En el conurbano bonaerense, donde desde el martes a la noche se mantiene el clima de agitación, los referentes barriales hacen una lectura: los saqueos tienen un perfil más cercano a la marginalidad que a la pueblada. Como se sabe, hay una especie de patrón: primero circulan versiones de que los robos son inminentes -gente que pasa por los comercios avisando que va a haberlos-, acompañado de publicaciones en las redes, muchas con imágenes de archivo como si se tratara de hechos actuales; más tarde, si la mecha prende, la ola crece mezclando hechos reales con inventados. En algunas localidades, se suma un extraño ruido extra, porque policías de la Bonaerense pasan por los comercios y avisan que no pueden garantizarles su seguridad, con lo que los dueños bajan las persianas, realimentando el circuito.
Esteban Castro -titular de la UTEP y habitante Moreno, el municipio donde el martes ocurrió el saqueo más violento, hace su lectura. La primera es que las movidas no son masivas. “La mayoría de los que hicieron punta son pibes que están en el narcomenudeo. Se combina la marginalidad de esos pibes con el agite de sectores políticos que todavía no logramos identificar bien. Es cierto que hay una situación muy difícil con el precio de la comida, eso es real, pero no estamos en la situación del 2001, por eso esto no se desmadra con todo el pueblo en la calle”. El dirigente conoce bien el territorio; su mujer, Mariel Fernández, es además intendenta de la localidad.
En Moreno fue saqueado un supermercado chino, en uno de los hechos más difundidos de esta semana, que incluyó el incendio de parte de su depósito. En medio de las corridas, ocurrieron además episodios de violencia en domicilios particulares, y un vecino le disparó a un saqueador que se metió en su casa cuando escapaba de la policía. El hombre recibió un disparo en el pecho y está hospitalizado, aunque milagrosamente está fuera de peligro.
En otras localidades, como 3 de Febrero y San Martín, agravó el clima de temor que efectivos policiales recorrieron zonas comerciales cercanas a asentamientos para advertir a los negocios que podían ocurrir robos. Por esta razón, en el barrio de Tropezón, que recorrió este diario, los dueños de los negocios bajaron las persianas por este motivo desde las once de la mañana. “Tenemos un supermercado Día en la cuadra. La policía pasó a decirnos que no podían garantizarnos la seguridad”, contó la dueña de uno de los locales mientras le ponía el candado.
Fuentes de la municipalidad confirmaron que recibieron la misma información de comerciantes de Loma Hermosa, y calificaron la medida como contraproducente. “Un delirio”.
Daniel Menéndez, referente de Somos Barrios de Pie y residente de Tres de Febrero, estuvo en Loma Hermosa y en Ciudadela, hablando con los vecinos y considera que “no hay nada espontáneo en los robos a comercios”.
“Me parece que hay quienes quieren prender fuego el país para hacerse del gobierno y encontraron el momento donde construir este escenario desestabilizador. Hay pibes y pibas que se prendieron, pero no fue a mayores, la mayoría de los vecinos no quiere esto y de hecho hay gente que intervino para frenarlo, la sociedad no está en esa”, sostuvo.
“Donde uno vaya, se encuentra el mismo modus operandi con mensajes por las redes para construir situaciones delictivas que buscan agregarle, a un escenario electoral crispado, una mayor zozobra. Porque esto ocurre cuando se sabe que en horas Sergio Massa va a acordar un desembolso importante con el Fondo, evitando una devaluación mayor, es público que se van a anunciar medidas como la suma fija, el aumento de la AUH, de la Tarjeta Alimentar”.
Coincidió con parte del diagnóstico Daniel Aguirre dirigente del MAR (Movimiento Argentina Rebelde). “A nosotros no nos parece que sean saqueos como en 2001. Hay caldo de cultivo por el sacudón inflacionario, sobre todo después de la última devaluación, pero no vemos que tenga una magnitud popular, sino más bien marginal”.
Los intendentes del conurbano, por su parte, denunciaron el uso de "falsas noticias” sobre presuntos saqueos, y advirtieron que esas acciones "tienen intenciones políticas" y "buscan alterar la paz entre los ciudadanos". Coincidieron en esta denuncia las municipalidades de La Matanza, Morón, y Quilmes, así como la de Escobar.