a su lucha por la justicia y la igualdad.
La comunidad quilombola en Bahía enfrenta amenazas constantes de grupos vinculados a la especulación inmobiliaria que buscan apropiarse de sus territorios. El valioso y ancestral territorio que estas comunidades han mantenido durante siglos se ha convertido en un punto de conflicto, con la lucha por la tierra en el centro de la disputa.
Ante esta situación, la Coordinación Nacional por la Articulación de las Comunidades Negras Rurales Quilombolas (Conaq) ha alzado la voz para exigir al Estado brasileño medidas inmediatas de protección para los líderes del Quilombo Pitanga dos Palmares. La organización insta a una investigación exhaustiva y eficaz para llevar a los responsables de estos crímenes ante la justicia.
En respuesta al terrible suceso, una delegación encabezada por los ministerios de Igualdad Racial, Justicia y Derechos Humanos será enviada el viernes 18 de agosto para reunirse con autoridades en Bahía y brindar apoyo a las víctimas y sus familias. Se busca garantizar la protección y defensa de estos territorios históricos y culturales.
La pérdida de Maria Bernadete Pacífico no solo afecta a su comunidad, sino que resuena en todo el movimiento de derechos humanos en Brasil y la región. Su lucha y su valentía son recordatorios de la importancia de continuar combatiendo la violencia y la discriminación contra las comunidades quilombolas y tradicionales.