Las importaciones de anteojos subieron un 157 por ciento en los primeros siete meses de este año, al ubicarse en 1.339.000 pares y armazones. Según la Cámara Argentina de la Industria Optica (Cadioia), no se hicieron controles de calidad, lo que pone en riesgo “la salud visual de la población”, en tanto que “impacta negativamente en las fuentes de trabajo del sector”. Norberto Fermani, presidente de la cámara, señaló que no hay regulaciones para determinar los estándares de calidad para distintos materiales ni sobre elaboración y procedencia de los productos. En el primer semestre de 2016 llegaron al país 520.675 anteojos y armazones, mientras que en igual periodo de 2017 la cifra aumentó hasta alcanzar 1.339.319.