En el marco de la visita del ministro de Economía Sergio Massa a Washington, el directorio del Fondo Monetario Internacional aprobó por unanimidad el desembolso de U$S 7.500 millones. Además, se esperan alrededor de U$S 2.700 millones durante noviembre.
Ello ocurre en un escenario en el que, a través de la liquidación de exportaciones, hubo en las últimas semanas un ingreso neto en las Reservas del Banco Central de cerca de U$S 1.000 millones.
En los próximos días, Massa viajará a Brasil para avanzar en el acuerdo que se anunció desde el país vecino habilitando el intercambio del comercio bilateral en yuanes en lugar de dólares.
En paralelo, los líderes de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) aprobaron la incorporación de Argentina a ese bloque de países junto con Egipto, Etiopía, Arabia Saudita, Irán y Emiratos Árabes Unidos. El bloque avanzó en la creación de un grupo de trabajo “para estudiar la adopción de una moneda de referencia” para el comercio entre los Estados miembro, según confirmó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
“Subrayamos la importancia de fomentar el uso de las monedas locales en transacciones comerciales y financieras entre los BRICS y sus socios comerciales. También alentamos el fortalecimiento de las redes bancarias correspondientes entre los países del BRICS y permitir los pagos en las monedas locales”, sostiene el punto 44 de la declaración final de la reciente cumbre.
Los BRICS significan la posibilidad de continuar avanzando en el multilateralismo. Representan, respecto a los totales mundiales, un 18% del comercio, casi un cuarto del PIB, un 30% del territorio y un 42% de la población. Un grupo de gran magnitud, representatividad y dinamismo. Los nuevos países que se incorporan sumarán a los BRICS cerca del 5% del PIB mundial y similar porcentaje en la población del planeta. La consolidación de organismos multilaterales como los BRICS limita la condición de prestamista de última instancia del FMI.
Al respecto, el Bloque de Diputados y Diputadas nacionales del Frente de Todos expresó en un comunicado: “destacamos que esta auspiciosa novedad es fruto de un trabajo constante en materia internacional del gobierno encabezado por el presidente de la Nación Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, orientado por el multilateralismo. Para el desarrollo productivo, el trabajo y la prosperidad de nuestro pueblo no hay prejuicios ideológicos: todos los mercados son buenos, en tanto potenciarán el trabajo, el desarrollo y la producción nacional”.
El hecho de que los candidatos a la Presidencia de las dos principales fuerzas opositoras, Javier Milei y Patricia Bullrich, se hayan expresado rápidamente diciendo que no estaban de acuerdo con la incorporación argentina al organismo multilateral, ratifica que estamos en un debate entre dos modelos de país antagónicos.
Por un lado, el proyecto que expresa Unión por la Patria, vinculado a la defensa del multilateralismo. Por el otro, los que declaran que sus relaciones internacionales giran alrededor de los Estados Unidos. Milei ha sostenido que sus aliados estratégicos son éste último país e Israel y que no quiere saber nada con “países comunistas”. Pasa por alto datos básicos como, por ejemplo, que el principal comprador de soja norteamericana es China, país que también exporta intensamente a los Estados Unidos. En la misma línea: el mayor tenedor de bonos de deuda pública emitida por Estados Unidos es China. Una cosa son las relaciones políticas y otras las comerciales. Argentina, sin ninguna duda, tiene que aspirar a pertenecer a este tipo de organismos que limitan las hegemonías porque ello le va a permitir contar con alternativas para poder salir del verdadero “cepo”, que es el FMI.
Sergio Massa disertó ante empresarios en el marco del Consejo de las Américas y les solicitó “raspar un poquito” cuando escuchan las propuestas opositoras con respecto a los principales socios comerciales de la Argentina: “Ya no se lo pedimos a los periodistas. Se lo pedimos a los empresarios. Porque rompiendo con China perdemos un mercado de U$S 15 mil millones”, sostuvo. Y continuó: “Rompiendo con Brasil y con el Mercosur, rompemos un mercado de U$S 12 mil millones, además de que no sé cómo van a hacer para llevar adelante la actividad industrial sin importar bienes intermedios de esos países”.
También durante la semana, el Gobierno lanzó la licitación de las obras de reversión del Gasoducto Norte con una inversión de U$S 710 millones. La nueva obra alimentará con el gas de Vaca Muerta a las industrias y los hogares de las provincias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy. El costo de este gas resultará hasta cuatro veces menor que el que se importa actualmente desde Bolivia.
En un escenario donde crecieron diversas maniobras desestabilizadoras, el conjunto de acuerdos e iniciativas descriptas anteriormente contribuye a darle certezas y dinamismo al funcionamiento actual y futuro de la economía argentina.
Uno de los candidatos, inmediatamente después de conocerse los resultados de las PASO, declaró que si la situación se volvía complicada, él estaba preparado para asumir la Presidencia de la Nación de inmediato. La afirmación fue increíble: alguien no habilitado electoralmente se declaraba disponible para ser ungido como presidente acelerando los tiempos del recambio. Por supuesto, no hay ningún paralelismo posible con la situación de Carlos Menem con Raúl Alfonsín cuando se adelantó el traspaso del poder: además, en ese caso, el primero era presidente electo. Por el contrario, Milei no ganó nada: apenas fue seleccionado para concurrir a elecciones presidenciales. En síntesis: un candidato que no fue elegido se propuso para asumir de modo anticipado la Presidencia como si las elecciones ya hubieran ocurrido.
Luego se produjeron saqueos en varios puntos del país que, según informaciones oficiales, fueron generados por grupos delictivos, pero intentaron ser aprovechados por sectores desestabilizadores. En todos los casos, trataron de mantener y hacer crecer la incertidumbre y generar una sensación de permanente inestabilidad.
El gobierno nacional continúa tomando una serie de medidas, articuladas entre sí, tendientes a generar certidumbre, estabilidad y a continuar profundizando un modelo de crecimiento con distribución y equidad. Entre muchas otras cosas, lo que está en juego también es la estabilidad versus la desestabilización.
* Diputado nacional por el Frente de Todos y Presidente del Partido Solidario