El público, alabando esa jugada espectacular, corea un nombre y el relator de TV sella la eufórica descripción diciendo que ese futbolista tiene una capacidad diferente. Por supuesto, asumimos que está hablando de un nivel superior, estratosférico, favorable por la habilidad del deportista. No hay vacilación. En cambio si se trata de una persona con discapacidad se interpreta distinto, como si debiera demostrar todo el tiempo que cuenta con la 'capacidad' de estar a la altura del otro. "Esto te transforma en un constante sujeto de duda", resume Juan María Nimo ante Página/12, el piloto profesional que en 2006 sufrió una lesión medular que lo llevó a una silla de ruedas pero nunca lo dejó fuera del entrenamiento y el deporte. Decidió que el momento de cumplir un viejo anhelo era éste, con el Desafío Ruta 40 como competencia todo terreno de máxima en esta parte del planeta, en cinco etapas del 28 de agosto al 1 de septiembre por La Rioja, Catamarca y Salta, por la 4ta fecha del Mundial de Rally Raid (W2RC).
Los mejores pilotos se congregan esta semana en Argentina, cada cual con su objetivo. En el caso de Nimo, a sus 35 años el incansable espíritu y el apoyo presente de sus allegados lo llevó a desarrollar la manera en que su lesión medular sea un detalle no determinante en la batalla por la verdadera integración. "El gran cambio de la inclusión se da cuando me das las herramientas para estar de igual a igual, hace falta la confianza de que la persona con discapacidad puede hacer lo que quiera", considera Juan María. Lo demuestra con su trayectoria deportiva desde pequeño en motos hasta el día en que el accidente le quitó el dominio de todo lo que está debajo de la vértebra T3.
"Hace diez años era imposible hacer esto y hoy lo estamos logrando", destaca, pues con la colaboración de numerosas entidades y la organización de la carrera alcanzaron las garantías para correr en medio de dunas, ríos secos, cañones rocosos y estar más de diez horas diarias sobre la moto. Justamente, hace una década había realizado su "Dakar económico" uniendo en silla de ruedas de estilo maratón más de 2.200 kilómetros por ruta entre Neuquén y el Obelisco porteño en gestión solidaria. Por entonces no imaginó que estaría corriendo con las estrellas del Rally Dakar.
La moto y sus mosqueteros
La premisa es no perder lo que se ha logrado, por lo que cumplir el recorrido y ganar la batalla contra el terreno es la prioridad. Tomaron la Honda Tornado por su versatilidad y fiabilidad, con una jaula protectora que agregó 30kg al peso. Sumado a una serie de adaptaciones, congenió las pautas para recibir la habilitación. "El lesionado medular con falta de equilibrio requiere ciertas preparaciones y lo primero es la parte física", refirió el 'Gato', como es conocido en el ambiente del deporte motor.
Cuenta con barras de resguardo para piernas con cinturones que lo fijan y calzadores para las botas, además del arco superior para evitar daños ante la posibilidad de rodar en un terreno de dunas gigantes. "El asiento es convencional pero llevo un cojín que se adapta al cuerpo para estar protegido. En la mano izquierda tengo cables para pasar los cambios hacia arriba y abajo como en un acelerador y la patita de la moto termina en un rodillo que me permite estabilizarla hasta la detención", explicó.
Además tiene los elementos para navegar y orientarse, encontrando el rumbo como es característico en este tipo de competiciones y decidió incorporar ropa interior antiflama y un matafuegos por el hecho de estar atado al vehículo. En todo momento contará con dos ayudantes, en diálogo con conexión bluetooth entre los cascos. "Con Eduardo Parra corremos hace mucho, nos entendemos y también está un piloto profesional como Agustín Pedersen, para asegurar estar acompañado si uno de los dos tiene algún problema", contó, sobre los 'mochileros' de carrera.
"Agradezco a Cristóbal 'Lito' Mulet y la Federación Bonaerense de Motociclismo, porque fueron los primeros que confiaron en mí para obtener la licencia deportiva y fue la primera persona que me subió a un TC en su equipo particular", recordó Nimo
Grabado de por vida
Una idea que el múltiple campeón de motociclismo Valentino Rossi comentó cuando se conocieron en un GP de 2014 quedará plasmada. El italiano preguntó por qué Nimo insistía en correr en autos (pues llegó a las divisiones menores del TC) cuando su pasión siempre había sido la moto. Por este motivo ahora escribe su propio capítulo de la historia y quedará un espectacular registro documental junto a la productora audiovisual Andón Films, con el propio Rubén Andón siendo parte, tanto como la tarea de Luciana Roude o Damián Barichspolski y Sebastián Ferrari poniendo el cuerpo en el "set natural" de grabación que es el propio paisaje argentino.
Entrenamiento a conciencia y planificado con la máxima tecnología y los mejores profesionales lo hacen posible: "Se cree que la discapacidad y el profesionalismo no es la misma cosa. Cuesta que las empresas apuesten porque se juntan miedos, mitos, algún tabú; pero nosotros estamos enfocados como profesionales". La exposición mundial del Desafío Ruta 40 lo hará saber, donde el reto de Juan Nimo está en imponer la inclusión con igualdad de condiciones.