El apego de Patricia Bullrich al gobierno de la Alianza -del que fue ministra- es tal, que su solución para el problema de los robos organizados a comercios ocurridos en las últimas horas es declarar el estado de sitio. Así lo recomendó anoche durante una entrevista en la que intentó sembrar un clima de caos.
“El Gobierno tiene que pedir Estado de sitio”, agitó la candidata presidencial de Juntos por el Cambio al ser consultada sobre los asaltos masivos provocados por pequeños grupos de personas, en su mayoría jóvenes, y varios de los cuales fueron desarticulados y detenidos.
No es la primera vez que para Bullrich hay que hacer lo que hizo el radical Fernando de la Rúa en los días previos a la caída de su gobierno. Semanas atrás, la es ministra puso sobre la mesa de sus propuestas económicas la herramienta del “blindaje” financiero con la toma de más deuda internacional que agudizó la crisis económica.
Ahora, la receta frente a estos hechos de inseguridad es cometer el mismo error político que se cometió en diciembre de 2001 frente a la conmoción de los saqueos por motivaciones sociales, la declaración del estado de sitio.
Esa medida fue la que terminó de desatar el caos social que finalizó con 38 muertos en distintas ciudades del país por la represión policial y derivó en la posterior renuncia de De la Rúa.
Mano dura y Estado de sitio
“Si se pierde total y absolutamente el control y el Gobierno tiene que pedir Estado de sitio, lo tiene que hacer”, apuntó la dirigenta del PRO durante una entrevista por TN, luego de varios días de ostracismo tras la derrota electoral y de quedarse sin su tradicional agenda discursiva.
Hasta el momento, los robos organizados a comercios y supermercados fueron definidos por el Ministerio de Seguridad como casos con raigambre y origen en grupos de whatsapp de personas vinculadas a La Libertad Avanza, el partido de Javier Milei.
No obstante, Bullrich evitó hacerse eco de esas pruebas y no quiso acusar al dirigente ultraderechista. Por el contrario, desató un diagnóstico de caos social: “Si esto se desborda”, advirtió, “tendrá que llamar al Congreso y pedir medidas más drásticas frente a esta situación”.
“El Gobierno tiene que ordenarse”, atizó la candidata presidencial, retomando el tono de campaña y recurriendo a su slogan: el orden.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, asegura desde hace días que los robos organizados “no son espontáneos” y denunció que hay “una vocación” por parte de la oposición de “generar una suerte de conflicto" con lo que ocurre.
Hoy volvió a referirse al tema y adelantó que ultima la conformación de un comando específico para actuar con las cuatro fuerzas de seguridad en el conurbano bonaerense, aunque hasta el momento indicó que "no hay información fidedigna que permita identificar a los responsables" instigadores de los hechos.