A cinco meses de la muerte de María Kodama, este jueves fue el primer Día del Lector en ausencia de la mujer reconocida a nivel mundial como “la gran cuidadora y divulgadora” de la obra de Jorge Luis Borges. Para celebrar este nuevo aniversario de su natalicio se organizó una recorrida por las obras de restauración del histórico edificio de la Biblioteca Nacional que el escritor dirigió entre 1955 y 1973, sobre México al 564 (San Telmo), y también hubo un homenaje a Kodama en la Cúpula del Centro Cultural Kirchner del que participaron sus herederos junto al ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer.
La restauración es algo así como un viaje en el tiempo: el palacio proyectado por el arquitecto Carlos Morra a fines del siglo XIX e inaugurado en 1901 se encontraba en estado ruinoso durante la asunción de Bauer en la cartera de Cultura en 2019, pero algo de aquella época dorada volvió gracias a estas obras: las tulipas de las arañas de bronce hechas de vidrio solapado a imitación de las originales, el escritorio en forma de herradura desde donde el autor de El Aleph ejercía su cargo de director en la institución, el reloj de pie con su péndulo, los pisos de roble y pinotea laqueados, la mesa en la que Borges convivía con los libros de su biblioteca personal para armar la obra completa que publicaría Emecé.
Durante el encuentro, Bauer declaró que era un día de profunda emoción y recordó: “Una vez vinimos acá con María Kodama, vimos el estado de deterioro, de destrozo y de abandono”, pero “aquí estamos otra vez, conmemorando el cumpleaños de Borges. En el Día Nacional del Lector y la Lectora, volvemos aquí valorando nuestro patrimonio. Ahí están los que hablan de dinamitar o presentan el plan motosierra; la motosierra es una herramienta diseñada para destruir, concretamente para talar la vida. Nosotros proponemos lo antagónico: la construcción y la valoración de la vida”.
En este contexto preelectoral y ante un auditorio donde estuvieron presentes destacadas personalidades del mundo literario como la historiadora María Rosa Lojo y el escritor Guillermo Martínez, el ministro subrayó el rol de un Estado presente a la hora de “cuidar el patrimonio nacional” y “defender la memoria” de los argentinos.
“No podríamos estar acá presentando este renovado Espacio Borges sin todo el trabajo de restauración llevado adelante por dos ministerios, el de Cultura y el de Obras Públicas: el Estado Nacional cuidando nuestro patrimonio y nuestra historia, defendiendo nuestra memoria. Nosotros vamos a seguir trabajando en este concepto de defensa de la vida y de la cultura de la solidaridad”, destacó el funcionario durante la ceremonia.
Por su parte, Valeria González –secretaria nacional de Patrimonio– informó que el espacio abrirá al público una vez que la obra edilicia integral termine a fin de año o a inicios de 2024: “Nos pareció importante hacer esta suerte de avant premier para mostrar que hemos concluido la restauración del Área de Dirección y Despacho, una verdadera proeza que abarcó no sólo la recuperación de revestimientos, yeserías, carpinterías y herrajes; también significó volver a dotar de vida, reactivar la memoria de una extensa familia de objetos, desde muebles icónicos como el escritorio curvo y el reloj maestro hasta detalles preciosos como el tintero o la lámpara de Paul Groussac”, quien fue el primer director de la Biblioteca Nacional.
La funcionaria señaló también los desafíos que se presentan siempre en la gestión del bien común a la hora de administrar los recursos que son necesarios para llevar adelante este tipo de iniciativas en pos de la preservación del patrimonio nacional. “Es importante dar testimonio de que logros como este sólo son posibles mediante otra proeza, quizás invisible para el ojo del público, y es la que llevan adelante quienes se enfrentan día a día con ese otro laberinto, el de los recursos para la gestión del bien común. Borges no es sólo un asunto borgeano; que cada vez más personas puedan disfrutar de su obra es el objetivo del programa Leer a Borges y es también el nuestro en esta obra de restauración”.
El trabajo estuvo a cargo del Equipo de Conservación y Restauración coordinado por Mariana Valdez e incluyó espacios icónicos como las bibliotecas giratorias parisinas y la sala Williams, un lugar impactante que continúa en restauración con sus estantes de madera bajo un antiguo vitreaux.
Otro de los presentes en esta recorrida fue el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, quien declaró: “Fue Tristán el principal responsable de que hoy estemos acá, cargados de orgullo y reconociendo a tantos trabajadores y trabajadoras que han puesto mucha profesionalidad y pasión para recuperar el patrimonio. Junto a todo el equipo de la Dirección de Patrimonio somos una rueda de auxilio a esa fuerza y a esa pasión con la que Tristán nos convenció y nos va a convencer para que después del 10 de diciembre esta obra se termine y terminemos de recuperar todo el patrimonio que la Argentina tiene”.
El otro punto clave del festejo se desarrolló en el Centro Cultural Kirchner, que también contó con la presencia de Bauer junto a Ezequiel Grimson (director del Centro Cultural Borges), Fernando Flores Maio (titular de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges) y Laura Roseto (directora del Centro de Estudios Jorge Luis Borges).
En el evento, además, se presentaron por primera vez en público todos los sobrinos Kodama, que hace menos de dos meses fueron declarados legatarios universales de la obra de Borges. Representados por la abogada María Victoria Kodama, leyeron una carta manuscrita inédita y expresaron la intención de reabrir el Museo Borges con un espacio dedicado a la relación que su tía mantenía con el escritor. El festejo formó parte de la Semana del Lector que se celebra en todo el país hasta el sábado.