La Selección Argentina de básquet tiene un desafío importante este sábado en Santiago del Estero: se medirá frente a Chile por la semifinal del Preclasificatorio Olímpico de las Américas. El equipo dirigido por Pablo Prigioni, necesita una victoria que lo deposite en la final ante Bahamas o Uruguay -los otros dos rivales que se disputan la llave– para mantenerse con chances del boleto al Preolímpico de cara a Paris 2024.
Patricio Garino, referente del actual plantel albiceleste, alero formado en Unión de Mar del Plata, con pasado en la NCAA, la ACB (liga española) y la NBA, desde la cuna del folklore, habló con Página 12, en la previa al encuentro con el conjunto trasandino que se va a disputar en el estadio Ciudad. “Estar en la selección es algo que disfruto mucho y más en este momento que me siento muy bien físicamente. Estoy tratando de aportar el granito de arena que sea para el equipo. Estar adentro de la cancha es más que suficiente”, remarcó.
Y sostuvo: “Mi sueño de chiquito siempre fue jugar en la Selección, más allá de jugar en algún club o liga especifica. Lo pude cumplir y es lugar que más cómodo me siento. El grupo que se armó es muy bueno. Somos familia, vacacionamos juntos, estamos en todo momento tratando de reunirnos cuando estamos fuera de temporada. Es algo que va más allá de estar dentro de la cancha y esa es la comodidad que se genera y se refleja en los resultados”.
Garino actualmente está sin equipo. Hasta principios de julio estuvo en la liga ACB de España y vistió la camiseta del Básquet Girona. Allí jugó 28 partidos, lo que equivale a 406 minutos y tuvo 31 % en dobles, 17 % en triples, 42% en tiros libres y 19 asistencias en ataque. En la actualidad, su cabeza está puesta en la competencia con la Selección y su futuro ahora es ganar los partidos que quedan por delante. “Estoy enfocado en este torneo”, reconoce. Además, destaca la buena convivencia del equipo y el fortalecimiento que realizó el grupo para sobreponerse al duro cimbronazo de quedar fuera de un mundial. Algo que según la estadística se da por quinta vez en la historia de la Selección. Antes sucedió en las ediciones de 1954, 1970, 1978 y 1982.
“Ayer cumplimos 30 días seguidos juntos y antes del Mundial de China estuvimos casi dos meses y en ningún momento tuvimos alguna situación de enojo o de cansancio”, dice Garino, subcampeón del mundo en China 2019. “Sabemos que personalidad tiene cada uno, que momentos requiere cada uno en distintas situaciones y eso es algo que se ve totalmente dentro de la cancha. Tampoco hay egoísmo. Si en un partido a uno le toca meter 20 puntos estamos todos contentos. Buscamos todos el mismo objetivo común y más llevándonos de esta manera”, resume.
Otra de los factores claves que describe sobre este equipo que dirige Prigioni es que no interponen los egos. Reconoce que Facundo Campazzo es el guía y al que responden en los momentos de mayor presión por su forma de comportarse y trabajar. “Es el motor y la cabeza de este grupo. Al que vamos a seguir siempre. Pero también está en su ser, en su personalidad, desprenderse de ese estrellato. Hay partidos en donde se destaca otro y estamos todos contentos por esa persona – explica - Todos tratamos de incluirnos de la forma que sea. En mi situación, tal vez sea haciendo alguna jugada defensiva y me lo celebran de la misma manera que si lo vemos a (Nicolás) Brussino metiendo cinco triples, a Luca (Vildoza) dando asistencias o al Tortu (Gabriel Deck) corriendo la cancha".
- ¿Cómo analizas lo hecho hasta acá en el Preclasificatorio Olímpico?
- Jugamos todos los partidos con la misma intensidad, más allá del rival que esté enfrente. Nos hemos encontrado con dos realidades distintas. El primer partido en Bahamas, con un equipo fuerte, acaparado por tres figuras principales. Antes de ayer fue una situación distinta frente a Cuba. Ahí nos sentimos más sueltos, respetando la filosofía que venimos trabajando todo este tiempo. Estamos en una muy buena situación. Tuvimos altibajos. Sabíamos que no iba a ser fácil. Esto no es una recta que va siempre para arriba. Uno tiene momentos buenos y malos. Creo que estamos en el momento justo para ajustar esos últimos detalles para estar de la mejor manera en la recta final.
- ¿Lo viven con una presión extra este torneo?
- Presión hay todos los partidos. Ya aprendimos a convivir con ello. Lo tratamos de llevar de la mejor manera. Vamos a salir a ganar todos los partidos, más allá de los condimentos extras que pueda haber.