Con el objetivo de tratarlo en el recinto antes de fin de año, se presentó este jueves en la comisión de Industria de la Cámara de Diputados de la Nación, que preside el entrerriano Marcelo Casaretto, el proyecto de Ley de la Industria del Calzado y su Cadena de Valor.
Hubo legisladores de todas las provincias productoras, como La Rioja, Misiones, La Pampa y Córdoba, pero el encuentro tuvo un color bien bonaerense. Ocurre que el 70 por ciento de las 1.200 empresas del sector y sus 50 mil trabajadores están radicados en la provincia de Buenos Aires.
La autora del proyecto es la chivilcoyana Constanza Alonso y la redacción fue acompañada por los equipos técnicos del ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia de Buenos Aires, Augusto Costa, que estuvieron representados por la Subsecretaria de Industria, Pymes y Cooperativas, Mariela Bembi, y el Subsecretario de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones, Ariel Aguilar.
La ley contempla cinco capítulos: el fomento para desarrollar una cadena de proveedores locales en los próximos años, para sustituir importaciones y liberar dólares; la creación de un registro de importadores, que le dé mayor trazabilidad al mercado; y un blanqueo masivo para la parte informal del sector y sus trabajadores. Además, plantea la creación de un instituto del calzado para desarrollar nuevos diseños y materiales, y de cara al consumidor, la obligatoriedad de que el calzado deportivo tenga visible su fecha de fabricación y su precio baje gradualmente para alentar el consumo.
La mirada provincial
En la comisión, la ex ministra de Producción de la provincia de Buenos Aires, ex secretaria de Industria de la Nación y actual secretaria de Producción de La Matanza, Debora Giorgi, hizo un breve repaso histórico: “Todos tenemos presente lo que ocurrió en los años 2017, 2018 y 2019, pero también hay que recordar el proceso inverso, porque últimamente se escuchan muchas afirmaciones irresponsables. Allá por los años 2006, 2008, en las localidades del interior bonaerense, nadie creía que se pudiera desarrollar una actividad que no fuera agropecuaria, nadie se imaginaba otro destino para un galpón vacío. Así fuimos abriendo industrias como las que hoy hay en Las Flores, Chivilcoy o Coronel Suárez. Nos decían que no se podía”.
Enseguida recogió el guante Ariel Aguilar, subsecretario de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones, que tiene un pasado como fabricante del sector. “Una vez, de recorrida con Axel en 2019, yendo por la ruta 5, nos acordamos de Paquetá y él dijo 'la vamos a reabrir', al tiempo se presentó en la oficina Juan Recce con su proyecto. Si él quería abrirla iba a necesitar al Estado de su lado. Y acá estamos.”
Por su parte, Mariela Bembi, subsecretaria de Industria, Pymes y Cooperativas, resaltó la necesidad de encarar “la gran inequidad productiva que hay en toda la provincia” y “la necesidad de generar más empleo industrial en distintos puntos geográficos”. Resaltó que la ley “ata incentivos y objetivos”.
Trabajadores y empresarios
El presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, Alberto Sellaro, afirmó que la producción del sector el último año fue récord absoluto, con 130 millones de pares, y que el sentido de proyecto es afianzar esa senda, porque la historia de la industria “no ha sido lineal ni mucho menos”.
En la mesa, los representantes del sector empresario también afirmaron que “el 90 por ciento del calzado mundial se fabrica en Asia". China, por ejemplo, fabrica cada año tres pares por habitante del planeta. "Eso sucede porque la industria del calzado requiere escala y esta ley la promueve, no es un régimen de protección sino uno de promoción”.
De hecho, los empresarios aseguraron haber estudiado en detalle el calzado falsificado. "Los materiales son de mala calidad, pero la mano de obra es muy calificada, esta ley también es para que esos trabajadores, que son necesarios, pasen al sector formal”, aseguraron.
También participaron el presidente de la Cámara de Proveedores de la Industria del Calzado (CAIPIC), Hugo Álvarez, al presidente de la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (ADIBA), Silvio Zurzolo, el presidente de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA) y vicepresidente de CAME, Alberto Kahale.
Estuvieron presentes representantes de dos gremios centrales, el secretario general de los trabajadores del calzado, UTICRA, Agustín Amicone, y Héctor Delgadillo, en representación de Curtidores. “Nunca en la historia parlamentaria argentina, hubo una iniciativa vinculada a la industria del calzado, esta es la primera”, comenzó Amicone y arrancó el primer aplauso. “Esta industria tiene una particularidad: el 18 de diciembre de 2001, la cámara y el sindicato juntos”, dijo, tocando el brazo de Sellaro, a su lado. “Marchamos juntos para reclamar al gobierno de De La Rúa contra los cierres de fábricas”, recordó, a la vez que afirmó que Argentina exporta mil millones de dólares en cueros sin ningún valor agregado. "Ese monto se podría multiplicar por 5 y generar 40 mil empleos nuevos con esta ley, y nosotros no podemos negar la coyuntura”, concluyó.
“En la próxima elección se juega el futuro de esta industria, para que no ocurra lo de Córdoba, que tenía un polo industrial con 10 mil trabajadores y hoy apenas si tiene mil. Fue diezmado", completó Amicone. Apenas dos meses atrás, la capital mediterránea se anotició de que el edificio de la ex fábrica de calzado Lucas Trejo, popularmente conocido como "la araña" por su particular forma arquitectónica, será demolido para dejar su lugar a una escuela.
Héctor Delgadillo es vocal en la comisión directiva de FATICA, pero además es el primer director obrero designado en Fonseca, la curtiembre ubicada en Lanús, a partir de un acuerdo alcanzado hace apenas dos semanas, para que los trabajadores participen de las ganancias. “Somos primos hermanos de los trabajadores del calzado, porque somos sus principales proveedores de materias primas. Apoyamos esta ley, en defensa del empleo y la producción nacional, para salir adelante como país”.
El caso Paquetá
“Cuando cerró Paquetá en 2018, pasamos de la noche a la mañana a ser la quinta ciudad con mayor desempleo del país, no podemos permitir que eso vuelva a ocurrir”, señala la autora de la iniciativa recordando el caso de la firma de origen brasileño, cuya planta abrió en 2007 en el parque industrial local.
Permaneció cerrada entre 2018 y 2021, debido al combo letal de importaciones, caída de la demanda y altas tarifas de energía. En plena pandemia, un grupo empresario nacional reunió el capital para reabrirla, aunque con un volumen de operaciones menor.
Los chivilcoyanos pueden considerarse afortunados: de cada dos fábricas de calzado que cerraron durante el macrismo, sólo una reabrió. Empresarios de otros sectores, como el textil y el de maquinaria agrícola describen trayectorias similares. El diputado santafesino Roberto Mirabella presentó el de la industria de maquinaria agrícola, nucleada en CAFMA. Es similar al del calzado, que a su vez está inspirado en el automotriz.