Estados Unidos vive uno de los veranos de mayor actividad sindical de las últimas tres décadas. Así lo aseguran en diversos medios internacionales, donde se explica que el fenómeno se debe, en parte, a que la pandemia atrasó actualizaciones salariales, entre otros reclamos de los distintos sectores que se movilizaron durante todo julio.
Una de las huelgas más difundidas fue la de los actores, guionistas y empleados de Hollywood sindicalizados en el gremio SAG-AFTRA, que comenzó el 14 de julio pasado. 17 mil actores y 11.500 guionistas se manifiestan por reclamos salariales y contra el impacto de la Inteligencia Artificial en la industria, entre otras exigencias.
Por su parte, en los últimos días se evitó una medida de fuerza de 340 mil empleados de la compañía postal United Parcel Service (UPS), una decisión que, de concretarse, tendría un impacto en diez días de huelga de US$7.000 millones para la empresa.
También Amazon y Mc'Donalds tuvieron este año experiencias similares, aunque menores. Además, en lo que va de este año pararon baristas, conductores de autobuses de los parques nacionales, vendedores de libros, abogados, trabajadores de plantas de locomotoras, productores de crema agria, amas de llaves de hoteles y trabajadores de cervecerías.
En tanto, para septiembre se espera otra gran huelga de unos 150 mil metalúrgicos en las tres grandes automotrices de la ciudad de Detroit (Ford, Stellantis y General Motors), a menos que los trabajadores reciban aumentos de dos dígitos en sus salarios.
La Universidad de Cornell, con sede principal en Ithaca, estado de Nueva York, hizo un análisis a principios de agosto de las huelgas en curso, y el estudio arrojó un total de 900 focos de conflicto activos de diversa intensidad en EE.UU. Según la BBC, la tendencia ya venía creciendo desde 2022: un estudio citado por el medio británico y realizado por el Economic Policy Institute reveló que entre 2021 y 2022 hubo un aumento de casi el 50% en el número de trabajadores involucrados en grandes medidas de fuerza.
La proyección para 2023 indica que la actividad sindical se mantendrá en los mismos o mayores niveles. Hasta agosto se contabilizaron este año 44 grandes movilizaciones (que involucra a miles de empleados) y, de acuerdo a la información que dio Bloomberg Law, 323 mil empleados participaron de medidas de fuerza en 2023 (el número más alto desde el 2000, a excepción de la ola de huelgas docentes entre 2018 y 2019).
Además de los atrasos salariales que dejó la pandemia, Estados Unidos enfrenta una crisis inflacionaria que llegó al 9% en 2022 -la más alta en décadas- y que en junio de 2023 bajó al 3% anual. Los salarios más altos lograron superar el incremento de precios y el promedio por hora es de 33,58 dólares por hora, un aumento anual del 4,4%.
Los norteamericanos, a favor de la sindicalización
Según un informe de la empresa de análisis y opinión pública Gallup, en 2022 el 71% de los estadounidenses aprobaban los sindicatos, una cifra que no se veía desde 1965. El apoyo de los ciudadanos norteamericanos a la sindicalización creció de manera constante desde la denominada Gran Recesión (o crisis económica de 2008) y tuvo un salto durante la pandemia de covid-19. El Washington Post realizó una encuesta entre sus trabajadores no sindicalizados y la mitad se manifestó a favor de que se conforme un gremio.
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