El resultado de las PASO golpeó a las organizaciones sociales, que en estos días debaten cómo pararse ante el nuevo escenario de crecimiento de las candidaturas de Javier Milei y Patricia Bullrich, escenario en el que pesa además, como una señal horrible, el asesinato del militante Facundo Molares en la represión de una protesta en el Obelisco. Son días de parate en la protesta callejera, pero se trata de una calma en la que se va acumulando una mayor tensión, porque la devaluación del peso y su traslado a los precios agravó la demanda en los comedores populares, y el ministerio de Desarrollo Social no logra resolver sus problemas para garantizar los envíos de alimentos.
“Varias de las organizaciones que integran la UTEP no están recibiendo ningún tipo de alimentos. Estamos teniendo tensiones muy fuertes. No puede, en este momento, faltar asistencia alimentaria. Es jugar con fuego”, advirtió hoy el titular de la UTEP, Esteban Castro. Las organizaciones discuten si salir a la calle, mientras negocian una respuesta de la cartera a cargo de Victoria Tolosa Paz.
Desde la izquierda, la Unidad Piquetera tiene que ponerle fecha a una jornada de lucha que posiblemente se concrete entre el jueves y viernes de esta semana. “Aún no lo tenemos definido”, señaló el titular del Polo Obrero, Eduardo Belliboni. La protesta había sido pautada inicialmente para el viernes pasado, pero fue suspendida por el temporal que, el jueves a la noche, provocó graves inundaciones en los barrios sin infraestructura del AMBA.
La UTEP
La UTEP comenzó esta semana una campaña de afiliación, como camino para fortalecerse. Entre sus referentes hay evidentes diferencias internas; quienes hacen tareas más territoriales o tienen contacto diario con los barrios son más críticos que los del ala política, que remarcan que los anuncios prometidos por Sergio Massa para recomponer los ingresos, después de la devaluación, no se demorarán más allá de este viernes.
Los cortocircuitos entre el gobierno y sectores de la UTEP, además del Plan Alimentario, se extienden a recientes dificultades en el compre estatal por el que parte de los talleres textiles de las organizaciones populares dejaron de recibir encargos para confeccionar guardapolvos, demanda con la que sostienen sus puestos de trabajo.
El paquete esperado para los trabajadores de la economía popular incluye una suba del monto de la Tarjeta Alimentar, de la AHU y un refuerzo para el Plan Potenciar, que por ley es la mitad de un salario mínimo.
“Como el monto del Potenciar depende del aumento del salario mínimo, que es potestad del Consejo del Salario, creemos que el mecanismo para recomponerlo es el de una suerte de medio aguinaldo que sea acompañada, además, por una asistencia de emergencia a los comedores”, definió Daniel Menéndez, de Somos Barrios de Pie. El dirigente evaluó que, “en mayor o menor magnitud, va a haber una agenda de recomposición de ingresos” que jugará combinada con los acuerdos de precios con las cámaras empresariales.
Somos Barrios de Pie es uno de los movimientos que este fin de semana arrancaron con recorridas por los barrios para militar el voto a Massa. “Salimos a hablar con los vecinos, con los familiares de nuestros compañeros a partir de una posición de mucho respeto al votante que se fue con Milei”, dijo Menéndez. “La gente perdió 20 puntos de ingresos, tiene razones para el enojo. Hay que escucharla y apelar a una pedagogía de la esperanza. Porque no es posible hacer magia en dos meses; pero también hay que ser consciente de que las propuestas de Milei o Bullrich van a ampliar la pobreza y la desigualdad”.
El Evita también anunció que saldrá a hacer recorridos casa por casa. Por su parte, los movimientos que integran el Frente Patria Grande, referenciados con Juan Grabois, también harán campaña por el ganador de la interna de UP, aunque demandan incorporar al programa de UP las reivindicaciones de los que peor la están pasando. Cuestiones como el salario básico universal o el acceso a lotes con vivienda no pueden estar ausentes de la propuesta de UP, sostienen.
Unidad Piquetera
“Los reclamos de Unidad Piquetera están más vigentes que nunca, se ampliaron con la inflación y con las inundaciones en las que muchos de nuestros compañeros han perdido sus pocas pertenencias”, señalan las organizaciones sociales de la izquierda sobre la jornada de protesta suspendida para esta semana.
El sector se prepara así para volver a la protesta con una jornada de cortes por un aumento en el Potenciar Trabajo y en los envíos de alimentos a los comedores del Plan Alimentario. En su convocatoria, a las críticas al gobierno, Belliboni sumó una llamado a “enfrentar a los fascistas como Milei”.
Sin embargo, no participarán de la movida las organizaciones de la Coordinadora por el Cambio Social, donde se agrupa la izquierda independiente. “Estamos pensando cómo tener una intervención más fuerte, más activa, en los territorios”, explicó uno de sus referentes. Otra de las fuentes consultadas agregó que la lectura que hacen esas agrupaciones es que este es “un momento muy político en el que hay que apuntar a la multisectorialidad, a la unidad de los sectores y a no aislarnos”.