La demanda nacional de electricidad cayó en julio un 1,1 por ciento respecto de igual mes del año pasado. En junio la caída ya había sido del 3,8 por ciento interanual. Así lo informó ayer la Compañía Argentina del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
La demanda de las compañías distribuidoras de electricidad, en tanto, cayó 2 por ciento interanual en julio, mientras que había marcado un descenso del 6 por ciento interanual en junio. En el informe de Cammesa se precisó además la demanda total de los últimos 12 meses cayó un 2,2 por ciento.
El descenso de la demanda eléctrica de julio de este año se explica técnicamente por la floja performance de la actividad económica y por las condiciones climáticas. El mes pasado marcó una temperatura media en el Gran Buenos Aires, la principal zona de consumo de energía del país, de 13,4 gracias, contra los 10,9 grados de 2016. La media histórica de la zona se ubica en 11,1 grados.
Las caídas en el consumo de energía evidencian un mercado interno que sigue en una situación de estancamiento, en contraste con los argumentos del Gobierno que asegura que la economía no sólo tiene brotes verdes sino que ya comenzó a crecer en forma sostenida. Las ventas en los principales comercios minoristas (supermercados) y en los centros comerciales (shoppings) son otro de los principales indicadores que marcan baja y evidencian las tensiones en materia de demanda agregada.
En cuanto al consumo interanual de gas oil, se anotó una baja de 28,2 por ciento interanual. La generación eléctrica a partir de gas natural, en contraste, marcó un avance del 44,4 por ciento interanual. En el caso de los altos consumos eléctricos, Cammesa registró que la demanda de 416 grandes usuarios mayores y 2187 grandes usuarios menores subieron 3,1 por ciento interanual.