Los robos organizados, que conmovieron durante la semana que pasó, dejaron planteados numerosos interrogantes. Empezando por el principal: ¿hubo una conducción? Y también: ¿quiénes fueron los que entraron a algunos supermercados o negocios? ¿Quiénes son los detenidos y qué está pasando con ellos? ¿Qué envergadura real tuvieron los robos? Página/12 analizó lo ocurrido con intendentes o responsables de seguridad de numerosos municipios del conurbano. Estas son las conclusiones:

1. ¿Hubo una organización que coordinó los robos?

No hay ninguna evidencia de una especie de comando general. Todo indica que hubo distintos actores en distintas zonas. No se puede decir que referentes de Patricia Bullrich o Javier Milei motorizaron lo ocurrido, pero sí es cierto que no salieron a manifestarse duramente en contra. Los dos candidatos presidenciales más bien parecieron disfrutar de lo que evaluaron como desgracias para el oficialismo, pero que en realidad fueron dramas para un grupo de pequeños comerciantes y unos pocos supermercados. Los primeros hechos ocurrieron en Mendoza y Córdoba y luego, trasmitidos largamente por la televisión durante todo el fin de semana pasado, produjeron lo que llaman efecto contagio en el conurbano.

2. ¿Se trató de una explosión social?

Los intendentes de ambas alianzas coinciden en que no hay una cuestión de hambre en los robos, sino que juega la marginalidad. Son grupos, con mucha presencia de jóvenes, sin empleo, y no integrados a ninguna estructura de trabajo o estudio. Los jefes comunales del macrismo sostienen que pesó la debilidad del gobierno después de las elecciones. Los del Frente de Todos (FdT) dicen que el macrismo juega a desestabilizar para mejorar sus chances de octubre.

3. En los distintos lugares, ¿referentes de Milei pusieron en marcha los robos?

Los intendentes afirman que conocen a muchos referentes de Milei porque, por lo general, son experonistas e incluso exdirigentes peronistas. Los mandatarios municipales creen que sí se prendieron votantes de Milei, no referentes. “Son libertarios, comulgan con Milei, pero no veo que los hayan mandado desde la política. Por supuesto que quieren que esto vuele por el aire, pero no son gente organizada desde las conducciones de La Libertad Avanza (LLA)”, analizó uno de los intendentes del Gran Buenos Aires.

4. ¿Hay una mezcla con bandas delictivas?

Seguramente el episodio más grave fue el robo y la quema del supermercado en Moreno, en la noche del miércoles. El jueves, la Policía Bonaerense detuvo a 15 personas, 14 mayores y un menor, y en los allanamientos se encontraron 420 envoltorios de cocaína y 800 de marihuana. O sea, indudablemente era una banda narco. Además, se secuestraron armas, municiones, un carrito del super, cinta de embalar, cajones de cerveza, 200 champús, cajas de vodka, fernet, vinos, bolsones de pañales y muchísimos más productos que se llevaron del supermercado. La conclusión es que, efectivamente, bandas de dealers aprovecharon la oportunidad y participaron del hecho de mayor envergadura. Pero incluso en el super de Moreno no fueron ellos únicamente.

5. ¿Quiénes incentivaron por whatsapp?

El caso más emblemático ocurrió en Ezeiza. El municipio, que comanda Gastón Granados, detectó a cuatro sujetos que incentivaron robos --no concretados-- por whatsapp. Es más, les decían a sus contactos que “es un hurto perrito, no un robo", prometiéndole una rápida salida en libertad a los que fueran a robar. “Igual local grande cero drama tiene asegurado todos los productos”, minimizaron. El diagnóstico en Ezeiza es que tampoco había una conducción política detrás, sí consideran que se trata de jóvenes alineados con Milei.

6. ¿No hubo ninguna intervención de referentes políticos?

En Moreno denunciaron que un candidato de Juntos por el Cambio (JxC), Néstor Botazzi, no incentivaba los robos, pero buscaba comerciantes que quisieran hablar en los medios --en especial en un canal de cable alineado con Mauricio Macri-- diciendo que van a responder armados. “En el canal quieren exacerbar y ponerle un poco más de filo a la seguridad por mano propia. Yo, si tuviera un arma, los hago cagar”, afirma Botazzi en un audio que le atribuyen. O sea, por lo que se investigó hasta el momento, no hubo organización política, pero sí aprovechamiento.

7. ¿Qué está pasando con los detenidos?

En los casos de Pilar y Tigre hubo 30 detenidos, la mayoría menores. Quedan 7 en la actualidad a los que se imputó un delito durísimo: robo en poblado y en banda. La pena va de 5 a 15 años. La detención fue convalidada por los jueces respectivos. En Ezeiza, a los 4 detenidos por los whatsapp se los acusó por instigación al robo agravado. Siguen presos. En Moreno, los casi 40 detenidos --muy pocos menores-- siguen todos presos. Incluso se menciona que está detenido un instigador que habría sido de la seguridad del supermercado chino quemado.

8. ¿Cuánta envergadura tuvieron los robos?

Fue enorme la explosión mediática y política. Los casos que realmente terminaron en robos fueron relativamente pocos, pero sí hubo conatos, amenazas, multitud de llamadas al 911. Una psicosis que llevó a miles de comerciantes a cerrar sus negocios. Pero hubo municipios enteros en los que no se concretó ningún caso: La Matanza, Quilmes, Morón, por ejemplo. En Tres de Febrero, gobernado por Diego Valenzuela de JxC, hubo 30 llamadas al 911, pero sólo cinco conatos reales y no robaron nada. En Tigre, a cargo de Julio Zamora, ocurrió algo parecido: llamadas, intentonas y luego sólo pequeños hurtos. Pero, por supuesto, se encendieron todas las alarmas y la policía intervino cuando se juntaban grupos en las esquinas. Buena parte de las detenciones se hicieron a raíz de amagues o intentonas. Lo que registró una dimensión descomunal fueron los rumores y versiones difundidas por las redes sociales. En el conurbano todo arrancó por un supuesto saqueo en José C. Paz y nunca se produjo. O sea, el fenómeno no se puede minimizar porque efectivamente hubo peligro en muchísimos lugares. 

La conclusión es que los gobiernos nacional y bonaerense no pueden descuidarse. Por un lado, es fundamental recomponer los ingresos de los trabajadores y sectores humildes, incrementar la política social y preparar a los efectivos policiales. La decisión del gobernador Axel Kicillof y el ministro Sergio Berni de que no se usen armas letales permitió que no hubiera ni un solo herido en los hechos y tentativas que se produjeron. Es un saldo más que importante.