La secretaria de Energía, Flavia Royón, anticipó este viernes que "va a haber una actualización de las tarifas de electricidad, luego de que la semana que viene se realice un estudio de cómo la devaluación afecta al costo de la generación". Se refiere a la suba del tipo de cambio oficial hasta los 350 pesos, equivalente al 21,8 por ciento. De acuerdo a lo prometido por el Gobierno, el nuevo valor del dólar oficial se mantendrá hasta finales de octubre, reemplazando la estrategia de ajustes diarios.

La devaluación del peso tiene impacto directo en las tarifas de luz debido a que el precio que se paga a los productores locales de gas está nominado en dólares. Asimismo, el Gobierno importa gas natural licuado desde los buques regasificadores y gas natural desde Bolivia. 

En todos los casos, el gas se usa para activar las centrales térmicas, que explican una gran parte de la generación de electricidad. También juegan en ese costo los contratos de generación por parte de las energías renovables acordados en divisas.

De este modo, la Secretaría de Energía solicitó a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) que recalcule los costos del Sistema Argentino de Interconexión (SADI) recientemente aprobados para el trimestre agosto-octubre "en base a la nueva coyuntura económica". 

A grandes rasgos, se calcula que el 80 por ciento de los costos de generación están atados al dólar. Sin embargo, para determinar la suba final de tarifas también corresponde tomar en cuenta el valor de transporte y distribución, cuya variación requiere de la realización de audiencias públicas.

Suba sobre suba

A fines de julio, el Gobierno había actualizado los precios mayoristas de la electricidad que iban a estar vigentes entre el 1° de agosto y el 31 de octubre. Ese esquema supuso un aumento del 17 por ciento que se concentró en los sectores de altos ingresos y exceptuó a los consumidores de ingresos bajos y medios

Las nuevas subas de tarifas, que todavía no se conocen, impactarán a partir de septiembre. De acuerdo a la secretaria Royón "se mantendrá el actual esquema de subsidios a los sectores de ingresos bajos y medios, a diferencia de la situación de los hogares de mayores ingresos y de aquellos usuarios que no se inscribieron para mantener los subsidios, que componen el denominado Nivel 1". Royón aclaró que el piso de ingresos que actualmente define el Nivel 1 se ubica en los 810 mil pesos. 

La actualización en el costo de generación eléctrica impactará si o si en el Nivel 1, ya que este segmento no cuenta con subsidios. Se estima que el 33 por ciento de los hogares a nivel nacional se encuadra en el Nivel 1, aunque en la Ciudad de Buenos Aires, ese porcentaje se eleva hasta el 49,1 por ciento. Todavía no se sabe en qué medida afectará al Nivel 3, considerado de ingresos medios.

Hasta ahora, se calcula que los usuarios de Nivel 1 ya recibieron facturas con aumentos cercanos al 500 por ciento interanual. A su vez, los clientes que reciben subsidio pero consumen más de 400 Kwh por mes comenzaron a pagar la tarifa plena por la demanda que excede ese umbral.

Naftas

Por otro lado, Flavia Royón se refirió a la reciente suba de los combustibles, también asociada a la devaluación post-PASO. "El acuerdo con las productoras, así como las refinadoras de hidrocarburos, es para que el ajuste del 22 por ciento en el dólar oficial implique un traslado a precios del 12,5 por ciento".

Royón explicó que la suba en las naftas obedeció a que "la cadena de combustibles está muy atada al valor del dólar, de hecho, los contratos con la petroleras están en dólares", aunque prometió que "no va a haber más aumentos hasta el 31 de octubre".

"Hoy el objetivo es la estabilización de la macroeconomía y de la inflación, por eso se hacen estos acuerdos de precios, para que no se traslade toda la devaluación", explicó Royón, al tiempo que señaló que, una vez alcanzado ese propósito, "después se irá viendo paulatinamente cómo llevar a cabo el reacomodamiento de otros precios relativos de la economía". 

Además, explicó que el precio de la nafta en realidad está atrasado respecto de sus valores históricos debido a "un congelamiento de la parte impositiva a los combustibles que se ha ido prorrogando".