En Gualeguay, en medio de un despliegue policial que prácticamente blindó la entrada del Tribunal de Juicio y Apelaciones –ante la cual una decena de personas manifestó con carteles a favor del acusado–, comenzó el juicio oral al cura Juan Diego Escobar Gaviria, en una audiencia que no fue pública (tampoco lo serán las demás) porque así lo resolvieron los jueces por unanimidad, dado que los episodios juzgados “afectarían, como posibles víctimas de delitos, contra su integridad sexual, a menores de edad”. El sacerdote está acusado de “corrupción de menores y abuso sexual gravemente ultrajante” cometida contra al menos dos jóvenes, uno de los cuales hizo pública la historia, inclusive, sin ocultar su rostro ni su nombre (tras lo cual debió dejar la provincia y radicarse en Buenos Aires). Un medio entrerriano afirmó ayer que durante la jornada se sumó a la causa una nueva denuncia, en la que la víctima fue un joven de 17 años. El celebrado contra Escobar Gaviria es el primero de tres procesos judiciales por abusos que investigan a religiosos en la provincia: en noviembre se realizará el largamente demorado debate oral en el caso de Justo José Ilarraz (el ex prefecto del Seminario, una causa en la que hay siete denunciantes y al menos cincuenta abusados); y todavía no se estableció fecha para el que juzgará a Marcelino Moya (“el cura payador”, acusado de abusar de monaguillos de su parroquia).
Ayer, en la primera audiencia celebrada ante el tribunal integrado por María Angélica Pivas, Roberto Cárdenas y Darío Crespo, declararon diez personas, entre ellas la madre de una de las víctimas, el ex intendente del pueblo donde Escobar Gaviria era párroco y una de las dos monjas que radicaron la denuncia. Al comenzar la jornada, ante los jueces, los fiscales Federico Uriburu y Dardo Tórtul, el querellante Mariano Navarro y la representante del Ministerio Pupilar, María Belén Lardit, el cura -asistido por sus defensores, Milton Urrutia, Juan Pablo Temón y María Alejandra Pérez-se presentó como “el imputado”, de acuerdo con los requerimientos del Código Procesal provincial. Minutos antes, a su llegada a los tribunales desde la Unidad Penal Nº 5, de Victoria, donde cumple prisión preventiva –dispuesta que termine el juicio oral y se dicte sentencia– , el cura había sido recibido por menos de una decena de personas llegadas desde Lucas González, la localidad donde él tenía a su cargo la parroquia San Juan Evangelista. Mientras a unos metros protestaban algunos familiares de las víctimas, los ex vecinos del sacerdote habían asistido para alentarlo con carteles que decían “fuerza padre Juan Diego”, “te queremos”, “tu comunidad te acompaña”, “P J Dios y la Virgen te cubran con su manto”.
Hasta el viernes, Escobar Gaviria estaba imputado por tres casos de “corrupción de menores agravada por la condición de guardador” y uno de “abuso sexual agravado por ser cometido por Ministro de Culto”, pero ayer el tribunal aceptó una nueva acusación, que se sumó al expediente. Se trata del caso de S., un chico de 17 años que en Cámara Gesell había negado haber sido víctima del cura, pero que se animó a contar su caso luego de que la justicia sostuviera la prisión preventiva al imputado hasta el dictado de sentencia. Inicialmente, explicó el adolescente, que tenía 14 años cuando comenzó a ser abusado, negó lo sucedido “por vergüenza y también por miedo de que se burlen, de salir a la cale y que me empiecen a gritar”. “Me dolía por dentro siempre porque fui abusado desde los 14 hasta los 16 años. Pero más me dolía lo que iba a sufrir mi vieja”, contó en Cámara Gesell, informaron medios entrerrianos.
Superado ese temor, declaró y sostuvo la acusación que se sumó al expediente. En 2014, dos meses después de convertirse en monaguillo de la parroquia a cargo de Escobar Gaviria, contó S, el párroco comenzó a manosearlo. El chico “no sabía qué era lo que estaba pasando”; “yo le decía que no me toque, que no me gustaba, y él me contestaba que esto quedaba entre nosotros y que nadie se iba a enterar”, relató ante la Justicia el joven. El abuso continuó hasta mayo de 2016, detalló.