Si nadie se interpone en el camino, el 1° de enero la Argentina pasará a formar parte de los BRICS+, adonde fue en 2022 el 40 por ciento de la exportación de bienes desde empresas asentadas en la provincia de Buenos Aires.
El signo "más" que agregaron los BRICS es la forma que encontraron los cinco miembros actuales para evitar una ensalada de letras tras la decisión de sumar a seis países, entre ellos éste. O sea que del lado de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica todo está ordenado. La ensalada está del lado argentino, porque la decisión de los BRICS llegó justo en plenas elecciones. Por eso generó algo que ni alcanzó la categoría de debate. Fue más bien un despliegue de consignas al estilo Guerra Fría por parte de Patricia Bullrich y Javier Milei. Una muestra de ese despliegue es que las críticas no repararon en algo elemental: cuáles son hoy las corrientes comerciales de la Argentina. Un marco en el que la provincia de Buenos Aires ocupa el primer lugar por su potencia productiva.
Como se sabe, el jueves por la mañana los BRICS anunciaron desde Sudáfrica la incorporación de la Argentina, Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán.
Buenos Aires/12 pidió al gobierno bonaerense las cifras de comercio de las empresas de la provincia con el conjunto de países, los del BRICS+, y una discriminación por producto.
El jefe de Asesores del gobernador, Carlos Bianco, no solo informó cuáles fueron los números en 2022. También opinó que “es estratégico para la provincia de Buenos Aires que la Argentina ingrese a los BRICS". Afirmó que "considerando ya solo a los cinco países originales, juntos explican un mayor porcentaje del producto mundial que la suma de los países del G-7, y la tendencia muestra que ese porcentaje aumentará”.
Con 47 años, el título de grado de Bianco es, justamente, el de licenciado en Comercio Internacional, que obtuvo en la Universidad Nacional de Quilmes. Entre diciembre de 2013 y diciembre de 2015 fue secretario de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores. El canciller era Héctor Timerman.
“Estamos hablando de consolidar las relaciones con los países que más van a crecer”, dijo Bianco a este diario. “Y ahora se les suman estos nuevos países emergentes, varios de ellos de rápido crecimiento.”
En una crítica a Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza, Bianco interpretó que “no quieren este tipo de acuerdos porque tienen una posición ideologizada respecto de las relaciones internacionales”. En cambio, según Bianco Unión por la Patria “tiene una posición estratégica, que tiene que ver con defender el interés nacional y las oportunidades comerciales de la Provincia”.
También mencionó Bianco otro tipo de oportunidades: las crediticias. “Tengamos en cuenta la existencia del Nuevo Banco de Desarrollo creado por los BRICS, que dirige la ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff, y el Banco Asiático de Infraestructura. Tanto por el lado de las inversiones como por el aspecto relacionado con el comercio, para la provincia de Buenos Aires el ingreso de la Argentina al BRICS representa nuevas posibilidades. Por eso digo que la posición de nuestro espacio es estratégica y no ideologizada como la postura de la derecha: ellos no analizan ni las perspectivas de crecimiento de la Argentina ni las de la provincia de Buenos Aires. Se quedan en el signo político de algunos de los países. Si no le gusta ese signo, para la derecha tomar esta decisión de entrar al BRICS ya no es algo conveniente.”
Bianco parece haber elegido la palabra “derecha” para confrontar también en el terreno comercial y diplomático. “Derecha o derechos” fue la consigna principal utilizada por Kicillof para la campaña que lo llevó a ganar las PASO del 13 de agosto con más del 36 por ciento, por delante de Néstor Grindetti de Juntos por el Cambio y de Carolina Píparo, la candidata de Javier Milei.
La relación con el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS (NBD) es un tema que ya trató Rousseff con Sergio Massa cuando el ministro de Economía la visitó en junio último en sus oficinas de Shanghai, sede de la entidad. El compromiso alcanzado entonces fue que el NBD recibiría un aporte de capital de 250 millones de dólares por parte de la Argentina, en bonos soberanos del Tesoro. La suma arreglada entonces era la cuarta parte de los mil millones de dólares que el NBD esperaba recibir por la incorporación a los BRICS de países como Arabia Saudita, que tiene calificación de AAA, la máxima posible, por parte de las consultoras de riesgo.
De junio hasta ahora cambió el panorama completo. La Argentina, por acción del Presidente Alberto Fernández, el canciller Santiago Cafiero y los embajadores en Brasil y China, Daniel Scioli y Sabino Vaca Narvaja, venía intensificando su actividad diplomática para ingresar al grupo como nuevo miembro pleno. El propio Fernández se lo dijo al líder chino Xi Jinping en 2022. China fue una gran promotora del ingreso argentino. Pero las negociaciones internas del BRICS tuvieron un nivel de volatilidad que a menudo fue desdeñado en los cuestionamientos apurados. Un ejemplo es Indonesia. La semana pasada estaba primera en las apuestas sobre qué nuevos países se sumarían a los BRICS originales. Y al final no figuró, pese a su población de más de dos y millones y medio de habitantes, su clase media que aumenta en siete millones de personas por año y su tasa de crecimiento prevista para 2023 de un 5 por ciento, de las mayores entre los países miembros del G-20. Otra de las sorpresas, simétrica, fue la incorporación de Etiopía, que no estaba cantada. Y otra más, el ingreso argentino, una decisión de último momento en la que fue decisivo el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. El mensaje que recibieron miembros del gobierno argentino por parte de su consejero en asuntos internacionales y ex canciller, Celso Amorim, después de la incorporación argentina, tiene tres palabras: “Juntos y fuertes”.
Con el ingreso argentino el primer día del año que viene, se actualizarán los términos de la conversación de junio entre Rousseff y Massa, porque la Argentina será miembro pleno también del NBD.
Made in Buenos Aires
Según las cifras aportadas por la Jefatura de Asesores del gobernador, durante el 2022 el monto total exportado desde la provincia de Buenos Aires a los diez países que formarán con la Argentina el BRICS+ fue de 12.996 millones de dólares. La cifra representa casi un 40 por ciento de las exportaciones bonaerenses de bienes. Un 39,4 por ciento de un total exportado de 33.025 millones de dólares.
Es interesante conocer qué sucedió país por país.
A Brasil los empresarios de la Provincia exportaron bienes por 7.162 millones de dólares. Los principales productos fueron automóviles, con 3.562 millones, trigo (598 millones), materias plásticas y artificiales (466 millones), gas de petróleo (436 millones) y productos de las industrias químicas (250 millones).
Las ventas a China alcanzaron los 3.203 millones de dólares. En punta, la carne de vaca, con 1.224 millones. Luego la soja (892 millones), la cebada (598 millones) y combustibles y energía (116 millones).
Las exportaciones a Rusia llegaron a los 134 millones de dólares, empezando por la carne de vaca.
A la India se vendieron bienes por 1.365 millones de dólares, sobre todo por manufacturas de origen agropecuario y aceite de girasol.
Sudáfrica compró en la Provincia productos por 165 millones de dólares. El número incluye bienes manufacturados.
Al mercado iraní fueron bienes por 323 millones de dólares, sobre todo en manufacturas de origen agropecuario.
A Arabia Saudita, 311 millones de dólares. Más de la mitad en maíz, por 171 millones de dólares.
Egipto hizo compras a empresas bonaerenses por 236 millones de dólares. También el maíz estuvo primero, con 171 millones de dólares, y hubo exportación de manufacturas de origen agropecuario e industrial.
Con Etiopía las ventas fueron de un único producto, el maíz, por 138 mil dólares.
A Emiratos Árabes Unidos fueron exportaciones por 96 millones de dólares, la mitad de ellas integrada por manufacturas de origen industrial.
La discusión política
Al salir del Council of Americas, donde habló para directivos de empresas, Patricia Bullrich respondió ante la consulta sobre la entrada a los BRICS: “BRICS, afuera”. Bullrich utilizó sobre todo el argumento de que Irán será uno de los nuevos miembros. No reparó en que también convive con Israel, con Emiratos y con Arabia Saudita en el Banco Asiático.
Javier Milei introdujo un matiz. “Nada de relaciones con comunistas”, dijo. “Pero el Estado no es nadie para meterse con las decisiones privadas, así que los empresarios podrán comerciar con quien quieran.”
El sector privado chino ya alcanzó las nueve millones de empresas, pero ni siquiera esa magnitud se debe solo a la iniciativa de los particulares. En China, el Estado sigue siendo clave. También para el comercio internacional y las finanzas, como lo sabe la Reserva Federal de los Estados Unidos. China y Japón son los mayores inversores extranjeros en deuda pública estadounidense. Juntos tienen la cuarta parte. China empezó a comprar bonos del Tesoro norteamericano en 2010, como un modo de resguardo de las divisas obtenidas en las exportaciones.
En la Argentina la relación financiera con China no llega a ese punto, naturalmente, pero el Banco Central viene renovando el swap con su par chino, un canje de monedas entre ambas entidades que la Argentina aprovecha para hacer más sólida su posición financiera y para sus importaciones.
En otra escala, por supuesto menor, también podría avanzar una desdolarización relativa en el comercio con Brasil, según los deseos expresados por el presidente Lula.
En cuanto al Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras mencionado por Bianco, se trata de una iniciativa china que ya cuenta con 48 miembros. Tampoco en este caso sería útiles las categorías de Guerra Fría tomadas del conflicto entre Estados Unidos y la Unión Soviética y mal adaptadas a la actualidad, con la batalla permanente entre los Estados Unidos y China. Entre los miembros del Banco Asiático figuran países tan comunistas como Suiza, Israel y, tal como sucederá con el BRICS+, Arabia Saudita. La institución está pensada para incrementar las inversiones en Asia y para reducir los daños del cambio climático. El hecho de que Suiza sea miembro fundador se relaciona, según documentos del mismo gobierno suizo, con las perspectivas de crecimiento y participación de Asia en el comercio global.
Made in Argentina
Al consolidar la revisión de cifras de la Provincia ante el pedido de Buenos Aires/12, la Jefatura de Asesores de Kicillof también informó cuáles son los números de las exportaciones a nivel de todo el país.
En 2022 la Argentina exportó al grupo que se llamará BRICS+ productos por 28.180 millones de dólares. Un 31,9 por ciento de total exportado de 88.446 millones de dólares.
A Brasil se vendieron bienes por 12.621 millones de dólares. De esa cifra, más de una tercera parte se debe al complejo automotriz, con 4.356 millones. Sigue el trigo con 1.368 millones de dólares y las manufacturas industriales no automotrices con 894 millones.
Las exportaciones a Rusia alcanzaron los 472 millones, sobre todo por manufacturas de origen agropecuario y carne bovina.
La India viene ocupando un lugar cada vez más importante en el destino de las exportaciones, que en 2022 llegaron a los 4.047 millones de dólares, repartidos sobre todo en aceite de soja, manufacturas de origen agropecuario y aceite de girasol.
Las exportaciones nacionales a China llegaron a los 7.549 millones de dólares. Está primera la soja con 2.892 millones, y luego viene la carne con 2.111 millones.
Los sudafricanos compraron bienes argentinos por 448 millones de dólares, en especial manufacturas de origen agropecuario y trigo.
Al mercado iraní se le vendieron bienes por 713 millones de dólares.
A Arabia Saudita fue una cifra mayor: 1.177 millones de dólares, que incluyen 626 millones de dólares en maíz y 236 millones en manufacturas de origen agropecuario.
Egipto es un mercado cada vez más importante. Las exportaciones alcanzaron los 905 millones de dólares, en especial maíz y manufacturas de origen agropecuario.
Etiopía está lejos de esa cifra, con sus compras de maíz por 505 mil dólares.
Los Emiratos Arabes Unidos hicieron compras por 246 millones de dólares.