Both Sides Now
Has recorrido un largo camino, muchacha. A bordo de un avión, la jovencísima Joni comenzó a leer Henderson, el rey de la lluvia, de Saul Bellow y miró por la ventanilla. Tal como sucedía en el libro, podía ver las nubes desde arriba y desdoblar la perspectiva sobre su propia vida. Sobre el amor. Sin el menor indicio de su futura estatura como standard, entregó la pieza para que la grabara Judy Collins y recién un año después la registró por su cuenta en Clouds (1969). Tres décadas más tarde, decidió volver sobre el tema para verlo desde el otro lado de las nubes: con arreglo de Vince Mendoza y los setenta miembros de la London Symphony Orchestra. Apenas se paró frente al atril, notó que buena parte de los músicos estaban profundamente conmovidos y cantó bajo ese influjo. Si aquella lectura era emocionante, esperen a escuchar ésta.
Amelia
En la introducción de la versión para Newport, Joni confiesa que Hejira (1976) es su álbum favorito de su propia discografía. Que en aquella época, aunque no tenía licencia de conducir, se compró un Mercedes usado para cruzar todo el país desde California hasta New York. Que siguió los consejos de los camioneros para evitar a la policía. A su manera, a su oblicua manera, está hablando de los secretos detrás de la canción: la analogía entre la piloto que desaparece misteriosamente en el Océano Pacífico con la muchacha fugitiva que drena el final de un amor metiendo cambios en medio del desierto. Para The Joni Jam, Taylor Goldsmith se ocupa de aquella célebre guitarra que grabó originalmente Larry Carlton. Dicho sea de paso, el guitarrista invitado de Clics modernos.
Come In From The Cold
Dios bendiga a Kathy Bates. La actriz de Misery puso aquella guitarra en su falda y Joni afinó en una de suerte de afinación abierta en Re. El guitarrista Taylor Goldsmith adivinó el camino y arrancaron a tocar “Come in from the cold”, el mascarón de proa de Night Ride Home (1991). Titulada originalmente como “Fourth of July”, la canción es el recuerdo de una noche juvenil de los dones restaurada desde la madurez. Hay luna llena y electricidad en el aire. Un baile descalzos, una fogata y el mundo de los sesenta por delante. El batido folk de la mano derecha se trenza con la síncopa onda world-music que comenzaba a dominar las radios del período y la voz, que empezaba a bajar algunas octavas desde su célebre soprano, cuenta la historia como quien mira su propio pasado desde la ventanilla del auto.
Shine
Grabada para su último disco de canciones nuevas, “Shine” es la joya de la corona. Una canción visionaria y hecha de claroscuros que, en su arreglo de estudio, parece conducida para la noche. La versión de The Joni Jam, por el contrario, subraya su carácter diurno. Celisse Henderson, las chicas de Lucius y la propia Carlile llevan el góspel hasta el delgado límite de la revelación mientras Joni va soltando, por aquí y allá, esas líneas que equilibran las cosas más etéreas con las más vulgares: que tu pequeña luz brille sobre el agua y sobre los bocinazos del tráfico. Sobre el nombre de Dios y esos tipos ocupados con sus celulares. Quince años atrás, PBS se negó a transmitir el ballet de la compañía de Alberta debido al mismo verso que ahora celebra la multitud: “que tu pequeña luz brille/ sobre ese otro pelotudo/ que se pasó a la derecha”.