Cuando el domingo, pasada la medianoche, se conocieron los resultados de las PASO a nivel nacional, que daban como ganador por más del 30% de los votos al ultraderechista Javier Milei de La Libertad Avanza, las dirigentas sindicales y territoriales volvieron a autoconvocarse para encontrar estrategias comunes de defensa de los derechos conseguidos tras años de luchas populares. En esta nota, Leonor Cruz, secretaria de Géneros y Diversidades de la CTA Autónoma, Dina Sánchez, secretaria General Adjunta de la UTEP y Yamile Socolovsky, secretaria de Géneros de la CTA T, analizan estos resultados y proponen acciones para que no nos devore el fascismo.
“El resultado electoral tiene que ver con la falta de respuestas por parte del gobierno de Alberto Fernández a las necesidades populares. La falta de coherencia entre el discurso y las acciones, el aumento de la pobreza y la violencia ligada al crecimiento del narcotráfico y una profunda insatisfacción por las deudas de la democracia, son quizás algunas de las explicaciones que se le encuentren al voto a la derecha”, dice Leonor Cruz haciendo referencia a las líneas políticas de su organización, cuya Comisión Ejecutiva Nacional se declaró en estado de movilización y asamblea permanente luego de las PASO.
“Las trabajadoras y trabajadores seguimos afirmando que donde hay una necesidad hay un derecho y que la justicia social es imprescindible para terminar con todas las desigualdades”, dice la dirigenta y afirma que está claro que si estos sectores han crecido en la posibilidad de proponerse como alternativa electoral es principal responsabilidad del actual gobierno que, aplicando las políticas neoliberales que impone el Fondo Monetario Internacional, han destruido las esperanzas de buena parte de la población que depositó su confianza en este gobierno en 2019. “En la semana anterior a las elecciones devaluaron un 11% y un día después, otro 22%. Eso impacta directamente en los ingresos del conjunto de los trabajadores y las trabajadoras”, expresa Leonor.
Por eso, Cruz plantea, en línea con lo que propuso su organización que desde la CTA y la Federación Nacional Territorial, consideramos imperante que el Gobierno lleve adelante la concreción de un inmediato aumento de emergencia para trabajadores formales e informales, activos y jubilados y de la economía popular; la urgente implementación del salario universal para garantizar sacar de la indigencia a 4 millones y medio de argentinos y argentinas; la inmediata convocatoria al Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil y el adelantamiento de las revisiones salariales de los trabajadores y trabajadoras con convenios colectivos; y medidas urgentes de congelamiento de precios y de castigo a los formadores de precios que especulan y agravan el deterioro de vida de gran parte de las trabajadoras y los trabajadores.
La dirigenta se refiere además al ajuste y a la represión como las contracaras de la democracia: “Mientras haya pobreza y hambre en nuestro país, no habrá una democracia plena. Mientras haya gobernantes que utilicen al Estado para reprimir, como lo ha hecho el gobernador Gerardo Morales al pueblo en Jujuy; el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta con el brutal asesinato de Facundo Molares; o como Patricia Bullrich cuando era Ministra de Seguridad, con el crimen de Rafael Nahuel y Santiago Maldonado, no vamos a poder profundizar la democracia”.
Y en relación a la agenda del feminismo popular, señala que el feminismo debe volver a encontrar la unidad de la clase como lo hizo en 2015 para poder sacar a Macri y aunque a veces suena reiterativo, dice, “necesitamos volver a encontrar esa unidad más allá de las individualidades de cada una y más allá de la agenda particular que cada una de nosotras en los espacios que estamos ya sean comunitarios o gremiales o sindicales o de las Centrales en que estemos, tenemos que volver a las calles en masividad como ya lo hemos hecho. Hemos marcado la agenda durante todo este tiempo, hemos demostrado un nuevo modelo de construir”.
Leonor afirma que ningún candidato habla de la agenda de las mujeres y las diversidades trabajadoras y que siguen reclamando el pago para las trabajadoras comunitarias porque señala que “este gobierno no quiso avanzar en los derechos de las compañeras porque tomaron la decisión política de pagarle al Fondo y seguir dejando invisibilizadas a las compañeras, cuando durante la pandemia, eran súper recontra imprescindibles y ahora salen como en una caza de brujas a ver cuál tiene el Potenciar Trabaja”.
“Lo que está avanzando en la Argentina es el fascismo y viene justamente por todas las reivindicaciones que nosotras como movimientos feministas, hemos podido conquistar en estos tiempos. Nuestra gran agenda tiene que ver en parte con la tarea de cuidados, con la reforma judicial, con terminar con la precarización laboral, con terminar con las violencias. Creo que ahí el feminismo tiene una tarea como siempre, histórica, protagonista y fundamental a la hora de marcar la agenda al Gobierno que viene y a este gobierno. Si hemos podido ganarle a la derecha y arrebatarle el derecho de poder decidir con la ley del aborto, podemos. Tenemos que ponernos a discutir la redistribución de la riqueza en este país y el modelo productivo. La agenda de cuidado nos pone a discutir no solamente cómo visibilizamos a las compañeras de los territorios o cómo los varones se hacen cargo de la corresponsabilidad del cuidado sino justamente la distribución de la riqueza y el sistema productivo en la Argentina que está basado en que nosotras hagamos horas y horas de trabajo que no son pagos”, dice Cruz.
Escuchar al pueblo
Dina Sánchez, Secretaria general adjunta de la UTEP, propone que en primer lugar hay que escuchar a nuestro pueblo: “Hubo un voto castigo y un voto de esperanza expresado en un candidato que nunca gobernó y que expresa el enojo que se vive cotidianamente. A la situación económica y social que desde el Gobierno de Macri empeoró, tampoco se le ha dado respuesta en los últimos años. Hay un hartazgo que es entendible y que se expresa justamente en ese voto. También nos parece preocupante que el candidato más votado sea uno que dice que la justicia social es una aberración y que quiere arrasar con los derechos y con el Estado”.
La dirigenta de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular explicó que desde su punto de vista, para enfrentar eso se necesita que el campo nacional y popular exprese un horizonte de futuro y que fundamentalmente tome medidas para cambiar la realidad concreta de la gente. “Dentro de Unión por la Patria, Juan Grabois cosechó más de un millón y medio de votos con la agenda de nuestro sector que es la de Tierra, Techo y Trabajo, hay una perspectiva de esos derechos que hoy no están garantizados y que requieren respuestas”, explica.
Desde la UTEP, dice Sánchez, se vienen haciendo asambleas en todos los barrios, en cada unidad productiva, en cada espacio sociocomunitario porque creen que es fundamental defender las consignas que han logrado, y están convencides que se necesita seguir dando la pelea por una democracia que avance con más derechos. “Pero para eso necesitamos que se vea y que se escuche lo que nuestro sector tiene para decir y fundamentalmente para hacer porque hace muchos años venimos construyendo una realidad diferente y planteamos políticas concretas que dan respuestas a algunos problemas que tenemos como país. De cara a octubre lo primero que necesitamos es que haya medidas efectivas que cambien las condiciones materiales de nuestro pueblo, la inflación galopante y la última devaluación dejan en una situación crítica a los sectores medios y populares. Nuestra política no puede ser solo decir que lo que está en frente es peor, precisamos que este gobierno de respuestas para este presente crítico y proyectos para un futuro distinto”, dice Dina.
Las tres dirigentas coinciden en que estamos viviendo un momento de crisis del sistema económico pero también político y de representación, pero acuerdan en que son los sectores populares quienes sostienen la estructura social: “Sin nosotras no se mueve la rueda, hoy lo sabemos: conocemos nuestra fuerza y poder en la sociedad. Esa es la gran diferencia desde hace unos años hasta acá. Creemos que es fundamental seguir trabajando por la unidad de los feminismos con el objetivo de aunar fuerzas para el reconocimiento de nuestro rol en la sociedad en general pero también para trabajar en una agenda común y sobre todo para defender lo conquistado”, dice Dina.
Y se suma a Leonor con las propuestas: “Nuestra agenda y nuestras demandas son muchas pero hoy hay una cuestión vinculada al reconocimiento de nuestro sector que es urgente, el reconocimiento a las tareas que realizan las trabajadoras de la economía popular, el reconocimiento de las tareas comunitarias de cuidado. Nosotras venimos planteando desde hace mucho tiempo la necesidad de un salario básico universal sin mucha respuesta por parte del gobierno: hay que entender con que no alcanza con que el feminismo esté presente en los discursos, necesitamos políticas concretas que avancen en nuestra agenda, que permita dar respuestas a nuestras demandas y que puedan medirse en resultados. No alcanza con que nos sumen a la foto ni que nos reconozcan discursivamente, necesitamos medidas concretas”.
En representación de la CTA T, su secretaria de Géneros Yamile Socolovsky, señala: “Las PASO dejaron un resultado muy preocupante, y un mensaje que hay que escuchar. Entendiendo que el voto a la derecha fue en gran medida un canal de expresión de la insatisfacción de necesidades y expectativas legítimas de los sectores populares, este resultado interpela a las organizaciones que entendemos que para dar respuesta a esa demanda es imprescindible profundizar la democracia, y fortalecer la capacidad del Estado para asegurar derechos, redistribuir la riqueza y mejorar la vida de les trabajadores”.
Para Yamile, la elección de octubre es decisiva y no admite medias tintas: “Exige decisiones claras de parte del gobierno que permitan aliviar la situación de nuestra gente y que movilicen una voluntad ciudadana capaz de frenar el cierre autoritario que hoy representan Milei y Bullrich. La convocatoria es a votar a Unión por la Patria y reconstruir desde allí un horizonte de esperanzas que dote de sentido a nuestra democracia. Es importante que el feminismo popular también atienda a esta llamada. Estamos claramente en el centro de los ataques de la derecha porque pudimos traer a la política la fuerza de la demanda popular y la movilización de masas”.
En sus palabras: “Con esa audacia y esa apertura hoy tenemos que poner en el centro la cuestión del trabajo y de la valorización del trabajo en función de la vida y no del capital. Agruparnos reconociéndonos en nuestra condición de trabajadoras, para dar batalla contra la derecha anti derechos, para seguir cambiando todo lo que hay que cambiar”.