Con entusiasmo, música, juegos y visible alegría se festejó este sábado en el barrio porteño de Boedo, el mes de Sandro de América. Y en la torre del famoso castillo de "El Gitano", dibujado y diseñado por él para instalar ahí su casa productora, en la Avenida Pavón 3939 --hoy reconvertido en Centro Cultural--, volvió a iluminarse la escultura de Sandro realizada por el artista visual Alejandro Marmo, cuando el atardecer comenzaba a dejar en penumbras las calles de la ciudad. Fue tras la cuenta regresiva que corearon todos los presentes animados por la conducción de Marcela Godoy desde el móvil de la FM 94.7 Mucha Radio, del Grupo Octubre, instalado frente al emblemático edificio. Y la algarabía fue mayúscula al ver la portentosa silueta del ídolo musical iluminada, sobre la enorme torre blanca del castillo.
La actividad, libre y gratuita, fue organizada por esta FM, en representación de las radios del Grupo Octubre, las que dirige la diputada Gisela Marziotta. Es que esta radio es seguida por la mayoría del público presente “por la música que pasan”, explica a Página/12 Machi Curá, una de sus oyente,s quien llegó desde Ramos Mejía con su esposo Daniel y sus dos hijos: Federico de 8 años y Celeste de 12. Y ofreció una tarde distinta. Con juegos donde ganaba quien más sabía de la vida de Sandro, de sus canciones y sus películas.
Con "Guitarras al viento", y "Porque yo te amo", comenzó el festejo a las seis de la tarde, y entre risas y bailes, los simpatizantes del Gitano disfrutaron de festejar “el mes de Sandro”, nacido en Buenos Aires un 19 de agosto, y que cumpliría este mes 78 años. Mientras los adolescentes miraban con curiosidad y por primera vez se conectaban con el fervor de quienes mantienen vivo el recuerdo del Gitano, su desenfado, su ritmo, su osadía: “Sandro es nuestro Elvis” definía Marisol, una vecina del barrio que bailaba en su vereda, poco antes de contar que el lugar había sido una casa vieja chorizo, que estaba abandonada y que el mismísimo Sandro cuando la vio en venta decidió hacer ahí “un castillo”. "¡Y lo hizo!" exclama. Dos años después se inauguraba lo que sería en adelante su productora Excalibur Records.
Hoy, el Castillo de Sandro, transformado en el Centro Cultural CAVA, es dirigido por Luis Ortiz. En sus aulas se dictan talleres de música, yoga, artes plásticas, entre otras actividades explica Ortíz. Mantiene un auditorio donde se realizan shows, muchos son de quienes se han especializado en recrear al Gitano. Y se reacondicionó el viejo café como un bar temático, para recibir a los visitantes.
Hay visitas guiadas los sábados, porque “el Castillo de Sandro en la actualidad es también un museo” explica Ortiz a este diario. “Están las cosas que la familia nos prestó, hay batas de Sandro, sus vasos de whisky, su copa de Martini. Y muchas fotos de sus presentaciones y sus películas” cuenta.
Machi añade que “esta música, en verdad, es la que escuchaba mi mamá, pero hay muchas generaciones que fuimos aprendiendo a disfrutarla porque no llena de alegría, nos hace bien, como toda la música de esta radio”, define, fanática de la FM. Mechi está atenta “porque se va a encender el Sandro iluminado” y también por si “en una de esas viene Olga”, desliza. Se refiere a Olga Garaventa, más conocida como la viuda de Roberto Sánchez, el Gitano. “Una bendecida” aporta Marisol, la vecina, quien la conoce “porque ella limpiaba el castillo y un día vino a vernos para solucionar un problema de humedad que teníamos” suma. “Sandro le dijo que viniera” añade.
Raúl Ledesma fue uno de los primeros en subir a jugar. Le tocó adivinar “los nombres de sus canciones”. No ganó, pero igual está feliz. Se le nota. “Escucho esta radio todo el día porque pasan música que me gusta” explica. Es encargado de un edificio y espera hacer una visita guiada. Hubo dos esta tarde. Pero no todos pudieron ingresar, por la cantidad de gente, razona. A su lado, Martín Ríos, venezolano, rememora los días en que Sandro cantaba en su país junto con José Luis Rodríguez “su amigo El Puma”, señala. Y coincide con que “la música de esta radio no pasa de moda, porque son clásicos”.
El festejo del mes de Sandro conmemora el aniversario de su nacimiento, el 19 de agosto de 1945. Fue para esa fecha que en 2021 se colocó en la torre la escultura de Alejandro Marmo, repasa desde el escenario Emiliano Ojeda, colaborador del Grupo Octubre, cuando explica que en breves minutos se volverá a encender la obra de arte señalando que se ha revitalizando el lugar, cerrado durante la pandemia.
Irma Massa es una de las tantas personas que lo escuchan atentas, vino de Valentín Alsina. Vive "cerca de donde está el Paseo de Sandro, al lado de la escuela República del Brasil”, donde estudió Roberto Sánchez --explica--, antes de comenzar a cantar “en el bar de Pancho, antes de Los del Fuego” subraya. Irma lo iba a ver siempre que podía, en Alsina, cuenta, y agradece esta oportunidad de recordarlo con alegría “porque él era eso, pura alegría”, recuerda.
En Valentín Alsina, zona sur del Gran Buenos Aires, transcurrió la infancia y adolescencia de Roberto Sánchez, hasta que, ya convertido en “Sandro” adquirió una mansión en la zona residencial de Banfield, cercana a su lugar de origen, la que habitó hasta su muerte el 4 de enero de 2010. Desde Banfield llegaron dos mujeres que portan el recuerdo de los festejos de sus cumpleaños, en las veredas de esa mansión. Y lo extrañan, afirman. “Pero en su música lo recuperamos, cada vez que lo escuchamos es como si volviera a estar aquí” se emociona Ana Clara mientras suena desde el móvil la voz de Sandro que pide que lo recuerden "como a la misma felicidad”, y todos vuelven a bailar. Hasta que Emiliano Ojeda marca el inicio de la cuenta regresiva, y se escucha el coro de: “Cinco, cuatro, tres, dos y... ¡uno!”, y se enciende la escultura.
Hay emoción y hay foto grupal mientras suena "Dame fuego". También hay agradecimientos mientras se espera a que den las 20:30 para ingresar al auditorio, donde un recreador dará el show homenaje que coronará la conmemoración.