Tras el asesinato de la destacada líder de la comunidad negra, María Bernadete Pacífico, el gobierno del Estado brasileño de Bahía revisó este domingo todos los protocolos para la protección de defensores de los derechos humanos.

“La muerte de una defensora de derechos humanos es una tragedia, más si ya ha sido amenazada. Un hecho como este necesita hacernos mejorar las medidas de protección y perfeccionar las acciones policiales en todo el país”, indicó el secretario de Justicia y Derechos Humanos de Bahía, Felipe Freitas, en una entrevista con Agência Brasil.  Según él, se está reforzando la seguridad de los activistas de la comunidad y la región. Los familiares de Bernadete fueron sacados del Quilombo Pitanga do Palmares, donde ocurrió el crimen, como medida de precaución.

Por su parte, un equipo del Ministerio de la Mujer estuvo en la ciudad entre el viernes y el sábado para acompañar los ritos fúnebres y las investigaciones en torno al asesinato de la líder afro. Para la cartera, se trató de un feminicidio y un acto de misoginia porque "es el odio a la mujer el que crea la base para este tipo de delitos".

“La ministra Cida Gonçalves nos pidió que fuéramos primero para solidarizarnos con la familia. Hablamos con el hijo de Bernadete, Jurandir Pacífico, para disculparnos en nombre del Estado brasileño", señaló la Defensora del Pueblo del Ministerio de la Mujer, Thaís dos Santos Lima, ante la prensa local. "También fuimos a decir que vamos a seguir de cerca el avance de las investigaciones para que este no sea otro crimen impune contra una líder”, enfatizó.

La muerte de una luchadora

María Bernadete Pacífico era muy respetada en los "quilombos" de Brasil -centenarias comunidades negras fundadas por esclavos fugitivos-. Fue coordinadora del Consejo Nacional de Quilombos (CONAQ), exministra de igualdad racial de la ciudad del noreste Simoes Filho y líder religiosa afrobrasileña. También había luchado porque se hiciera justicia por el asesinato de su hijo, Flavio Gabriel Pacífico dos Santos, otro líder comunitario asesinado a tiros hace seis años.

Según detalló en un comunicado el ministerio de Seguridad de Bahía, dos hombres que llevaban cascos de motocicleta irrumpieron en un centro de culto el jueves por la noche y la balearon. Los medios locales dijeron que Pacífico había reportado ser blanco de amenazas de agricultores, que tienen frecuentes disputas por la tierra con quilombos y comunidades indígenas.

Reacción gubernamental

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su "dolor y preocupación" por el crimen a través de su cuenta de X -antes conocida como Twitter- al enterarse del hecho. "Esperamos una investigación rigurosa", sentenció.

La ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco, vinculó el caso a la violencia religiosa, ya que los asesinos invadieron el "terreiro", como se llama al espacio con piso de tierra donde se realizan rituales afrobrasileños de umbanda y candomblé. "El ataque a terreiros y el asesinato de líderes religiosos de origen africano no es un hecho aislado. El racismo religioso es una faceta más de la conformación racista que estructura el país y necesita ser combatido a través de políticas públicas", explicó la ministra por medio de un comunicado.