“La elección en Bahía está abierta”, sintetiza Susbielles a partir de los números, casi una semana después de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del pasado domingo. Confiado en una buena elección del peronismo en la cabecera de Sexta sección, el candidato habla con BuenosAires/12 y afirma: "Nuestro proyecto es el mejor”.
En Bahía Blanca, la ciudad más poblada del sudoeste bonaerense, se dio claramente una elección de tercios, como a nivel nacional. Medido por espacio, primereó Juntos por el Cambio con 33 puntos, muy cerca de Unión por la Patria que sumó 31 y La Libertad Avanza con 27. Medido por candidato, el libertario Oscar Liberman obtuvo 42 mil votos, seguido del Presidente del Consorcio de Gestión del Puerto, Federico Susbielles, con 38 mil. La interna cambiemita estuvo particularmente reñida: apenas mil votos separaron a la bullrichista Nidia Moirano, finalmente vencedora, de su rival larretista, Andrés De Leo.
En octubre competirán por el sillón de intendente los tres contendientes: Nidia Moirano, elemento central en el dispositivo de poder de Gay, el candidato de UxP y presidente del puerto, Susbielles, y el docente de economía y libertario, Liberman.
Bahía Blanca viene de dos gestiones consecutivas de Héctor Gay, un periodista del grupo La Nueva Provincia, que antes había sido diputado por la Sexta sección y que ahora se presentó como candidato para acceder a una banca del Parlasur. En 2019, la PASO, también contra Susbielles, se había definido a favor del intendente por apenas 2,6 por ciento, pero Gay logró estirar la diferencia a 10 puntos en las generales de octubre. Cuatro años después, el desgaste se acumula, la disputa interna siempre deja huella, el candidato es otro y Susbielles se ilusiona con recuperar para el peronismo la ciudad que esa fuerza supo gobernar entre 2003 y 2015.
--¿Por qué dice que el proyecto de Unión por la Patria es el mejor?
--Porque es un modelo de gestión y desarrollo articulado, concreto, y comprobable. Ya lo hicimos en el puerto y funciona muy bien. Ahora queremos replicar en la ciudad lo que ya hicimos en el puerto. Para eso redactamos una plataforma, que tiene más de 200 propuestas, articuladas en 16 ejes temáticos, que incluyen el aspecto ambiental, las relaciones con la comunidad. Bahía Blanca es una ciudad académica, tiene dos institutos científicos. ¿Cómo no vas a buscar sinergias con la comunidad universitaria? ¿Cómo no vas a pensar el desarrollo regional a partir de esos elementos? Bueno, ese es el modelo que planteamos, el que ya aplicamos en el puerto.
--¿Cuál es la situación del puerto?
--Vive un gran presente, a la gestión portuaria tradicional le agregamos el enfoque en sustentabilidad ambiental y una relación armónica con la comunidad. El crecimiento portuario, al final del día, tiene que favorecer el desarrollo y la felicidad de la gente que vive a su alrededor. Los años 2021 y 2022 fueron record. El año pasado por primera vez superamos los 30 millones de toneladas, provenientes tanto del complejo petroquímico, que es el quinto a novel mundial y obviamente del complejo agroexportador. Transitamos el segundo año de un plan quinquenal de obras por más de 100 millones de dólares con recursos propios para renovar y poner en valor instalaciones y equipamiento, con los mayores estándares disponibles de seguridad y tecnología. Somos el único puerto del país y el tercero en América Latina, con un área de innovación, Smartport.
--¿Y cómo se integran el puerto y la comunidad?
--Recuperamos el paseo portuario, al que la gente viene los fines de semana, a conocer la oferta cultural y gastronómica. Se llena de pibes, hay bicicletas gratuitas para que lo recorran. Hicimos la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino, por la que pasaron 320 mil personas. Tenemos un foro, “Puerto abierto”, donde participan 200 instituciones de la sociedad civil, para proponer y trabajar conjuntamente. Ingeniero White es una localidad que fue históricamente postergada. El puerto empezó a saldar eso, con asfalto, iluminación, equipamiento de salas de primeros auxilios, por ejemplo. También desarrollamos un programa llamado "Mi puerto", para que los chicos de las escuelas y los jardines de infantes puedan navegar y recorrer la ría. Históricamente, nuestra ciudad vivió de espaldas a la ría. Estas son visitas educativas, para que cnozcan el puerto y su funcionamiento. Uno no puede amar lo que no conoce. El primer paso es que lo conozcan.
--¿Qué visión tiene?
--Por distintos motivos, en los próximos 5 o 10 años, Bahía Blanca va a recibir una cantidad enorme de inversiones, por el puerto, las universidades, el polo petroquímico. Va a haber crecimiento, pero eso necesita un plan rector, necesita planificación y articulación. Acá ya ocurrió lo contrario. Durante los últimos 40 años llegaron muchas inversiones, ¿pero los bahienses vivimos mejor? No. Vaca Muerta y el gasoducto Néstor Kirchner ponen al puerto de Bahía Blanca otra vez en el centro de la escena nacional. Hay proyectos muy importantes en carpeta, como el de licuefacción de YPF Petronas, que va a duplicar la capacidad de producción de gas licuado en Argentina, con una inversión de 50 mil millones de dólares en tres etapas. Otro de ampliación de Profertil y de Transportadora de Gas del Sur. Todo eso nos pone a las puertas de un escenario histórico y la región tiene que prepararse.
--¿Por ejemplo?
--Para desarrollar todo esto van a venir 15 mil trabajadores de la construcción a la ciudad, vamos a volver a recibir una corriente migratoria fuerte. Esto requiere infraestructura para recibirlos, estrategias para que esa demanda se vuelque sobre nuestras pymes, que van a requerir formación y calificación. En las últimas décadas recibimos un flujo de inversión importante, aunque mucho menor que el próximo, el aporte de la ciudad al PBI nacional creció, pero nuestra calidad de vida, en cambio, se deterioró. Tenemos problemas estructurales: 55 por ciento de calles de tierra, con el cordón sur de la ciudad está abandonado. Hace un siglo teníamos una visión de la ciudad como gran capital, que lo tiene todo. Eso se perdió y hay que recuperarlo.
--¿No tiene esa visión el Gobierno local?
--Hace años que estos temas no son incorporados a la agenda del municipio. Hay intendentes que buscan sacarse responsabilidades de encima, que se ciñen estrictamente a lo que tienen delante, lo que es de su competencia estricta. Hay otros que tienen una visión más amplia, que asumen responsabilidades y buscan otros actores para articular soluciones. La ciudad necesita un intendente que se haga cargo de la agenda de los problemas y los intereses de los vecinos de Bahía Blanca.
--¿Y con qué proyecto antagonizan?
--Con el proyecto libertario, con el plan motosierra, con ese tipo de ideas. Son dos modelos de ciudad. Hay dos tercios del electorado que se cansaron de Juntos por el Cambio a nivel local. Ahora hay que definir qué proyecto de ciudad quieren los bahienses. El Conicet en Bahía Blanca, por ejemplo, contiene a 12 institutos científicos de primer nivel y es uno los grandes activos y orgullos de nuestra ciudad. Todos esos investigadores aportan investigación que mejoran los procesos de desarrollo económico y social de nuestra ciudad y toda la región, en materia de agricultura, agroindustria, energía, combustibles, ambiente, sostenibilidad y salud entre otros tópicos de relevancia. Esas cosas están en riesgo según las cosas que se están planteando a nivel nacional.
--¿Te juntaste con los otros dos precandidatos de Unión por la Patria?
--Ya hablamos, ya empezamos a coordinar tareas de campaña. Hay muy buen clima entre nosotros tres (N de la R: los otros dos fueron Leandro Nievas y el massista Sebastián Más). Creo que la PASO fortaleció al espacio, lo volvió más dinámico y más competitivo. Insisto, tenemos el mejor proyecto.