Si la idea era que los suplentes de Boca le metieran presión al técnico Jorge Almirón para pasar a ser titulares en el desquite copero del miércoles ante Racing, en la cancha nada de eso sucedió. El equipo alternativo xeneize jugó mal y perdió 1-0 ante Sarmiento en Junín.
En el primer tiempo falló en pases simples y no llegó nunca. En el segundo, monopolizó la pelota, pero se lo devoró la impotencia. Aún así, pudo haber empatado: a falta de seis minutos y luego de una insólita mano del zaguero Hernández, el arquero Devecchi le atajó un penal a Darío Benedetto. Tal vez hubiera sido lo más adecuado.
Sólo la pujanza y el atrevimiento de Exequiel Zeballos puede rescatarse de una actuación tan inexpresiva. Primero por la derecha y luego por la izquierda, el "Changuito" fue el único que se mostró, encaró y provocó alguna preocupación. Un zurdazo suyo que generó una vistosa atajada de Devecchi fue la única situación boquense de la etapa inicial.
En la segunda forzó algunas faltas sobre los costados. Pero poco pudo hacer jugando solo arriba. Benedetto se movió o muy lejos del área o muy metido entre los centrales de Sarmiento, nada aportó cuando entró Merentiel por el intrascendente Ramírez, para componer una doble punta de lanza, Janson no metió ningún desborde por la izquierda y Briasco jugó 25 minutos y salió lesionado otra vez en un tobillo.
Sarmiento hizo un golazo a los 22 minutos del primer tiempo tras una gran maniobra de Alan Marinelli, que pasó por entre Blondel y Valdez y forzó la salida fuera del área de Javier García, y un preciso remate de emboquillada del lateral Gabriel Díaz que pasó por encima del cierre desesperado de Facundo Roncaglia.
Hasta ahí, se había cerrado bien del medio hacia atrás y amenazado con algunos contrataques interesantes. En el segundo tiempo, se armó en modo aguante, se paró bien atrás, se desinteresó de recuperar la pelota, se olvidó del arco de Boca y resistió hasta la última jugada del partido.
Almirón volvió de Junín sin dudas: ninguno de los integrantes de este equipo alternativo hizo méritos para estar el miércoles en Avellaneda. Boca tiene un plantel amplio y con variantes, con competencia en todos los puestos. Pero eso no se advirtió ante Sarmiento. Más bien se vio un equipo confundido que fue para adelante. Pero sin saber como y para qué. Por eso perdió.