La petrolera Tecpetrol avanza en un su programa de despido de personal y permitió el ingreso al yacimiento de dos camiones llenos de gendarmes para intimidar a los trabajadores. “Estamos en conciliación obligatoria. A los compañeros que hoy (por ayer) les tocaba trabajar desde hace algunas horas lo hacen al lado de gendarmes con itacas y palos”, dijo a PáginaI12 el titular del Sindicato de Petroleros Privados de Chubut, Marcos Gallardo. El gremialista aseguró que es una maniobra para presionar a los trabajadores, pues la firma, propiedad del Grupo Techint, ya tiene decidido enviar 260 telegramas de despido. El próximo lunes se realizará la última reunión pactada en el acuerdo de conciliación entre la empresa y el gremio, en tanto que esta semana habrá un encuentro informal entre las partes. “Nos quieren hacer creer que no hay vuelta atrás. La amenaza es directa. Nos dicen que hagamos los paros que hagan falta pero que nos la vamos a tener que ver con la policía”, aseguró Gallardo.
La empresa argumenta que no tiene ganancias con el precio actual del petróleo y que debe cerrar pozos. Pero para los gremios el recorte de personal tiene que ver con otros factores. “Hace dos meses se firmó en el Ministerio de Trabajo una adenda que permite la flexibilización de las condiciones de trabajo. Un camión cisterna, por caso, ya no tiene que ir con un chofer y acompañante. Se firmó con la condición de que se lo aplicaría para nuevas contrataciones y se mantendrían los puestos de trabajo actuales. Pero ahora quieren sacarse de encima empleados aprovechando la adenda”.
El sector viene registrando numerosos conflictos en materia laboral. La contratista San Antonio ya avanzó en los últimos días con 75 despidos. Las principales petroleras del país dejaron de invertir y dieron de baja la producción de los pozos y los equipos de perforación en la zona, lo cual potencia las pérdidas de puestos de trabajo. En Tecpetrol ya se habían realizado unos 20 despidos y en el gremio esperan otros 260 telegramas para las próximas semanas, una vez que finalice la conciliación. La última reunión sería a fines de agosto y hay margen legal para estirarla hasta la primera semana de septiembre. “Se justifican con que un barril de petróleo en torno de los 40 dólares no es rentable para sostener la producción. Pero cuando estaba a 150, no decían que había que repartir los beneficios con los trabajadores de los yacimientos”, aseguró Gallardo.
Los empleados de Tecpetrol habían realizado una toma pacífica a inicios de agosto, antes de comenzar la conciliación obligatoria. La situación terminó con un episodio de violencia entre los trabajadores y la policía de Chubut y la Gendarmería. Uno de los operarios que participaban de la acción gremial recibió un balazo de goma. El sindicato aseguró que las balas de goma se tiraron desde una camioneta de la empresa y no desde un patrullero policial. “Las noches en Comodoro son frías de verdad. Usamos dos pulóveres y un mameluco térmico ingnífugo que es como tener un acolchado encima. Eso fue lo que protegió al compañero”, indicaron en el gremio. En ese momento ya planteaban que las presiones policiales eran continuas.
Tecpetrol es el cuarto productor de gas del país y el quinto en petróleo. En la cuenca del Golfo San Jorge (Chubut y Santa Cruz) se produce prácticamente la mitad del petróleo que se extrae en el país. El yacimiento El Tordillo, concesionado a Tecpetrol, es el responsable de aproximadamente el 2 por ciento de la producción nacional de crudo. La petrolera del grupo Techint tiene otras tres concesiones en la cuenca San Jorge: La Tapera, José Segundo y Lago Argentino. En la cuenca Neuquina tiene cinco concesiones y otras dos en la cuenca Noroeste.
El grupo Techint reparte sus intereses en diversos países, y mientras encara inversiones en el exterior desinvierte en la Argentina. Tecpetrol opera áreas de extracción de hidrocarburos en Ecuador (cuenca Oriental), México (cuenca Burgos) y en Colombia (cuenca de los Llanos Orientales), en tanto que participa de explotaciones en Estados Unidos, Bolivia, Perú y Venezuela. En abril, el presidente Mauricio Macri participó de un acto en la planta de Tenaris en Bay City, Houston, por la puesta en marcha de una inversión de 1800 millones de dólares en una planta que producirá tubos sin costura. Al mismo tiempo, casi en simultáneo, la firma anunciaba suspensiones en la planta de Campana, provincia de Buenos Aires. “Tecpetrol invierte en otro lado, tiene otro negocio y con el Gobierno nacional acordaron llevar las inversiones a otro lado y, sin lugar a duda, vienen por nosotros diciendo que si no aceptamos los 300 despidos, nos ponen la Gendarmería. Pero se van a llevar una sorpresa porque nosotros estamos preparados para esto y mucho más”, planteaba a principios de julio el secretario general del Sindicato de Petroleros Privados de Chubut, Jorge Avila.