En la segunda audiencia del juicio que se lleva a cabo de Río Negro, familiares de Rafael Nahuel negaron que el joven haya sido ultimado por integrantes de la comunidad mapuche, tal como declararon esta semana dos prefectos imputados por el asesinato en Villa Mascardi en 2017.
"Los Albatros lo persiguieron y mataron por la espalda", aseguraron los padres de Nahuel en diálogo con Télam y recordaron que, en su declaración, la Secretaría de Derechos Humanos cuestionó el "odio hacia los mapuches" por parte de los uniformados.
El miércoles pasado, Francisco Javier Pintos y Carlos Valentín Sosa, dos de los cinco integrantes de la Prefectura Naval Argentina imputados, dijeron que son "chivos expiatorios" de sectores "corruptos y cobardes" del Poder Judicial y la política, y señalaron que Nahuel murió por un disparo realizado por integrantes de la comunidad mapuche. "Recibió el balazo por la espalda y nosotros estábamos disparando de frente", indicaron.
Los acusados no permitieron preguntas, y centraron su estrategia en explicar que la contradicción en las pericias obrantes en el expediente no permite determinar de qué arma salió el disparo letal.
"Los Albatros siguen mintiendo y quieren poner como culpables a los amigos de Rafita", dijo a la agencia oficial Alejandro Nahuel, padre del joven asesinado. "Los Albatros fueron los que lo persiguieron y lo mataron por la espalda", agregó y planteó que del proyectil extraído del cuerpo de su hijo "queda claro que fue con un arma oficial, que usa la Prefectura".
Por su parte, Graciela Salvo -la mamá de Rafael- se mostró esperanzada en que durante el juicio "se demuestre quién de los cinco (uniformados) lo mató" y agregó: "Rafita estaba ahí para acompañar a la comunidad, no puede ser que ellos mismos le hayan disparado. Fueron los Albatros".
Pintos y Sosa aprovecharon la indagatoria para realizar una declaración política: aseguraron que actuaron con "honor" en "defensa de la patria" y cuestionaron a "jueces y políticos cobardes y corruptos" por no "terminar con el problema mapuche".
Por su parte, el Director de Violencia Institucional de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y abogado querellante en la causa, Mariano Przybylski, dijo a Télam que "fue muy llamativo que los Albatros en todo momento dejaron muy evidente su odio hacia los miembros de las comunidades mapuches. Pidieron valentía y coraje a los jueces y políticos para terminar con el 'problema mapuche'". "Viendo lo que pasó aquel día y escuchando cómo piensa esta gente nos cierra mucho más algunas cosas: hubo una persecución y una cacería, ya que el asesinato se produjo mucho más arriba de los límites de la comunidad", expresó.