"En este momento, casi toda nuestra economía depende de la relación con China. Se puede cancelar pero habría que cambiar la matriz económica de Argentina que está diseñada, principalmente, para el sector agroexportador", aseguró, Gustavo Ng, coeditor periodístico de la revista Dang Dai, que el viernes último ofreció en la Universidad Nacional de Salta una charla que giró en torno al paradigma de comunicación de la República Popular China.
Ng planteó esta cuestión como otra manera de ejercer la comunicación institucional al contrastar ese modelo oriental con el paradigma dominante en occidente, y en Argentina en particular. La charla se tituló formalmente “Cruzar la frontera con China, hacia un nuevo paradigma de comprensión del gigante asiático”.
Tanto la entrevista con Salta/12, como la conferencia de Ng en la universidad pública salteña tuvieron en común un disparador: las últimas declaraciones de Javier Milei, el candidato presidencial más votado en las primarias. "Las declaraciones de Milei acerca de China son puro impacto", opinó el co editor de Dang Dai, de origen cantonés, vasco y gallego. "Decir 'No me gusta China porque es comunista', es de una ignorancia muy grande", añadió, y aseguró que actualmente la República Popular "es tan comunista como capitalista".
Para Ng, las declaraciones del candidato de La Libertad Avanza "pegan en la gente porque llevamos muchos años de una campaña focalizada" de Estados Unidos contra el gigante asiático. "Cuando subió Donald Trump", recordó, "hizo del ataque contra China el centro de su marketing político". El periodista calificó las declaraciones de Milei como "delirantes y disparatadas". A su entender, "todo el anticomunismo de la ultraderecha tanto aquí como en Alemania e Italia" responde "a otros momentos" de ese tipo de administración de los recursos socialmente generados por la población en China. "Se ataca el comunismo de Mao (Tse Tung)", el líder que fundó la actual República Popular China en 1949, después de liderar períodos de guerras internas y externas con Japón.
"El efecto Milei es más simbólico que informativo", subrayó Ng, en alusión a una característica nacional: decir "comunismo" eriza a la mayoría de les argentines. Ng consideró que eso se debe a una tendencia a asociar de manera negativa el ideario comunista con la administración totalitaria de los recursos del Estado. "El tema con China es que te crea la paradoja", mencionó Ng. "Visto desde Argentina, el gobierno chino es dictatorial porque censura. Sin embargo, la población china apoya masivamente la gestión del Partido Comunista Chino", se explayó.
En la conferencia en la Universidad de Salta, citó como ejemplo las encuestas realizadas por una medidora de audiencias norteamericana respecto a la imagen del gobierno chino entre la población de ese país. "Lo que hizo Pew Research Center", recordó en la entrevista con Salta/12, "fue estudiar las expectativas de varios países de occidente para compararlas luego con las que circulaban en China. Explicó que durante varios años de indagación, la encuestadora nortaemericana encontró que "mientras la aprobación hacia el gobierno y esperanza sobre el futuro era cada vez mayor en China, en los países occidentales esa imagen de la gente era cada vez menor. En un momento dejaron de hacerlos" a los sondeos de opinión.
Según su sitio web, esa indagación se realizó entre 2005 y 2016, con respuestas muy favorables de las personas encuestadas en China respecto al manejo económico del gobierno. Oscilaron entre el 88 y el 97 por ciento de aceptación.
La relación con Estados Unidos fue otro de los temas abordados en la entrevista. Sobre la visita a China de Henry Kissinger el 21 de julio (figura política y secretario de Estado estadounidense durante las presidencias de Richard Nixon y Gerald Ford), Ng recordó que "dentro de ese país (Estados Unidos) hay grandes intelectuales, como Noam Chomsky, que no es pro chino, que advierten que no conviene el conflicto frontal porque el gobierno chino es hábil. Uno de los argumentos que circuló dentro del partido demócrata fue que al crecer el conflicto con China, la obligaría a comerciar con otros países y, por ese motivo, Estados Unidos dejaría de concentrar. De hecho", apuntó luego, "China comenzó a plantearse una política exterior mucho más abierta".
Ng adelantó que en los próximos meses será visible como "China comienza a plantear relaciones Sur-Sur" al privilegiar en sus vínculos comerciales a los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). El periodista agregó a su análisis que las trabas comerciales de Estados Unidos sobre China aceleraron esa estrategia que permanecía latente. "Kissinger, con cien años, les dice a los norteamericanos: empecemos a acordar con ciertas áreas porque tecnológicamente China todavía depende de Estados Unidos", por la industria de los semi conductores todavía más competitiva que la china.
En ese conjunto de países que comercia con el gigante de Asia, Argentina ocupa un lugar menor. En 2021, las exportaciones argentinas representaron para la República Popular China el 0,38 por ciento del total de sus importaciones de productos. Es información que proporcionan sitios como el Observatorio de Complejidad Económica. En cambio, ese mismo año, las exportaciones de productos argentinos hacia el país asiático representaron el 8,76% del total nacional, encabezado por porotos de soja (30 por ciento) y carne bovina congelada (28,3 por ciento). China era ya en 2021 el segundo socio comercial del país, después de Brasil. Ese posicionamiento no cambió en 2023, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos en su informe técnico sobre el intercambio comercial de junio pasado.
El paradigma de comunicación y el litio
"La censura es parte del manejo de la información en China, mientras que para nosotros es una violación a los derechos humanos aunque la ejerzan los medios hegemónicos", comparó el co editor de la revista Dang Dai.
En otro tramo de la entrevista, planteó una serie de argumentos que también formaron parte de su exposición en la Universidad Nacional de Salta. "Para los chinos es importante mantener la estabilidad social. Todos los sectores tienen que vivir en armonía, aunque eso no anula el conflicto. El Partido Comunista tiene muchas líneas internas, incluso posiciones enfrentadas", explicó. "El punto no es el conflicto", repitió, "sino los mecanismos para que eso permita la estabilidad. Para eso, en su paradigma de comunicación plantea abiertamente la censura, no la esconde".
Hacia el exterior la situación cambia y la imagen de China no mejora. "Hay dos tendencias en pugna al interior del gobierno de China", describió Ng. Mientras una facilita instituciones y fomenta el intercambio cultural, otra sostiene que "China avanza por sus negocios y su tecnología, y por lo tanto, no necesita otro tipo de comunicación", continuó detallando. Quienes adhieren a esa segunda posición, sostienen que "aunque los países no conozcan nada de China, a la alrga terminarán necesitado las inversiones chinas y el intercambio comercial", aseguró. "Van a terminar necesitando la tecnología china, como ocurre actualmente con el 5G".
Para el periodista, que este año fue galardonado por la Administración Estatal de Prensa y Comunicación del gobierno chino, uno de los desafíos es resolver cómo China se comunica, por ejemplo, con les argentines. "No puede hacerlo como lo hace con su público", aseveró. "La relación que tenemos los argentinos con la noticia y la información es crítica y el público chino no lo es", acotó. "Para nosotros es soberano, a nivel personal, ser críticos", insistió, "Venimos de la Ilustración, y criticar es pensar". En cambio, "no existe un paradigma crítico de la comunicación en China".
sobre el final de la entrevista Ng se refirió al litio en la política exterior china y la dimensión ambiental de sus empresas cuando extraen el recurso. "Lo que hace China con la civilización verde puede llegar a ser revolucionario", lanzó en alusión a la producción industrial del país para generación de energía a partir de fuentes renovables, como paneles solares y turbinas eólicas. "Las fábricas chinas producen por encima de la demanda en el país. Por eso el litio es necesario, aunque es probable que en cualquier momento aparezca un nuevo invento y genere la demanda de otros recursos", sostuvo.
"China se comporta como capitalista salvaje en los lugares donde explota litio, caso el norte argentino. ¿Hay discusiones internas en el gobierno de China sobre el impacto ambiental que generan sus empresas extractivas?", le consultó este medio a Gustavo Ng: "Dentro del Partido Comunista Chino las discusiones sobre energías renovables generan mucha polémica", respondió.
"Las empresas chinas se comportan según las reglas de los países donde extrae el recurso", explicó antes de cerrar la entrevista. "Se respeta la soberanía de cada Estado. China no quiere la guerra, quiere comerciar. Por eso, las empresas chinas pueden comportarse de maneras neoliberales en cada país donde se instalan, aunque después remitan esos recursos para mejorar la calidad de vida de la población en China".