El sábado 19 de agosto se cumplieron 78 años del nacimiento de Sandro, icónico cantante, músico y actor argentino. Miembro de los más grandes ídolos populares de todos los tiempos en América. En este contexto, miles de fans y allegados lo homenajearon y recordaron en su día. Entre ellos, su histórica jefa de prensa, Nora Lafón, que contó por AM750 cómo fue su primer acercamiento.
El homenaje de los vecinos
Como parte de un sentido homenaje al Gitano, desde las cuatro de la tarde del sábado pasado, se abrieron las puertas del famoso Castillo que diseñó el propio artista en el barrio porteño de Boedo, para celebrar el cumpleaños de la estrella con un evento.
En tanto, una hora más tarde, a las cinco, la hora señalada por Roberto Sánchez para saludar a sus fans en cada “Batalla del 19”, comenzaron los shows en vivo con la presentación del grupo folklórico Los Tabaleros.
Sandro en primera persona
Por otro lado, su histórica jefa de prensa, Nora Lafón, dio en este contexto una extensa entrevistada a la AM750 donde contó diversas anécdotas y detalles de la vida y personalidad del ídolo.
Por ejemplo, explicó que se conocieron cuando ella era productora en Canal 13, cuando el Gitano iba a bromear con los trabajadores antes de alguna entrevista o salir a cantar en los programas de televisión.
Fue en este contexto en el que tuvieron las primeras conversaciones. Así, un mediodía, cuando Lafón hacía su programa de radio, lo invitó al piso como invitado. Y nació una amistad. Luego de eso fueron a tomar un café y meses más tarde llegó un ofrecimiento.
“Fuimos generando una muy buena amistad. Cuando me dicen que quería que trabaje con él, les dije que no quería perjudicar la amistad. Lo pensé bastante. Finalmente, acepté. Fue mi mejor amigo. Es lo único que puedo decir”, comentó al respecto.
Un café con Sandro
En este punto de la entrevista, Lafón comentó las dificultades que había detrás de juntarse a tomar un café con Sandro. “Toda la gente se paraba a mirar. A veces, la cosa era lograr que donde fuéramos a comer, no le avisaran a los fotógrafos”, relató.
“También le gustaba ir a los grandes hoteles a comer, donde era más fácil conservar la identidad. Pero le gustaba compartir con los amigos. Después, los últimos tiempos, por su salud, estas cosas no se repetían. Pero igual nos quedábamos dos o tres horas después de que terminaba el show charlando con él”, finalizó.