Argentinos, que se perfila como uno de los animadores de este torneo, logró una resonante victoria 3-2 ante River. Con un buen funcionamiento colectivo y varios figuras destacadas (Gondu, Di Césare, Redondo, Villalba) el equipo de Milito fue claramente superior.
River, ya sin Beltrán, sin De La Cruz, con Enzo Pérez en el banco (entró en el segundo tiempo), con una dupla central (Funes Mori y Mammana) con poco entrenamiento dio demasiadas ventajas a un equipo que tiene claro su juego.
En el primer tiempo pasó de todo. A los 10 minutos Argentinos, que se había plantado para controlar el terreno y la pelota, llegó al primer gol con la vía que más martiriza a River, la pelota parada. En un córner desde la derecha cabeceó De Césare y a Armani le quedó la coartada del roce en Minissale para argumentar su falta de responsabilidad en la jugada.
El equipo e Milito manejaba bien la pelota en el medio y Kranevitter-Aliendo (los dos terminaron el primer tiempo con amarilla) se mostraban impotentes en la contención.
Sobre la mitad de la etapa River se paró un poco mejor, la pelota llegó más seguido a los dominios del colombiano Borja, y dos conexiones entre el colombiano y Palavecino volcaron el marcador. En la primera un centro de Enzo Díaz fue muy bien bajado por Borja de cabeza, y Palavecino de palomita estableció el empate. Un golazo.
El otro nació en un pase del volante para el delantero, quien se fue por el medio y cayó tocado por Arias. Echenique no lo cobró de entrada pero fue a revisar el monitor del VAR, y cobró lo que había sido obvio: penal. Lo tiró Barco, atajó el arquero pero la dejó boyando en el medio del área, y con el arco vació convirtió el mismo Barco.
Reaccionó Argentinos sobre el final de la etapa y con la bendita pelota parada en un tiro libre alcanzó el 2-2. Lo dejaron muy libre a Gondou y ante su remate cruzado fuerte y esquinado, nada pudo hacer Armani.
Otra vez Argentinos empezó a pisar fuerte en el arranque del segundo tiempo, y un error de Aliendro (que enseguida salió lesionado) le permitió a Metilli cruzar un buen pase para Goundou, que clavó su segunda conquista, el 3-2 que resultaría definitivo.
Hubo del final algunas llegadas más de los locales, y un par de buenas apariciones de Colidio que pusieron en apuros al local. Demichelis había mandado a la cancha a Colidio, Lanzini, Solari y Rondón para sumarlos a Borja, pero la suma de delanteros y volantes ofensivos no alcanzó para apagar la gran fiesta que se vivió en el Diego Armando Maradona.