El camionero condenado ayer a prisión perpetua por el femicidio de su expareja policía había amenazado a la víctima con que la iba a “partir al medio” cuando menos se lo imaginara y que ni se iba a “dar cuenta” del ataque, el cual fue planeado por él, quien se escondió en el departamento de ella, donde finalmente la mató de 18 puñaladas en octubre de 2017 en el partido bonaerense de Berazategui.
“Cuando menos te lo imagines te parto al medio. No te imaginás. No te vas a dar cuenta cuando esté cerca”, fue uno de los mensajes que le envió Sergio Maciel (46) días antes del crimen a la oficial Verónica Cordary, con quien tenía cuatro hijas.
El camionero la amenazaba con que si ella le negaba ver a las “nenas” se iba a “pudrir mal” porque él estaba “re loco”. “Así que pensalo bien”, fue la advertencia del femicida, quien le dijo que “podía pasar un año, un mes, lo que sea” para que él cumpliera con sus amenazas.
A su vez, durante el juicio que terminó ayer en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Quilmes se dio por probado que el ataque finalmente se produjo en el interior del departamento de la víctima, al que Maciel llegó antes que ella para esperarla allí escondido.
Para los pesquisas, desde que estaba separados, él no tenía llaves propias para ingresar al inmueble, sin embargo, es probable que la noche anterior él se haya apoderado de unas llaves de alguna de sus hijas, a las que había dejado a dormir en la casa de su madre, dijeron los informantes.
De esta manera, cuando la oficial de la Policía Local de Berazategui entró sola a su departamento fue sorprendida en el living por Maciel, quien le propinó 18 puñaladas que le provocaron la muerte.
Ayer, en un fallo unánime, el TOC 1 de Quilmes condenó a Maciel a prisión perpetua por el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género”.
La pena impuesta y el delito atribuido coincidió con lo que había solicitado en la etapa de alegatos la fiscal de juicio, María de los Ángeles Attarián Mena, mientras que la defensa planteó la inconstitucionalidad de dicho castigo basándose en tratados internacionales sobre derechos humanos, lo que fue rechazado por el tribunal.
El fallo se conoció esta tarde sin la presencia del ahora condenado, quien sólo estuvo presente en los alegatos de apertura y de cierre, y al pronunciar sus últimas palabras en las que pidió perdón a sus hijos y a la familia de la víctima. En el resto del juicio, que comenzó la semana pasada, el camionero pidió no estar presente, añadieron los informantes.
Durante el debate, la familia de Cordary no estuvo constituida como particular damnificada, por lo que la acusación fue impulsada solo por la fiscal Attarián Mena.
El femicidio de la oficial fue cometido el 22 de octubre de 2017, alrededor de las 16, en el departamento B16 1 B de un complejo habitacional situado en avenida Dardo Rocha, entre calles 17 y 18, en el barrio CGT de Berazategui, en la zona sur del conurbano, donde Cordary había residido junto a Maciel hasta unos meses antes.
Una fuente con acceso al expediente indicó que la oficial de Policía vivía actualmente con sus hijas y que desde su separación del padre de ellas lo había denunciado dos veces por "lesiones y amenazas", por lo que sobre el hombre pesaba una restricción de acercamiento.
"En una de esas denuncias, la mujer dijo que el acusado amenazó con matarla si la llegaba a ver con otra pareja", detalló el vocero consultado.
Según las fuentes, el día del crimen, mientras las hijas se encontraban en la casa de su abuela materna, ubicada cerca de la escena del crimen, Cordary fue atacada en el interior de su departamento por Maciel, quien luego escapó.
Los mismos voceros señalaron que fue un compañero de trabajo del camionero quien, luego de recibir un llamado telefónico de éste, se trasladó hasta el departamento y después de forzar la puerta junto a un vecino halló a la mujer apuñalada junto a la entrada, por lo que llamó al 911.
A partir de esta alerta, efectivos de la comisaría 1ra. de Berazategui se dirigieron hasta el lugar del hecho donde constataron que Cordary había sido apuñalada, por lo que convocaron a una ambulancia, cuyo personal médico certificó su deceso.
Y mientras los funcionarios policiales y judiciales se entrevistaban con los testigos recibieron una alerta de que Maciel se acababa de presentar en la seccional de la vecina localidad de El Pato, acompañado de un familiar y "todo ensangrentado".
Ante esta situación, quedó detenido y al día siguiente se negó a declarar ante la justicia; y solo volvió a referirse al hecho en las últimas palabras del juicio.
En tanto, el informe preliminar de la autopsia al cuerpo de Cordary indicó que ésta recibió 18 puñaladas en tórax, espalda y dorsales, una de las cuales le perforó el corazón y le causó la muerte por "taponamiento cardíaco".
Además, los médicos forenses detectaron lesiones en ambas manos de la víctima compatibles con signos de defensa, aunque la oficial no llegó a repeler el ataque con su arma reglamentaria, la cual fue hallada intacta.
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