Walter Wischnivetzky, actual Secretario de Gobierno de Mar Chiquita, se alzó con el triunfo en la interna de Unión por la Patria en ese distrito. Es el elegido por el histórico Jorge ‘Pitingo’ Paredi, quien gobernó el municipio en cuatro oportunidades. “Frenar la obra pública es un tiro en los pies, es un suicidio para el futuro”, asegura el funcionario que, por su cargo, tiene en su órbita la secretaría Obras Públicas. En el distrito de la quinta sección, UxP cosechó casi el 57 por ciento de los votos, más del doble que Juntos por el Cambio.
“Wini”, como se lo conoce en el pueblo, afirma que Mar Chiquita siempre militó la boleta completa aunque, en la tira nacional, UxP obtuvo 20 puntos menos que a nivel local y Kicillof también quedó por debajo del resultado municipal por cerca de 15 puntos. Lo que se evidencia, según el escrutinio, es que la mayoría de esos votos se dirigieron a La Libertad Avanza, ya que Javier Milei y Carolina Píparo se hicieron con 10 puntos más que su candidato a intendente.
—¿En esta campaña hubo que hacer una campaña más localista?
—No, siempre militamos la boleta completa. Para nosotros es importante la articulación entre el municipio, la Provincia y la Nación. La hubo en su momento en con Néstor y Cristina y hoy vuelve a suceder, no nos hacemos los distraídos. Axel nos dijo en la reunión con intendentes que rompimos la ley de gravedad, que se trabajó de abajo para arriba, eso es una característica de Mar Chiquita. En el 2009, cuando Néstor fue candidato en la provincia de Buenos Aires, Mar Chiquita fue la isla azul, cuando se perdió en Provincia y Nación. Lo mismo nos pasó en la elección del 2019 y en la intermedia del 2021, donde los resultados en toda la quinta sección fueron magros y acá no.
—¿Cómo se explica entonces el 56,91 por ciento que obtuvieron a nivel local?
—Nosotros hicimos muchísimas reuniones con vecinos e instituciones. Más de doscientas en cuarenta días que duró la campaña. Ahí se notó mucho reconocimiento a la infraestructura en deporte, en salud y mucho en educación con la mirada que tiene el gobernador hacia la educación en general y hacia el interior. Nosotros, en 44 meses de gestión, creamos once nuevos servicios educativos. Inauguramos dos edificios nuevos y tres están en construcción para nuevos servicios. Creamos una escuela secundaria técnica en la costa, que no teníamos, un instituto de superior formación técnica también en la costa, una escuela de educación artística que es una de las tres que se crearon en la provincia. Hubo una mirada muy generosa a la educación del gobernador.
—¿Había un desfasaje en la infraestructura educativa de Mar Chiquita?
—No lo había en Mar chiquita en general. Para que se comprenda, nuestro partido está divido. Nosotros hablamos de dos sectores, el mediterráneo y la costa. El mediterráneo, que es el eje de la Autovía 2, son las localidades de General Pirán, Coronel Vidal y Vivoratá, que son las históricas que contaban con la infraestructura en salud, educación y servicios. Pero en los últimos 20 años, creció explosivamente la costa de nuestro partido. Entonces, hace 20 años el eje del mediterráneo tenía 11 mil habitantes y la costa 5 mil, y hoy el mediterráneo sigue teniendo 11 mil y la costa 25 mil. Ese crecimiento hay que fortalecerlo y acompañarlo. Creamos la Escuela Secundaria Técnica N° 2 porque en Coronel Vidal había, pero en la costa no había oferta de secundaria técnica. Teníamos en Vidal el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica, y en la costa no había y por eso creamos el Instituto 238. Se fue igualando la situación, no fue que Mar Chiquita estaba atrasado.
—¿Cómo será la campaña de cara a las elecciones de octubre?
—Hay que hablar con los vecinos. Acá somos pocos y nos conocemos. Creo que hay que hacer un trabajo de llegar al cara a cara. Contar lo que se ha hecho y lo que viene porque es el principal desafío, al ser una elección distinta que las PASO. Ahora, la lista es de unidad, con más de 11 mil votos que hay que solidificar a través de reuniones, volver a hacer las doscientas reuniones y las que hagan falta para contar la importancia de que UxP se imponga en Mar Chiquita y tengamos a Kicillof de gobernador y Massa de presidente para seguir saliendo de esta situación heredada. El único espacio que piensa con igualdad de oportunidades es éste, ser disruptivo como siempre fue el peronismo, con una mirada lateral a los problemas. Ahora hace falta construir.
La obra pública y su rol en la salud
El partido de Mar Chiquita tiene una extensión de, aproximadamente, 300 mil hectáreas, con algo más de 33 mil habitantes. Wischnivetzky cuenta que en toda esa superficie hay siete efectores de salud y todos ellos son públicos. Está el Hospital Municipal y hay seis Centros de Atención Primaria (CAPS) que contemplan 13 guardias todos los días, algo que en distritos similares, o con mayor cantidad de habitantes no sucede.
En el plano electoral, una señal de alerta para todo el territorio provincial fue la performance libertaria en las últimas elecciones. A nivel local, el candidato libertario obtuvo el 15 por ciento de los votos, y en ese contexto, declaraciones de Milei sobre “acabar” con la obra pública son vistas por Wischnivetzky como un “suicidio”, dado el rol del Estado en acercar servicios a lugares donde la inversión privada no llega y en los que recién aparecen cuando hay una serie de condiciones estructurales, como caminos, establecidas por la Municipalidad.
Más allá de eso, no reniega de la inversión privada y cuenta el emblemático caso del doctor marroquí que está construyendo un policlínico en Camet Norte, unas playas que “le recuerdan a su Marruecos natal”.
El hombre elegido por Paredi para continuar los lineamientos de su gestión asegura que la mayor inversión del municipio está anclada en la salud: un tomógrafo de última generación, en convenio con PAMI, y un nuevo CAP en Santa Elena, donde levanta una nueva delegación en 2019 a raíz del crecimiento poblacional.
—La falta de médicos es un problema que excede lo estructural y ocurre en toda la provincia, ¿cómo lo abordó su gestión?
—Claramente el mayor déficit está en el recurso humano, a nivel general, no sólo en Mar Chiquita. Eso lo hemos saldado con trabajo e imaginación. Estamos ampliando los CAPs donde, por ejemplo, se construyen habitaciones y un office para que los médicos estén más cómodos cuando están haciendo las guardias. También estamos terminando con el Instituto de la Vivienda y con el ministro de Hábitat, Agustín Simone, 19 viviendas que van a estar destinadas al personal de la salud. Queremos que se vuelva al médico de pueblo, que se radique, viva en la localidad, con el histórico resultado que eso tuvo siempre. Acá tuvimos el caso del doctor Jorge Scala en Coronel Vidal, un tipo que iba a tu casa, trabajaba en el hospital municipal, y siempre estaba a disposición.
—Respecto de la Obra Pública, ¿cómo evalúa su posible desaparición como propone Milei?
—La obra pública es un motor de la economía, siempre lo fue. Pero, por sobre todo, es un igualador de oportunidades. Es así porque la obra pública no es la obra en sí misma, es la escuela, es un centro de atención primaria de la salud, un polideportivo. Acá lo vimos, son viviendas que, con el déficit de vivienda que había, el plan Procrear hizo muchísimas. Frenar la obra pública o desaparecer el ministerio de Obras Públicas es un tiro en los pies, un suicidio para el futuro de la Argentina.
—¿Dónde se visualiza la obra pública en Mar Chiquita?
—Ahora estamos próximos a inaugurar un nuevo acueducto porque varias localidades, como Mar de Cobo, La Caleta o La Baliza, no tenían recurso de agua potable para los próximos 50 años. Después de estar cuatro años parados entre 2015 y 2019, como estuvieron paradas 132 viviendas, el polideportivo y el natatorio, hoy estamos terminando el acueducto. Pudimos terminar el polideportivo en Santa Clara del Mar y estamos terminando, antes de fin de año, el natatorio cubierto y climatizado que se inauguraría en noviembre. También convenimos con el Programa Puentes, a cargo de Carlos Bianco, y hoy tenemos un Centro Universitario que ayuda al arraigo de nuestros jóvenes. A eso le sumamos la Escuela Municipal de Cine; estamos armando la de programación para que puedan trabajar desde su casa, acá en Mar Chiquita.
—¿Y hay inversión privada?
—Sí. Está pasando algo interesante en Mar Chiquita. A diferencia de Mar del Plata, que esta acá cerca, y ahí se hace uso y abuso de los dos hospitales regionales que, en realidad, son para todos. Pero como Mar del Plata nunca tuvo una mirada de inversión en salud municipal, los usa aún teniendo más efectores de salud privada. Nosotros, en San Clara del Mar, estamos incentivando la inversión privada y se está construyendo un policlínico que lo está haciendo un médico marroquí en Camet Norte, porque sus playas le recuerdan a Marruecos. Tras vivir 30 años vino a invertir acá y tomó dos compromisos importantes para nosotros: que cada médico que quiera trabajar en el sector privado debe trabajar en el sistema de salud público de Mar Chiquita y el otro es que se atenderá a todas las obras sociales, lo que descomprimirá nuestro sistema de salud. Será complementario.
—¿Por qué decide invertir en Mar Chiquita?
—Es resultado directo del crecimiento de la infraestructura y la calidad de vida en nuestra costa. Se ve la radicación de mucha gente que viene de Mar del Plata o del conurbano, lo que hace que un inversor privado piense en poner un policlínico acá, interactuando con el Estado para que tenga una mirada social. Porque la salud no es una mercancía y eso se da porque todavía hay vida de pueblo, con seguridad, tranquilidad y cada vez más servicios de la mano del Estado.
—¿Por qué cree que el candidato opositor más votado fue el de La Libertad Avanza?
—Así como hubo un reconocimiento a la gestión, hubo un castigo claro a la oposición que fue gobierno entre 2015 y 2019. Como fue un desastre a nivel provincial y nacional, lo mismo sucedió en Mar Chiquita. En el total de votos del partido, LLA salió tercero como fuerza. Pero sí hubo un crecimiento en la oposición que no era la tradicional de Juntos por el Cambio.