A la hora de pensar regalos para los niños y la niñas, las administraciones de Cambiemos despuntan el costado bélico de la creatividad. En el Día del Niño, la Municipalidad de La Plata logró superar los camioncitos de Gendarmería regalados por el gobierno porteño e instaló en la República de los Niños un stand con armas de guerra. Para Nora Schulman, directora ejecutiva del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Casacidn), la iniciativa “es una provocación a los chicos, en términos de intimidación”.
La cuestionada muestra tuvo lugar en uno de los sectores de la ciudad ubicada en la localidad platense de Gonnet, como una más de sus propuestas para celebrar el tradicional festejo del tercer domingo de agosto. La administración de ese predio está a cargo de Julio Garro, intendente de La Plata y uno de los hombres de Cambiemos de mayor confianza de la gobernadora María Eugenia Vidal
Debajo del cartel “Fuerzas Especiales Alacrán”, el grupo de élite de la Gendarmería comandada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fueron instaladas mesas y expositores en los que se colocaron, una debajo de la otra, ithacas, fusiles, lanzagranadas, ametralladoras, escopetas y armas cortas de distintos calibres.
También hubo escudos, vestimenta de guerra, material de entrenamiento, cajas con granadas y detonadores, y camiones hidrantes. Todo lo que esa fuerza de seguridad utiliza para vigilar y castigar.
En diálogo con Página/12, Schulman no solo repudió la muestra sino que puntualizó que “no está claro cuál es la relación entre el Día del Niño y la Gendarmería”. Además, recordó que esa fuerza de seguridad había tenido un programa con el que alistaba a niños y les brindaba un “adiestramiento cuasi militar”. Se trata de Gendarmería Infantil, un proyecto que funcionaba en provincias del norte argentino y que debido a largos cuestionamientos fue dado de baja en 2012, durante el gobierno de Cristina Kirchner.
Desde el Foro por la Niñez no solo expresaron su “repudio” a la iniciativa sino que también manifestaron su “tristeza y desconcierto” por el tipo de propuesta. “Han desplegado sus armamentos y sus vehículos y les permiten a los niños y a las niñas jugar con ellos como parte de los festejos”, cuestionó el organismo integrado por Abuelas de Plaza de Mayo, la Comisión Nacional por la Memoria, el CELS, Ctera, ATE y una veintena de organizaciones que trabajan por los derechos de la infancia.
A través de un comunicado, el Foro recordó que el Día del Niño fue instaurado por la ONU “para afianzar lazos de fraternidad entre los niños del mundo” y sostuvo que, en ese sentid, las iniciativas debieran servir para “promover todos los derechos y desplegar acciones recreativas, lúdicas y deportivas”. Todo con un trasfondo pedagógico que apunte a “la construcción cultural de una niñez con valores de respeto al otro”. Esos derechos, “nada tienen que ver con las fuerzas militares y la demostración de armas”, como la expuesta en la República de los Niños, subrayaron.
El stan del Grupo Alacrán funcionó al lado de otros en los que distintas dependencias del Estado mostraron sus servicios, entre ellos los Bomberos, Defensa Civil y distintos grupos rescatistas. La propuesta fue más osada que los camioncitos de Gendarmería que el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires entregó en comedores con los que colabora la administración de Horacio Rodríguez Larreta.
La abogada Laura Taffetani, de la organización Pelota de Trapo, sostuvo que tanto la muestra como los camioncitos de Gendarmería son “la intención expresa” por parte del Estado de “legitimar una fuerza de seguridad en relación a los niños y niñas”. Este fenómeno, añadió en diálogo con Página/12, comenzó en la década del '90, cuando "frente al desprestigio de las tres fuerzas armadas, tanto Gendarmería como Prefectura empezaron a ocupar un lugar en las fuerzas de represión"; al punto que pasaron de custodiar las fronteras a ocuparse de temas de seguridad interna, como la vigilancia en los barrios.
“Gendarmería se mete con los niños con el pretexto de darles una educación en valores. Con armas de verdad o de juguete, quieren deslumbrarlos para hacerles la cabeza”, agregó Schulman. "Los niños no tienen que tener ninguna relación con las armas -concluyó-. Las armas las usan los adultos, y bastante mal usadas están.”
Por su parte, Taffetani recordó que la República de los Niños, creada en 1951 por iniciativa de Eva Perón como centro de formación cívica, fue “el icono de un modo de pensar el país hacia los chicos y las chicas”. Con el paso del tiempo, agregó, "la república dejó de ser lo que Evita soñó". Por eso, concluyó, el hecho de que hubiera allí una exposición de armas no solo “es doloroso” sino que también “es como mostrarnos en espejo este país que se está construyendo para los chicos y chicas”.