Los incendios forestales que asolan Grecia desde el sábado han destruido ya más de 43.000 hectáreas y se cobraron la vida de 28 personas, entre ellos 27 que se cree son inmigrantes irregulares y fueron localizados carbonizados en un bosque cerca de la frontera con Turquía.

El ministro de Inmigración, el conservador Dimitris Kairides, confirmó que un primer grupo de 18 fallecidos son inmigrantes y aseguró que esa tragedia "confirma los peligros de la inmigración irregular".

Todos los fallecidos eran varones, entre ellos dos niños, según declaró Pavlos Pavlidi, el forense que examinó los cuerpos. "Todos fueron encontrados en grupos de dos o tres a una distancia de quinientos metros, al parecer mientras intentaban escapar", señaló el experto médico.

Kairides no se pronunció sobre los ocho cuerpos localizados juntos en la zona de Dadia, ni sobre otro cadáver hallado esta mañana, y que se sospecha corresponden también a inmigrantes irregulares que habrían entrado a Grecia desde Turquía.

Además, ayer falleció un ganadero al intentar salvar a sus animales de las llamas, por lo que las víctimas mortales desde el pasado sábado ascienden a 28.

La ONG Alarm Phone, que recibe llamadas de alertas de migrantes en peligro en el Mediterráneo, alertó en la red social X (antes Twitter) que había recibido una llamada de auxilio de 250 inmigrantes atrapados en isletas en el río Evros, frontera natural entre Turquía y Grecia.

La zona de Evros es una de las más afectadas por esta nueva ola de fuegos que comenzó el sábado. Según las estimaciones iniciales del Observatorio Nacional Meteorológico de Atenas, sólo en Evros ardieron 38.000 hectáreas.

Los bomberos luchan en condiciones muy adversas por el fuerte viento contra 14 grandes frentes de incendios, según recopila el diario Kathimerini. El portavoz del Gobierno, Pavlos Marinakis, explicó que sólo este martes se han declarado 63 incendios, 14 de ellos en Evros.

"La combinación de las condiciones meteorológicas, es decir, el aumento de los vientos, el aumento de la sequía, pero también los numerosos frentes que se crearon en pocas horas, hicieron que la situación fuera muy difícil", evaluó. 

Uno de los incendios más graves es el que comenzó el sábado cerca de la ciudad portuaria griega de Alejandrópolis, donde se tuvo que evacuar el principal hospital de la ciudad.

En la localidad de Sapes, a 32 kilómetros de Alejandrópolis, han comenzado a evacuarse los depósitos de municiones para vehículos blindados, amenazados por el fuego.

"La situación es particularmente difícil. Si no se refuerzan los dispositivos anti incendios y los medios aéreos no llegan, muy rápidamente el fuego llegará a las plazas de los pueblos", ha advertido en declaraciones a los medios el vicegobernador regional de Grecia Central, Ilias Sanidas. En el municipio de Fyli, 15 kilómetros al norte de Atenas, Protección Civil ha dado la orden de evacuar varios asentamientos ante la cercanías de las llamas.

La Unión Europea ha anunciado que cinco aviones de extinción estacionados en Croacia, Alemania y Suecia se dirigen a participar en los trabajos de extinción, así como un helicóptero, bomberos y camiones cisternas desde República Checa.

Esos equipos organizados por el mecanismo de protección civil de la UE, se unirán a los aviones y equipos enviados desde Chipre y Rumanía. "Grecia ya ha vivido el peor mes de julio desde 2008 en cuanto a incendios forestales. La superficie quemada es mayor y los incendios son más intensos y violentos, destruyendo más superficie que antes", recordó el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic.