Cuenta Dave Filoni que, durante el desarrollo de la serie animada La guerra de los clones, "debatió" con George Lucas sobre el origen de Ahsoka Tano. El primero creía Anakin nunca había tenido un aprendiz Jedi. "Anakin tuvo un padawan", terminó el asunto el creador del universo Star Wars. Y así fue como nació la togruta rebelde. Personaje que creció, mutó y cuya propia entrega podrá verse por Disney+ desde el próximo miércoles. Ahsoka, desarrollada por Filoni junto a Jon Favreau, sucede temporalmente en paralelo con The Mandalorian y espacialmente en alguna galaxia muy muy lejana. El nudo de la propuesta de ocho capítulos será la relación entre la mujer del título (Rosario Dawson) y Sabine Wren (Natasha Liu Bordizzo).
Son días de paz caliente para la nueva República. La amenaza emergente, y nuevo referente para el lado oscuro, es el Admiral Thrawn (Lars Mikkelsen). Aún no se recompusieron de la batalla de Edor y ya está dando vueltas un sujeto que emula a Darth Vader. Del otro lado aparece Ahsoka, quien pudo haber tenido a Grogu como alumno, pero finalmente optó para instruir a una mandaloriana. El tono de la propuesta, entre batallas con sables laser y empoderamiento intergaláctico, va a explorar una vez más el pasaje de la sabiduría. “Ahsoka es como una mentora. Es una samurái y está tratando de averiguar si es capaz de enseñarle a Sabine. ¿Será una buena maestra? ¿Sabine va a ser una buena estudiante? La lucha entre el maestro y el aprendiz es central en la serie”, sentenció Filoni.