Argentina, Chile, artes escénicas. Esos son los tres elementos que intervienen en ArChiDrama, un encuentro que va por su 3° edición y tiene como principal objetivo tender puentes entre las nuevas dramaturgias argentinas y chilenas. La propuesta apunta a generar un diálogo, visibilizar a lxs creadorxs y rastrear las similitudes entre las dramaturgias que se producen a ambos lados de la cordillera: no sólo las problemáticas abordadas desde los textos sino también las estéticas y los lenguajes con los que se construyen las puestas.
La edición 2023 se está desarrollando hasta el 25 de agosto en el Centro Cultural Matta de la Embajada de Chile en Argentina (Av. Del Libertador y Tagle, ingreso por Plaza Chile). Las actividades son gratuitas y las entradas se retiran por orden de llegada.
La programación es breve pero intensa: habrá dos semimontados de obras chilenas que serán llevadas a escena por directores argentinos. Proyecto de vida de Emilia Noguera (Chile) cuenta con dirección de Juan Andrés Romanazzi (Argentina) y se presentará el viernes 25 a las 19 con un elenco compuesto por Pablo Rojas, Carolina Barbosa y Lucía Abineme.
El traje del novio de Felipe Zambrano (Chile) será dirigida por Lorena Romanín (Argentina) y se presentará el miércoles 23 y el jueves 24 a las 19 con actuación de María de Cousandier y Mauro Cappellacci. Las obras tienen una duración aproximada de 40 minutos y al finalizar habrá conversatorios para abordar las realidades de ambos países en materia de artes escénicas.
La dinámica consiste en cruzar textos y creadorxs a partir de una selección de dramaturgos que representen la producción escénica de su país y una curaduría de textos; los dramaturgos-directores de cada montaje son quienes se ocupan de definir el elenco. El encuentro en Santiago de Chile será del 10 al 13 de octubre y cada participante viajará al país donde se monte su material para producir un diálogo junto a colegas y espectadores.
ArChiDrama nació en el 2018 a raíz de una iniciativa de la artista y gestora cultural Florencia Bendersky. En diálogo con Página/12, cuenta: “Argentina y Chile están pasando por procesos de gran renovación en la creación de sus materiales. La dramaturgia chilena tiene una robusta estructura basada en sus procesos académicos y la argentina pasa por un proceso más biográfico, como una evolución del naturalismo. Las temáticas chilenas se modificaron luego del movimiento social del 2019 y eso dejó una profunda huella en la que aparece la memoria como eje. ArChiDrama convoca a reconocernos a ambos lados de la cordillera y componer un corpus territorial en donde palabra e imagen puedan articular un nuevo sentido y trama".