El exjuez de la Corte Suprema de Justicia Raúl Zaffaroni analizó el resultado de las elecciones en Ecuador y explicó su vinculación con la actualidad en la región. En este contexto, advirtió que “al colonialismo siempre le convienen Estados en situación de caos”
La columna de Raúl Zaffaroni
América Latina tuvo el domingo otras elecciones. Ecuador y Guatemala son dos actos electorales en los que es bueno reparar. En cuanto a Ecuador, Luisa González, la candidata del correísmo, obtuvo un tercio de todos los votos emitidos.
No obstante, habrá segunda vuelta en octubre. No sabemos qué puede suceder. Porque también en la elección del ahora presidente, el banquero Lasso, logró en segunda vuelta unir a todos los votos contrarios al correísmo y ganar la presidencia.
En este caso se discute una presidencia hasta el 2025, porque el electo deberá concluir el mandato de Lasso que decidió disolver el Congreso y llamar a elecciones ante la inminencia de su institución.
Cabe hacer notar que en Ecuador acudió a votar el 82% del padrón electoral. Una concurrencia muy alta. No es menor recordar que Rafael Correa está exiliado. Quien competirá es Daniel Noboa, hijo de Álvaro Noboa, también candidato a la presidencia sin lograr nunca llegar a esa.
No obstante, es propietario de más de 100 empresas y se calculó que tiene una fortuna de unos 1.000 millones de dólares. Tampoco es un empresario transparente, porque registrara varios problemas por evasiones fiscales y hechos no menores.
Desde Lenín Moreno, que llegó al Gobierno por el partido de Correa y lo traicionó ligándose con los intereses que representa ahora Noboa, el país fue sufriendo un incremento brutal de la criminalidad violenta, que llegó al máximo en la gestión de Lasso.
Al respecto, cabe observar que Ecuador era un país relativamente pacífico, pero que ahora, según algunos, alcanza a 24 homicidios por 100 mil habitantes por año. Es decir que la gestión de los presidentes que entregaron el país a manos de los intereses financieros lo llevó a un caos de violencia con un brote en la taza de muertes violentas.
Aunque esa brutal violencia alcanzó a candidatos en la elección del domingo, el pueblo no se privó de votar. Asistió a las urnas el 82% del padrón. Esperamos a octubre para ver el desenlace de la elección.
Pero en el caso del triunfo de González, que sería la primera mujer presidenta de Ecuador, no le envidamos la tarea. Noboa la tendría más fácil, porque seguiría la línea caótica y los muertos se seguirían acumulando.
No olvidamos que al colonialismo siempre le convienen Estados en situación de caos. Esa situación de caos imputa criminalidad organizada, como si esta cayera en un paracaídas, cuando todos sabemos que no pueden señorearse ninguna criminalidad organizada, si no es con la complicidad de un Estado que hace estallar por corrupción a sus policías con la participación de sus funcionarios.
Es posible que los banqueros sepan administrar bancos, pero cuando se les entrega un Estado, no parecen mostrar la misma amabilidad.