Un muerto y tres heridos, uno de gravedad, fue el saldo de un ataque a tiros cometido el  viernes por la noche en el Fonavi Parque Oeste, en Rouillón y Cerrito. Este es un sector que sufrió un agravamiento de los hechos de violencia en las últimas semanas en el marco de una disputa territorial entre grupos dedicados a la venta de droga al menudeo según los investigadores.

El atentado a tiros tuvo lugar al atardecer en Pasaje Acuña al 5700 ( una arteria que corre entre Cerrito y Riobamba) , y entre Pedro Lino Funes y Rouillón. Los peritos que examinaron la escena dieron cuenta del hallazgo de vainas de tres calibres distintos, por lo que no descartaban un escenario con intercambio de disparos.

Según fuentes policiales, un grupo de personas se encontraba frente al monoblock N° 17 tomando una cerveza cuando pasó un “vehículo gris” del cual partieron disparos que impactaron en tres varones y una mujer. Los cuatro fueron trasladados al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) con autos particulares.

Fuentes policiales indicaron que el sábado por la mañana los médicos declararon muerto a Nicolás Acedo, de 24 años. El joven recibió un disparo en la cabeza y al ingreso debió ser intubado ya que se encontraba en estado crítico.

En tanto, fue derivado a sala de terapia intensiva Juan Manuel A. (24), que sufrió un balazo en la zona lumbar, confiaron fuentes del caso. Melina Soledad (35) y Ezequiel Andre V. (22) sufrieron impactos en un glúteo y abdomen, respectivamente, y en principio no corrían riesgo de muerte, agregaron.

El ataque homicida está bajo investigación de la fiscal Marisol Fabbro, y las hipótesis preliminares apuntan a un conflicto territorial por la venta de drogas. Y mencionaron que la mujer herida es familiar de un referente de “la banda del Tripi” que actualmente purga una condena por narcotráfico.

El martes de esta semana, a escasos metros de este lugar, se registró otro ataque del mismo tenor, que dejó tres heridos, uno de gravedad. En la tarde del lunes  14 de Agosto , una balacera ocurrida en la misma zona de Rouillón y pasaje Acuña, generó una situación de temor y angustia en un club de barrio ubicado a escasos metros, donde cerca de un centenar de niños practicaban fútbol. El feroz tiroteo, que dejó como saldo tres personas heridas de gravedad, generó pánico en el predio, lo que hizo que mientras dos hombres armados huían del lugar, chicos y adultos salieran corriendo en busca de refugio contra las balas.

El intento de homicidio, que tuvo como víctimas a tres hombres de entre 28 y 32 años, tuvo fuerte impacto en el Club Infantiles Rosarinos, ubicado en Roullión y Riobamba. Alberto, papá de uno de los chicos que practicaba fútbol, contó que se escucharon entre diez y doce disparos, y que tras esos estruendos quienes se encontraban en la institución corrieron a refugiarse en un galpón, que hace las veces de galpón para estar a salvo de las balas." Eran las siete y media. Nuestros hijos practicaban fútbol y de golpe empezó un tiroteo terrible. Se veían los fogonazos. Los que dispararon las armas comenzaron a correr y ahí se produjo el desbande de los chicos. Además del temor que sentimos, fue muy triste ver salir a los niños por los agujeros del tejido perimetral. Este es un club humilde. Los chicos se aferraban a sus padres y agarraban como podían la ropa”, recordó Alberto.

El testigo contó que el club tiene un galpón que hace las veces de depósito y también de salón de actos. Ese fue el lugar al que todos corrieron en busca de resguardo. “Nos metimos todos ahí, tratamos de contener a los pibes, en ese momento habrá habido unos cien chicos de categorías 2012 a 2018. Lo más atemorizante fue que antes de poder ingresar ahí, alcanzamos a ver a los tipos que dispararon. Eran al menos dos, los vimos con las armas en las manos, calculo que serían (pistolas) 9 milímetros. Fueron momentos muy terribles, con mucha angustia. Me fui a casa casi llorando”.

El tiroteo sorprendió a la comunidad del club en una hora de mucha circulación de gente. Había alrededor de cien chicos, de entre cinco y diez años, repartidos por sectores dentro de la cancha. También había gente adulta, en su mayoría padres que venían a buscar a sus hijos porque la balacera se desencadenó cuando estaba por terminar uno de los turnos.

Además, el 19 de julio sicarios quisieron dar muerte a un hombre de 47 años que sufrió un balazo en el abdomen mientras estaba en Pedro Lino Funes y Cerrito.