El general Lavalle atraviesa la oscura noche acompañado por dos soldados. Se dirige abatido a la estancia de Rosas, en la provincia de Buenos Aires, para iniciar lo que luego será denominado el Pacto de Cañuelas: el principio del fin de la guerra civil, la caída de Lavalle y el ascenso de Rosas. Cuando Lavalle llega a su destino, no hay nadie en casa. Pide un camastro y se echa a dormir. Esa noche brumosa, y aquello que sueña el general, es el inicio de “¿Cómo ha dormido, general?”, la obra escrita por Juan Manuel Rizzi, dirigida por Mariano Aufranc y protagonizada por un amplio elenco de artistas de Cañuelas que se presentará el próximo viernes en el Festival de Teatro independiente de Brandsen.

Juan Manuel Rizzi es poeta y director de la Biblioteca Popular de Cañuelas. Mariano Aufranc es un actor y profesor de teatro que desde hace dos décadas dirige la única escuela de teatro y música de esta localidad, El cultivo. Juntos idearon esta obra de teatro independiente que toma el Pacto de Cañuelas, como hecho histórico y mito fundacional, para reflexionar sobre las historias no narradas y el lugar del pueblo en la construcción identitaria de la provincia de Buenos Aires.

El proyecto nació en 2021, a un año del bicentenario de la fundación de Cañuelas, cuando Rizzi, que nunca había escrito teatro, le propuso a Aufranc hacer una obra. “Siempre me interesó la historia y este hecho era ya una escena teatral: la llegada de Lavalle a la estancia del hombre más poderoso de la provincia, en una noche, con todos sus tormentos de culpa por haber fusilado a Dorrego, el encuentro del gobernador de facto con el ascendente…Hay en torno al Pacto de Cañuelas toda una serie de motivos entre legendarios e históricos. A la llegada de Lavalle, documentada, se suma la leyenda de la creación del dulce de leche, cuando la empleada negra de Rosas se olvida de la leche en el fuego. Conversando sobre esto con Mariano, él me dijo, bueno, escribila”, contó Juan Manuel Rizzi.

La articulación de la mitología nacional y los hechos históricos es uno de los ejes narrativos principales de “¿Cómo ha dormido, General?”. Si el escudo de la localidad de Cañuelas tiene en su centro dos brazos que estrechan sus manos para simbolizar el Pacto de Cañuelas, el movimiento que inició Rizzi en la dramaturgia y que continuó Aufranc en la dirección buscó dinamitar este símbolo para llenarlo de interrogantes. No se trató de derribar los mitos, sino de apropiárselos para actualizarlos en el presente.

En el choque de estas dos figuras fundamentales de la historia nacional, de los mundos de la aristocracia porteña y la popularidad gauchesca, Rizzi y Aunfranc encontraron e iluminaron toda una serie de personajes secundarios como la amante de Lavalles, las mujeres afrodescendientes empleadas por Rosas, sus criados y bufones. Al intensivo trabajo de documentación histórica, llevado a cabo por Rizzi y sustentado en gran medida por la Biblioteca que dirige, sumaron toda una serie de recursos ficcionales. Según afirmó Rizzi: “La obra toma el rumbo propio de la narrativa que no es contrario a la reconstrucción histórica porque la historia también es una narrativa”.

Una vez finalizada la escritura, el director llevó a cabo una gran convocatoria abierta a la comunidad para cubrir los roles de todos los personajes. Así, compuso un elenco de actores profesionales y amateurs de Cañuelas a los que entrenó por un tiempo en su escuela. “Publicamos la convocatoria en los medios de Cañuelas y se acercó gente que yo no conocía. Empezamos a trabajar con el cuerpo de los actores para que comprendieran desde ahí el conflicto de la obra”, afirmó Aufranc.

Trabajar con actores amateur le permitió, en palabras de Aufranc, una apertura que los actores profesionales no hubieran podido tener. Así, el mayor reto fue aportarles las herramientas expresivas para que pudieran desarrollarse en escena y encontrar la conexión con una historia que, a priori, resulta lejana.

Narrar la propia historia

“¿Cómo ha dormido, General?” fue estrenada en 2022, con motivo del bicentenario de Cañuelas, y su éxito fue rotundo. Según cuenta el director de El cultivo, su sala teatral se llenó cinco veces seguidas, “algo que para Cañuelas es muy importante”. Los motivos pueden ser muchos: su puesta, narración y dramaturgia fueron destacados.

Más allá de esto, hay algo en narrar la propia historia, en la búsqueda de responder interrogantes que hacen a la definición de una identidad local, que convierte a la representación en una acción trascendental. Juan Cruz García Gutiérrez, Virginia La Iacona, Mariano Aufranc, Evangelina Fizzoti, Viviana Ghigliazza, Eduardo Fernández, Nicolás Cornador y Silvia Mac Gill son los actores y actrices de Cañuelas que le ponen cuerpo a esta tragicomedia. También de Cañuelas son los músicos a cargo de interpretar las composiciones originales de la obra: Yamila Cafrune, Sergio Massarotto, Virginia La lacona, Matías Kekes Lópes.

Al momento de realizar esta entrevista, Mariano Aufranc y Juan Manuel Rizzi volvían de presentarse en el pueblo de Vicente Casares. Ambos se mostraron contentos con el recibimiento que tuvo, y viene teniendo, la obra. “Había más gente abajo del escenario que arriba”, bromeó Aufranc. Ahora, esperan su presentación en el Festival de Teatro Independiente de Brandsen. Quieren salir de Cañuelas a buscar otro público porque es con el espectador que su representación, su búsqueda identitaria, cierra un circuito.