Por pedido del fiscal auxiliar Jorge Viltes Monier y la fiscal auxiliar Mariana Gamba Cremaschi, la jueza federal de Garantías Mariela Giménez hizo lugar a la formalización de la investigación penal planteada contra Jessica Nahir Figueroa, en el marco de una causa por la muerte de una mujer que había ingerido cápsulas con cocaína, en junio de 2022.
La Procunar NOA acusó a Figueroa, de 32 años, como coautora de los delitos de "transporte de estupefacientes y homicidio agravado por criminis causae (para ocultar otro delito)", por la muerte de la ciudadana boliviana Yolanda Orozco, de 32 años de edad, que falleció por la rotura de una de las cápsulas de cocaína que transportaba en su estómago. Su cuerpo fue encontrado el 21 de junio de 2022, entre unos pastos, al costado de la ruta provincial 26.
La jueza Giménez dispuso también la prisión preventiva de Figueroa por entender que hay riesgo de fuga y podría entorpecer la investigación, como había planteado la fiscalía. También tuvo en cuenta la gravedad y la naturaleza del hecho.
En la audiencia de formalización de la acusación, la fiscalía recordó que el Ministerio Público Fiscal pudo determinar que el 19 de junio de 2022, Figueroa y Orozco, que había ingerido 74 cápsulas equivalentes a un peso de 749 gramos de cocaína, estaban realizando un viaje camino a ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, en la provincia del Chaco. Orozco, madre de tres hijos, y que hacía solo tres meses había recuperado su libertad, era utilizada por Figueroa para traer droga desde Salvador Mazza a la ciudad de Salta y luego al Chaco.
Cuando estaba en la ciudad de Metán, Orozco comenzó a sentirse mal, y por eso habrían desistido de seguir el viaje. Figueroa llamó al remisero Andrés Ángel Gutiérrez, cuya causa, también acusado por homicidio, ya fue elevada a juicio oral, para que las fuera a buscar a la localidad de General Güemes aunque luego acordaron que el encuentro sea en la terminal de ómnibus de Salta, de donde finalmente las retiró. De allí fueron a una casa que Figueroa tenía rentada en el macrocentro de la ciudad.
En esas circunstancias Orozco se despidió de su hija a través de mensajes vía WhatsApp y horas después falleció. La fiscalía resaltó que en ningún momento Figueroa intentó preservar la salud de la víctima, lo que podría haber hecho acercándose a un centro sanitario en Metán. “Lo único que le importaba era que no se descubriera el transporte de droga”, afirmaron los fiscales.
Señalaron que tras el fallecimiento de Orozco, Figueroa salió de la casa y comenzó a recorrer lugares buscando como "deshacerse" del cadáver. Así fue como junto al remisero llevaron el cuerpo hasta la vera de la ruta provincial, y lo abandonaron entre los pastos en una zona rural.
Tras arrojar el cuerpo, Gutiérrez llevó a Figueroa hasta la terminal de ómnibus, donde la mujer subió a un micro y huyó hasta el pasado miércoles 23 de agosto, cuando fue detenida en la terminal de micros de Córdoba por personal de la Policía Federal que revisó su documentación y descubrió que tenía pedido de captura.
En la audiencia el fiscal Viltes Monier explicó que Figueroa está sindicada como la persona que acompañaba Orozco, quien se encontraba en estado de vulnerabilidad y había sido captada para el transporte de estupefacientes bajo la modalidad de “capsulera”.
Sostuvo que Figueroa tenía un rol preponderante dentro de una organización narcocriminal dedicada al transporte de cocaína, concretamente desde Salvador Mazza, en la frontera con el Estado Plurinacional de Bolivia, hasta la ciudad de Presidencia Roque Saenz Peña. Detalló que esa ruta se hacía a través de viajes en colectivos de larga distancia y que era clave la utilización de personas vulnerables.
Una vez captada, la persona era conminada a ingerir cápsulas de cocaína, lo que, sostuvo el fiscal, convierte a Figueroa en la “garante” del traslado y la salud de la persona que transportaba la droga.
La fiscalía solicitó que Figueroa sea imputada por el "transporte de estupefacientes y por el homicidio" y que se disponga su prisión preventiva.