En un video que circula por redes sociales, Javier Milei propone eliminar la mitad de los ministerios que existen. Algunos fueron creados en tiempos recientes para darle fortaleza institucional a áreas como la Cultura o las políticas de género. Otros que propone quitar existen desde hace décadas, como el de Educación, Salud y Obras Públicas. Todo debe ser privatizado, ajustado y/o eliminado. Su planteo atrasa. Propone terminar con políticas de Estado que existen desde el siglo XIX en Argentina. Apoyado sobre el malestar que generan las dificultades para resolver temas como la inflación o la distribución del ingreso, su respuesta es una sociedad donde reinará la exclusión y la desigualdad.
Milei corre con una ventaja: no tiene historia política y nunca gestionó nada; por lo tanto, sus dichos y sus gritos no son contrastables con sus acciones políticas. Lo que sí sabemos es su admiración por el gobierno de Menem y por el exministro de Economía Domingo Felipe Cavallo, responsable de la crisis de 2001, la más grande catástrofe económica y social de nuestra historia.
Lo acompaña una candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, abiertamente negacionista del terrorismo de Estado; perspectiva que él asume, se lo ha escuchado poner en duda que en nuestro país hubo 30.000 personas desaparecidas.
La experiencia de países vecinos nos puede dar una pista respecto a las consecuencias concretas de este tipo de proyectos. El mensaje de Milei es muy similar al de la campaña que hizo en Brasil Jair Bolsonaro antes de llegar a la presidencia en el año 2019. Es posible mirar ese espejo para evaluar los resultados. ¿Qué pasó en el gobierno de Bolsonaro?
Durante las gestiones de Lula Da Silva y Dilma Rousseff, las políticas económicas y sociales sacaron a 30 millones de brasileños de la pobreza. En 2014, Brasil fue retirado del mapa mundial del hambre que anualmente realiza FAO, de Naciones Unidas. En el año 2022, luego de casi cuatro años de bolsonarismo, el país más grande de Sudamérica volvió a ser incorporado al mapa del hambre porque había 33.1 millones de habitantes, el 15% de la población, que lo estaba padeciendo.
Crecieron, además, los niveles de violencia política y social. El supuesto recorte de gastos aplicado por Bolsonaro no implicó la pérdida de ningún privilegio para la verdadera casta de la que Milei no habla, que es la económica.
¿Qué nos está pasando en la Argentina? Hay desencanto, insatisfacción y enojo con la política. Llevamos más de siete años de crisis, con pérdida de ingresos y alta inflación. Esta situación fue provocada por las políticas que impulsó el gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, hipotecando nuestro futuro a partir del acuerdo con el FMI; a lo que debemos sumar los problemas que desde 2019 el Frente de Todos no ha podido resolver.
Milei propone depositar la responsabilidad completa de la educación y la salud en el sector privado. Cuando no hay seguridad social ni salud pública, las personas caen en la pobreza por el sólo hecho de tener un familiar con alguna enfermedad crónica. Esto no es una hipótesis: es uno de los factores que llevó a millones de personas a la pobreza en Estados Unidos. Si el Estado no atiende, la respuesta es con el endeudamiento de las familias para poder sobrevivir.
En el plano de los derechos reproductivos, sostiene que la Educación Sexual Integral (ESI) debe darse en las familias y no en las escuelas. Es un debate ya saldado en nuestra sociedad. También quiere eliminar la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), una lucha histórica de las mujeres. En la provincia de Buenos Aires hay más de 500 consejerías que atienden la IVE. Se ha eliminado la mortalidad de las mujeres por estas causas.
No hay derechos adquiridos que no puedan volver para atrás. Hay que imaginarse una Argentina sin Ministerio de Educación, esa educación universal, gratuita y obligatoria creada por Sarmiento, ampliada con la Reforma Universitaria de 1918, y en el año 1949, por la gratuidad universitaria; claves en la construcción de una sociedad con movilidad social ascendente.
Todo retroceso en el acceso a servicios básicos de cuidados de nuestra salud y educación supone una sobrecarga de tarea para las mujeres, que somos las que cuidamos en las familias y en las comunidades. El avance de Milei es un peligro para todas las luchas que las mujeres y diversidades hemos dado por tener mayor igualdad en la sociedad. Tenemos en claro que viene para arrasar nuestros derechos.
El triunfo de Axel Kicillof en las PASO de la provincia de Buenos Aires muestra que hay formas de ganarle a esta derecha. Nuestro gobernador reconoce el descontento de un sector de la sociedad, a la vez que define con claridad que la respuesta no es hacia la derecha ni hacia atrás, retrocediendo un siglo. El compromiso es trabajar todos los días por un mejor sistema de salud pública, arreglar y construir más escuelas, mejorar el acceso para el conjunto. Colocar al trabajo en el centro, pero lograr que sea de calidad y con todos los derechos laborales, reconociendo a quienes están más atrás para mejorar el punto de partida, algo que jamás hará el mercado. En esa clave se inscribe la inclusión de la mirada de género. Es con más Estado, más eficiente, con la sociedad organizada, participando, interpelando y siendo parte de la construcción del derecho al futuro. Nunca menos.
* Ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires