Si alguien pensaba que las PASO iban a terminar con las internas en Juntos por el Cambio, ya se puede ir olvidando. Los coqueteos de Javier Milei y Mauricio Macri volvieron a desestabilizar la alianza opositora. Poco después de que Elisa Carrió renunciara a su candidatura al Parlasur, desde la Coalición Cívica llamaron a terminar con la "ambivalencia", en un planteo que estuvo dirigido solapadamente al expresidente. Ricardo López Murphy pidió "jugar dentro de las reglas de juego" y hasta Alfonso Prat-Gay cuestionó a Macri. De poco sirvió que el exmandatario mandara a uno de sus hombres de confianza a anticipar que no piensa aceptar ningún cargo en un eventual gobierno de Milei. Hay una desconfianza instalada sobre qué hará el expresidente. Patricia Bullrich tendrá que estabilizar su campaña en este contexto de internas que no se terminan.
Le costó muy poco a Milei volver a acicatear la interna en Juntos por el Cambio. Bastó con que comunicara la buena relación que tiene con Macri mientras a Bullrich la ningunea y la ataca— y ofrecerle un cargo en su gobierno: “Si soy presidente, Macri tendría un rol destacado como representante de la Argentina. Sería una figura por encima de Cancillería y demás... un representante del país, no sé cómo se define, habría que crear la figura, pero creo que es alguien que puede abrir mercados", afirmó.
Cuando el mar de fondo se empezaba a amasar en Juntos por el Cambio, Macri mandó a Fernando de Andreis a rechazar el convite. “No hay ninguna posibilidad de que Mauricio acepte esa propuesta ni de que lo apoye", aseguró el exsecretario general de la Presidencia. Pero no bastó.
Siguen las sospechas
Los aliados de Macri no dejaron de sospechar del exresidente. Primero que nada, porque circula el rumor de que está ayudando a Milei. Lo publicó por ejemplo el sitio La Política Online: un compañero de bridge de Macri, Pedro "Pierre" Pejacsevich, sería uno de los financistas de Milei.
En segundo lugar, como contó en este diario Leandro Renou, hay empresarios que le escucharon a decir a Macri que Milei tambien es una opción para él. Las palabras concretas: “Si no gobiernan ellos (el peronismo), ni nosotros (Juntos por el Cambio), gobernaremos nosotros a través de Javier. Lo importante es el fin del populismo”, les habría dicho Macri. Es todo parte de su plan, les explicó. Por el cual el buscó que Juntos por el Cambio se aliara con Milei antes de las PASO y lo contuviera dentro del espacio. Esto llevó en su momento a varias internas incendiarias del espacio, que terminaron en un comunicado que rechazó la incorporación de Milei.
Demasiadas señales de que Macri está jugando a dos puntas como para que no estalle una interna.
Portazo y después
La primera señal fue, por supuesto, el portazo de Carrió el fin de semana: renunció durante el fin de semana a su candidatura al Parlasur. Si bien dijo que era por razones de salud, lo cierto es que es una forma de retirarle su apoyo a Bullrich, porque ya no la acompañará con su nombre y su foto en la boleta de octubre. Además, dejó trascender en off the record que el otro motivo son las fuertes diferencias con el acercamiento de Macri a Milei.
Después de la salida de Carrió, vino la posición oficial de la Coalición Cívica, que fue apoyar a Bullrich y no jugar a otros candidatos. Un mensaje que tenía un claro destinatario. "Fortalecer la unidad, pluralidad y propuesta de Juntos por el Cambio, integrar equipos y acompañar y trabajar por la candidatura presidencial de Bullrich. Trabajar por este proyecto es incompatible con especulaciones o ambivalencias personales. Debemos focalizarnos en sumar y representar a la mayor cantidad de argentinos para ganar en octubre y hacer un cambio profundo y duradero, que saque a la Argentina adelante. Estamos frente a la elección más trascendental de estos 40 años de democracia", afirmó el presidente de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro.
Del lado de Macri, su exsecretaria de Lucha contra la Corrupción (ajena) Laura Alonso le dio la despedida a Carrió: "Hace meses que viene mintiendo para dañar al Presidente Macri y a Juntos por el Cambio. Adios", le lanzó.
No obstante la Coalición Cívica no fue la única que reaccionó ante el juego a dos puntas. Ricardo López Murphy dijo que había que ser leales. "Esto implica respetar las reglas de juego y que los pactos son sagrados. Usted no puede jugar y, si va perdiendo, cambiar las reglas. Nosotros creemos en la lealtad y en la consecuencia con nuestras ideas, y llevaremos adelante con la mejor buena fe. Espero que todos actúen de esa manera: de modo leal", le advirtió a Macri.
A las críticas al exPresidente se sumó su exministro de Economía Alfonso Prat Gay, quien dijo que “Macri aseguró que iba a ser neutral en la interna y no lo fue”. Está claro que para Prat-Gay el que le está haciendo daño a Juntos por el Cambio es Macri: "Hay una especie de coqueteo con Milei que confunde mucho al votante", remarcó.
Reencauzar la campaña
Con Macri en un juego ambiguo y los portazos de aliadas, Bullrich seguirá intentando reacomodar su campaña. Esta semana recibirán un informe cuali-cuantitativo del voto en las PASO que le permitirá a su equipo ver a dónde pueden ir a buscar votos y eso realineará toda su estrategia de campaña.
Mientras tanto, esta semana se prevé que Bullrich busque más fotos de unidad: con los gobernadores electos que apoyaba a Larreta (Marcelo Orrego de San Juan, Claudio Poggi de San Luis) y con los bloques parlamentarios de Diputados y Senadores. Serán intentos de señales de unidad en un espacio que no deja de hundirse en sus propias internas.