Estados Unidos dispuso aranceles compensatorios al biodiésel argentino que irían del 50,3 al 64,1 por ciento, al considerar que las exportaciones de la Argentina están subsidiadas. En el sector, consideran que tal nivel de aranceles equivale a una prohibición, ya que “no van a hacerse operaciones con estas tasas”. Las sanciones de Estados Unidos también alcanzan al biocombustible proveniente de Indonesia, aunque las tasas que se le aplicarán difieren de las que alcanzarían a la Argentina. La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) rechazó la existencia de subsidios en beneficio de las exportaciones de biodiésel y consideró “llamativo que luego de la visita del vicepresidente de Estados Unidos, que expresó la voluntad de incrementar el comercio bilateral, nos llegue esta noticia tan negativa”.
“Los derechos compensatorios impuestos resultan en una paralización inmediata de ventas a los Estados Unidos, con un claro perjuicio a toda la cadena sojera argentina”, expresó Luis Zubizarreta, presidente de Carbio. La aplicación de los aranceles fue informada ayer por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, al dar a conocer un comunicado emitido por la Comisión Nacional de Biodiésel (NBB), en el que informa que se impondrán aranceles compensatorios que irían desde el 50,3 por ciento a un 64,2 para el caso de Argentina, y del 41,1 al 68,3 por ciento en lo que respecta a Indonesia.
“La decisión del gobierno norteamericano es sorprendente e injustificada; muestra un alto grado de discrecionalidad y una política proteccionista que no se encuentra acorde a lo establecido por la Organización Mundial de Comercio; en la Argentina no existen subsidios para beneficiar las exportaciones de biodiésel,” respondió Carbio a través de un comunicado. “Nuestro biodiésel es el más competitivo del mundo, sin subsidios ni prácticas distorsivas, por lo que lamentamos los problemas al transporte norteamericano que esta medida generará, pues en adelante deberá pagar más caro el biodiésel al haber eliminado la competencia”, agregó la entidad empresaria.
Las exportaciones de biodiésel argentino estaban bajo estudio del National Biodiesel Board (NBB, Comisión Nacional del Biodiésel) de Estados Unidos, que denunció la existencia de dumping y presunta aplicación de subsidios, y reclamó una investigación a las autoridades. Durante su visita al país, la semana pasada, el vicepresidente estadounidense Mike Pence, al ser consultado sobre el tema, señaló que el Departamento de Comercio de su país había decidido postergar una definición sobre la cuestión del dumping hasta el mes de octubre. Por eso resultó más sorprendente la medida provisoria tomada ayer. Se presume que la resolución definitiva recién se dispondrá para su aplicación a partir de enero.
En 2016, Argentina exportó biodiésel a Estados Unidos por valor de 1240 millones de dólares, lo cual representó el 25 por ciento de las ventas totales del país con ese destino. Este año llegó a exportar 544 millones en el primer semestre, pero desde el mes de marzo, cuando se conoció la denuncia, dejaron de acordarse nuevas operaciones y solamente se cumplió, desde entonces, con las transacciones previamente pactadas.
Argentina exporta el biodiésel a Estados Unidos sin retenciones. En cambio, el aceite de soja, materia prima para la elaboración del biocombustible, paga el 27 por ciento de retenciones. Este diferencial es el que cuestionan las autoridades estadounidenses, al considerar que podría constituir un supuesto “subsidio” en favor de las exportaciones del producto elaborado.