El año pasado, el Centro Cultural Kirchner (CCK) realizó una serie de conciertos bajo el nombre “Spinetta. Discos Esenciales”, dedicado a revisitar las producciones de Luis Alberto Spinetta que dejaron una huella en la memoria colectiva. Este año, el ciclo adquirió un carácter más amplio y se propuso recrear los discos fundamentales de estos 40 años de democracia. De este modo, realizaron homenajes a las obras De Ushuaia a La Quiaca (1985-1986-1999), de León Gieco; Giros (1985), de Fito Páez, y La dicha en movimiento (1983), de Los Twist. Y este domingo a las 20 en el Auditorio Nacional, bajo la dirección artística del músico y productor Lisandro Aristimuño, llegará el turno Bocanada (1999), un disco clave en la discografía de Gustavo Cerati.
“Bocanada marcó en mí un antes y un después de lo que se podía lograr con la música y las canciones, un disco bisagra y de una influencia total para mí”, resalta Lisandro Aristimuño a Página/12. “Me refiero al uso de la electrónica y los samples en canciones y texturas creadas desde su universo”, sostiene el también compositor y guitarrista que encontró en su canción una síntesis entre los sonidos electrónicos y la música folklórica argentina. “El disco es impecable en su totalidad. Desde la tapa, las canciones, los ambientes, las texturas; recuerdo ponerlo en loop completo por horas”, dice Aristimuño.
Este domingo en el CCK, Aristimuño (dirección, guitarras y voz) será el encargado de recrear las quince canciones del disco acompañado por una banda integrada por Mariano Domínguez en bajo, Fernando Kabusacki en guitarra, Juan Pablo Alfieri en batería, Ariel Polenta en teclados, Rocío Aristimuño en percusión y An Espil en coros. Y algunos invitados especiales: Tweety González, Nora Lezano y el bajista Fernando Nalé, quien formó parte de la banda de Cerati cuando se presentó el disco en el Gran Rex, en 1999.
“Que me hayan convocado para poder interpretar esta obra maestra es un sueño y un honor para mí”, se entusiasma Aristimuño. “Hice un trabajo de investigación antes de llamar a los músicos y músicas que me acompañarán, mirar shows de este álbum, entrevistas, y sobretodo buscar cada canción en donde Gustavo utilizó los samples para cada tema. Luego, con Juampi Alfieri editamos y afinamos las partes para conseguir el sonido real de cada fragmento”, precisa el cantautor patagónico. “Gustavo Cerati siempre fue un músico guía para mí en todas sus aristas, desde la estética, las letras, su visión de la música hasta la modernidad en lo sonoro. Bocanada sigue siendo moderno y contemporáneo, y eso habla de la visión y composición sonora de este maestro musical”, apunta.
Bocanada no fue un disco más para Gustavo Cerati. Si bien se trata de su segundo disco como solista, en términos simbólicos es el primero que el músico lanzó después de la separación de Soda Stereo. Entonces, Bocanada es una especie de carta de presentación para lo que vendría: la consolidación de Cerati como un nombre propio dentro de la música argentina. Es, además, un disco que goza de una sorprendente vigencia: por su sonido vanguardista para la época, por su búsqueda estética -ese cruce entre la música orgánica y la electrónica-, por su poética misteriosa y por la potencia de canciones como "Tabú", "Puente", “Bocanada”, "Paseo inmortal" o la impronta orquestal de “Verbo carne”.
Es un disco que trabajó íntegramente en solitario con una Akai MPC en su propia casa-estudio ubicada en Vicente López, tras su regreso al país. "Este disco implica un mayor entendimiento con la computadora. Pude sacarle más el jugo. Hasta Amor Amarillo (1993) estuve trabajando sin computadora. Pero cuando me compré la Macintosh empecé a investigar y ya en Sueño Stereo (1995) hay muchas programaciones que están hechas dentro de la máquina”, sostuvo Cerati en una entrevista con Maitena Aboitiz sobre el proceso de producción de las canciones del disco, en las que se refleja una importante presencia de samples y programaciones, incluso en ése cruce con la música folklórica, como ocurre en “Raíz”. “No sé si es el disco en el que mejor canté, pero sí en donde más interpreté”, sostuvo Cerati.
“Discos Esenciales es un ciclo que venimos haciendo para revisitar la historia de nuestro rock a partir de aquellos discos que fueron fundamentales en la construcción de ese imaginario y de ese colectivo que dio forma a nuestro rock nacional”, explica Gabriel Noacco, programador del ciclo.
“Ahora como cierre elegimos Bocanada y lo convocamos a Lisandro Aristimuño. Porque creemos que es uno de los discos más importantes de la historia del rock nacional por todo lo que trajo. Y la elección de Lisandro fue por una cuestión de afinidad musical de él, porque es uno de los productores más importantes de la actualidad y consideramos que el resultado va a ser excelente”, destaca Noacco.
Como todas las actividades del CCK, el concierto es libre y gratuito. Las entradas se entregarán de modo presencial el mismo día de la actividad, este domingo 20 de agosto desde las 14 hs en la boletería del Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151). El concierto además se transmitirá en vivo por radio Sonido Cultura. Las entradas se entregan por orden de llegada y hasta agotar la capacidad de la sala. Por consultas sobre entradas e ingresos escribir a [email protected]