La primera misión robótica a la Luna de Rusia en casi 50 años, Luna-25, fracasó este sábado cuando la sonda se estrelló en el satélite terrestre durante una maniobra previa a su alunizaje, que estaba previsto este lunes.

Luna-25 había sido puesta en la órbita lunar el miércoles, tras haber despegado en la madrugada del 11 de agosto desde el Extremo Oriente ruso.

En principio, debía alunizar el lunes, pero según informó la agencia espacial Roscosmos, la comunicación con Luna-25 se interrumpió a las 14.57 (8.57 en Argentina) del sábado, tras el impulso de la sonda "para formar su órbita elíptica de prealunizaje".

Las medidas tomadas el 19 y 20 de agosto "para buscar el aparato y entrar en contacto con él", indicó la agencia, "no dieron resultado".

De acuerdo con los resultados preliminares de la investigación, precisó Roscosmos, el aparato "dejó de existir tras una colisión en la superficie lunar".

En los próximos días, concluyó el comunicado de la agencia, "una comisión interministerial" se encargará de averiguar "las razones" del incidente que causó "la pérdida" de la sonda.

Luna-25, la primera sonda lanzada por Rusia hacia la Luna desde 1976, tenía el objetivo de dar un nuevo impulso al programa espacial de ese país, que acumuló dificultades en los últimos años y que está aislado por el conflicto en Ucrania.

Según había admitido previamente el propio jefe de Roscosmos, Yuri Borisov, se trataba de una misión arriesgada: en junio pasado, Borisov había explicado frente al presidente ruso, Vladimir Putin, que "las probabilidades de éxito de estas misiones se estiman en un 70%".