El Gobierno salió a responder a la marcha de todas las formas posibles. “Es una pérdida de tiempo. No nos lleva a ningún lugar”, lanzó el presidente Mauricio Macri, quien estratégicamente encabezó un acto con 200 jóvenes que accedieron a su primer empleo en una empresa informática. El mandatario también tuvo una reunión con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien sostuvo que la marcha tenía un “tufillo político en medio de un proceso electoral”. Triaca vio la marcha por televisión con integrantes de las 62 Organizaciones peronistas en lo que hubiera sido el cumpleaños de Gerónimo “Momo” Venegas. Luego aseguró que los reclamos sobre el empleo no se ajustan a la realidad: el Gobierno también recordó datos oficiales sobre el trabajo para intentar desmentir a los sindicalistas.
En el Gobierno, la lectura sobre la marcha no varió por el número de concurrentes o por lo encendido del discurso. Los macristas aplicaron a rajatabla su estrategia de contestar a los manifestantes con los votos cosechados en las PASO. Los macristas también leyeron con una sonrisa la ausencia de un importante número de gremios: lo vieron como un éxito de su estrategia de dividir a la CGT en negociaciones sectoriales y como un hecho para remarcar lo desgastada que está la cúpula.
La respuesta principal quedó en manos del Presidente, quien repitió en su discurso todos los tópicos que circularon en mails dirigidos a los voceros: primero, recordó los resultados de las PASO; luego, sostuvo que el Indec “nos contó que tenemos más pobreza que en Alemania. Esta es la verdad”. Rodeado de jóvenes que ingresaron a trabajar a la empresa Accenture, Macri pidió trabajar y “no movilizarnos como hace algunas horas vimos acá. Eso es una pérdida de tiempo. No lleva a ningún lugar”. “Lo que lleva es dialogar con los sindicatos, con los que resolvimos la reparación histórica, una parte del Impuesto a las Ganancias, los problemas en las obras sociales. Ese es el camino”, remarcó Macri, quien seleccionó estratégicamente los tópicos de la mesa de diálogo que la CGT abandonó.
“Ya para confrontar hemos perdido. Desde que ustedes y yo no habíamos nacido que la Argentina viene confrontando y echándole la culpa a alguien. Nos dicen que en un sótano en Nueva York hay gente pensando en cómo vamos a joder a la Argentina”, sostuvo Macri, quien pidió “no pelearse más con otro argentino”, rescatar “nuestro espíritu emprendedor y “ser felices sin complicarle la vida a los que tenemos al lado”.
Más temprano, Macri había estado con Triaca y otros ministros en una reunión de coordinación. Cerca de Triaca, sostuvieron que la marcha se trató entre otros temas, como ocurre en las reuniones de todos los martes. No obstante, Triaca fue el encargado de dar las principales estocadas a los sindicatos que hicieron la marcha. Como una imagen vale más que mil gremialistas oficialistas, Triaca se mostró junto a los integrantes de las 62 Organizaciones para festejar lo que hubiera sido el cumpleaños del difunto “Momo” Venegas, el sindicalista más cercano al presidente Macri, quien dejó a los macristas con un lugar vacante. Cerca de Triaca, indicaron que el encuentro había sido pautado con mucha anterioridad a la marcha.
Triaca consideró que “no queda muy claro el motivo de la marcha” y sostuvo que tenía “tufillo político”. Advirtió que la presencia de gremialistas que son candidatos opositores “tiñe cualquier reclamo”. “Esta movilización es innecesaria, es inoportuna, está más ligada a cuestiones políticas que a una cuestión concreta de reclamos”, indicó.
“El diagnóstico está muy alejado de lo que plantean estos dirigentes. Vemos que a partir del mes de julio de 2016 empezó a recuperarse sostenidamente el empleo en la Argentina y llevamos más de 180.000 puestos de trabajo registrados”, aseguró Triaca en línea con la argumentación de Macri sobre el Indec. Más temprano, habían dado a recordado los datos de julio del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA): hay 50 mil trabajadores más en el sector privado, que equivalen a un 0,8 por ciento y otros 43 mil en el sector público: un 1,4 por ciento. El dato a considerar es que la cantidad de monotributistas viene en ascenso: registró 60 mil nuevas personas que se sumaron a ese régimen y otras 40 mil que se sumaron al monotributo social.
“Cuando los reclamos están basados en un diagnóstico que no se refleja en la realidad, ahí es donde tenemos problemas”, sostuvo Triaca, quien invitó a los sindicalistas a “hablar con la verdad y sobre cifras reales”. “Hace menos de diez días que hemos visto un resultado donde la gente ha ratificado una voluntad de cambio en la Argentina”, sostuvo el ministro de Trabajo sobre las PASO, el mismo argumento que esgrimían los gremios que buscaron bajar la marcha de ayer y que, finalmente, no concurrieron. “Muchos dirigentes que hoy están reclamando, cuando les decían que había menos pobres que Alemania, no abrían la boca”, indicó, nuevamente, en sintonía con el guión que enhebró el Presidente.
Otros sectores del oficialismo salieron a reforzar la ofensiva sobre los sindicatos que marcharon. “La CGT peronista convocará a un paro para reclamar al gobierno de Macri por los 14 millones de pobres que dejó el último gobierno peronista”, lanzó el presidente del interbloque de Cambiemos, Mario Negri. El radical consideró que “hasta que reorganicen el PJ, algunos de la CGT y dirigentes gremiales K serán los encargados de desgastar al gobierno. Otra vez. Como siempre”. Por su parte, el diputado PRO Daniel Lipovetzky estimó que la marcha “tiene ver con la necesidad de resolver una interna”.